El empresario Víctor de Aldama ha decidido situarse ante la justicia como el empresario que regó al PSOE a cambio de contratos públicos, algo similar a lo que ya hizo en su día con el PP Francisco Correa. Sin embargo, por ahora su relación con las supuestas comisiones al partido socialista, con sede en Ferraz, es de mera referencia. Lo que explicó ayer ante el juez del Tribunal Supremo que le investiga, Leopoldo Puente, es que él daba dinero al entonces ministro de Transportes y secretario de Organización del PSOE José Luis Ábalos y a su ex asesor Koldo García.
Aldama dice que a él le dijeron tanto Ábalos como su asesor que parte de ese dinero iba para el partido, pero ese extremo no lo puede saber. Quien podría decir tal cosa sería el propio Ábalos o su entonces mano derecha. Por ahora, el exsocialista ha negado tales pagos, tanto propios como al partido. Lo que diga Koldo García en su declaración de hoy está por ver.
El favor que lo inició todo
Aldama ha situado lo ocurrido entre las paredes del antiguo Ministerio de Fomento de la siguiente manera. Su relación comenzó con García. El hermano del empresario trabajaba en el servicio de seguridad y se lo presentó. Hicieron buenas migas y ahí comenzó el riego de dinero. El juez del que instruye la causa quiso saber cómo comienza una relación basada en el dinero, pagos, mordidas e ilegalidades.
Aldama contó que fue Koldo García cuando un día, durante el año 2019, le pidió un favor. “Me dijo, oye, si me puedes ayudar con esto, porque para nosotros es difícil coger dinero de la caja del partido porque luego no podemos explicar o reponer. Si nos lo puedes poner tú te lo agradeceríamos”, relató la secuencia. El asesor le ofreció devolver el dinero pero ahí Aldama quiso que la relación perdurara y se lo regaló.
A partir de ahí su relación entró en otra fase. A Aldama -siempre según su versión relatada por fuentes presentes en el interrogatorio se le abrieron las puertas del Ministerio de Transportes y sobre todo las puertas a otros organismos. Su llave, según explicó al juez, era Ábalos, y por ello le pagó suculentas comisiones, que le entregaba tanto en el Ministerio como en otras sedes.
El empresario aseguró haber pagado hasta en tres ocasiones 170.000 euros a Ábalos a cambio de que le abriera las puertas a otros dirigentes políticos. Una cantidad que sería independiente a los 400.000 euros que en total le dio por concederle contratos por mascarillas en plena pandemia. Su asesor también se llevó una parte, pero no tan elevada. Ábalos no solo era ministro, sino que llevaba las finanzas del PSOE y tenía un control global de todo lo que se movía en todos los territorios.
Aldama, el conseguidor
Según su relato, Aldama acabó convirtiéndose en una especie de conseguidor para otras empresas que querían garantizarse la adjudicación de obra pública. Él ponía el nombre encima de la mesa de Ábalos, y por ello recibía una comisión que después debía repartirse. Tanto Ábalos como el propio PSOE lo niegan de manera categórica.
El empresario llegó ayer al Tribunal Supremo escoltado por el líder de Desokupa, Daniel Esteve, y con una carpeta bajo el brazo. En ésta llevaba un documento que, según él, en su día le había enviado el asesor de Ábalos con el nombre de empresas y ciudades donde había pendiente una obra.
Según Aldama, Koldo García se lo enviaba al empresario para que anunciara a estas empresas dónde iban a ser adjudicadas y por tanto, hicieran el pliego adecuado a lo establecido. Según el empresario, el acuerdo era de entre el 1 y el 1,5% de comisión por obra.
Por ahora es su palabra frente al resto de investigados y empresas señaladas porque reconoció que no tiene pruebas de tales pagos porque al ser opacos no hay ningún registro ni resguardo.
Entre 3 y 4 millones en comisiones
A diferencia de Ábalos y García, Aldama necesitaba reconocer estos pagos y la comisión de diversos delitos porque había sido enviado a prisión por otro asunto, un millonario fraude de hidrocarburos. La Fiscalía Anticorrupción le ofreció su libertad a cambio de contar qué ocurrió en el seno de Transportes durante la etapa de Ábalos. Con esta declaración ha logrado mantenerse en libertad sólo con la fijación de retirada de pasaporte, prohibición de salir del país, y presentarse cada 15 días ante el alto tribunal.
Durante el interrogatorio contestó a todas las partes y mantuvo que en total se pudo mover entre 3 y 4 millones de euros en comisiones.
Además, desmontó lo dicho el viernes por Ábalos. Dijo que se reunía con él todas las semanas, que firmaron un contrato por un piso de 1,9 millones de euros como garantía para futuras comisiones y que fue el exministro quien le pidió que pagara el alquiler del piso de su novia. A cambio, según Aldama, Ábalos hacía para el tráfico de influencias al ponerle en contacto con otros ministros como Teresa Ribera o Reyes Maroto.
El engranaje montado funcionaba correctamente hasta que en el 2021, Koldo García les alertó que estaban siendo seguidos y que había que tener cuidado, verse lo menos posible y tomar precauciones. A esto se juntó que a Aldama se le acababa el efectivo y para recuperarlo había que ir a República Dominicana a recogerlo. En 2021, Ábalos fue sorprendentemente cesado por el presidente del Gobierno y la máquina dejó de funcionar.