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Receta de capirotada, un budín de pan con sabor a México

Recetas

Una manera muy rica e inteligente de aprovechar las sobras

Capirotada

José Baig/Carolina Pantin

El nombre (que alude al capirote de las cofradías) no es la única referencia religiosa de este postre. Se dice, por ejemplo, que la miel representa la sangre de Cristo, la canela la madera de la cruz y el clavo de olor. Fue, además, un plato típico de Cuaresma y Pascua.

Una explicación menos mística y más sencilla es que se trata, simplemente, de una manera inteligente y muy rica de aprovechar las sobras y convertirlas en un nuevo manjar. A medio camino entre las torrijas y el budín de pan, la capirotada es una receta mexicana fácil de preparar con ingredientes que puedes encontrar en cualquier lugar del mundo. ¿El coste? Difícil precisarlo cuando trabajamos a partir de restos de pan e ingredientes que encontramos en casi cualquier cocina, pero digamos que por menos de 10 pesos mexicanos (0,45€) por comensal, entrarás al paraíso del sabor.

Ingredientes

Para 4 porciones

> 16 a 20 rebanadas de baguette del día anterior (en México usan el pan de bolillo)

> 100 gr de panela (en México lo llaman piloncillo). Se puede sustituir por la misma cantidad de azúcar moreno

> 60 gr de queso semi duro y no muy salado (puede ser queso fresco) rallado

> 150 cl de agua

> 4 cucharadas de miel

> 20 gr de pasas

> 40 gr de maní

> 40 gr de nueces

> 2 cucharadas de mantequilla

> 2 clavos de olor

> 1 raja de canela

Paso a paso

En un cazo, lleva a fuego medio el agua, el piloncillo (o el azúcar) con la canela y los clavos para hacer un almíbar ligero. Deja enfriar unos minutos.

Mientras tanto, enciende el horno a 180C/350F y unta con mantequilla cada una de las rebanadas de pan. Llévalas al horno entre 5 y 7 min.

En una bandeja de horno amplia, coloca las rebanadas de pan y báñalas con el almíbar (recuerda sacar los clavos y la canela antes) hasta que queden completamente impregnadas.

En cuatro recipientes individuales arma las capirotadas alternando pan, pasas y frutos secos (maní y nueces). Otra opción es hacerlo todo en un recipiente de horno refractario y de ahí sacar las porciones individuales.

Para terminar, rocía las capirotadas con la miel, cubre con queso y lleva nuevamente al horno hasta que el queso esté ligeramente derretido. Deja enfriar unos minutos antes de servir.

Las puedes acompañar con helado de vainilla o servirlas con un chocolate caliente muy especiado.

Si sobra, lo puedes guardar en la nevera hasta tres días y hasta dos semanas en el congelador, en un recipiente hermético. Para servir, simplemente le das un golpe de horno (8-10 min a 180C/350F).