Nueces: propiedades, beneficios y valor nutricional
Frutos secos
Sus ácidos grasos buenos ayudan a mantener a raya el colesterol malo y aumentan el bueno
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“La nuez es un fruto seco muy energético y agradable al paladar; siendo sus grasas, buenas, el mayor atractivo de este fruto seco”. Así empieza la descripción nutricional de las nueces la Fundación de la Nutrición (FEN), un fruto seco rico en ácidos grasos saturados y poliinsaturados, que ayudan a mantener a raya el colesterol LDL (el malo) y aumentan el HDL (o bueno), además de reducir el riesgo de otras complicaciones cardiovasculares y corregir la diabetes.
Propiedades de las nueces
Valor nutricional
Calorías: 607
Grasas totales:54 g
Hidratos de carbono: 21 g
Proteínas: 20 g
Fibra: 3,7 g
Azúcares: 4,2 g
La presencia de ácidos grasos omega 3 mejora enfermedades inflamatorias como la artritis reumatoide y la psoriasis. Y la de ácidos grasos omega 6 minimizan las molestias del síndrome premenstrual y los síntomas de la menopausia.
Nueces
Además de ser ricas en ácidos grasos omega 3, son una buena fuente de proteínas
Además de grasas beneficiosas para la salud, las nueces son una buena fuente vegetal de proteínas, una necesidad que los vegetarianos necesitan cubrir. Pero en este caso son “proteínas deficitarias en un aminoácido esencial, la metionina, por lo que combinándolas con cereales (como en el pan de nueces), se obtiene una proteína de calidad similar a la proteína animal”, indica la FEN.
Una ración de 20 g de nueces peladas aporta el 9% de las ingestas diarias recomendadas para fósforo y magnesio, respectivamente, y cantidades algo inferiores de selenio, potasio, hierro, zinc y calcio.
Nueces
Son ricas también en vitaminas del grupo B, sobre todo ácido fólico
En cuanto a las vitaminas, las nueces son ricas en vitaminas del grupo B, sobre todo ácido fólico (B9) y B6, importante para el buen funcionamiento del cerebro y para la producción de glóbulos rojos en sangre.
El estudio Predimed analizó en qué consiste la dieta mediterránea y qué alimentos la configuran, entre ellos el aceite de oliva y los frutos secos, ricos en ácidos grasos monoinsaturados. Y esta característica “está asociada a un menor riesgo de deterioro cognitivo leve, tanto durante el envejecimiento como durante la etapa de transición entre la demencia o deterioro cognitivo leve a la enfermedad de Alzheimer”.