Los quince restaurantes con estrella Michelin de la provincia de Girona se unieron anoche para servir una cena “histórica”. Cada uno de ellos preparó un plato en un servicio que tuvo lugar en el restaurante Esperit Roca de Sant Julià de Ramis, con los hermanos Joan, Josep y Jordi Roca como anfitriones.
En un territorio que sobresale por el reconocimiento de su cocina, con un total de veinte estrellas Michelin, la cena de anoche fue de lo más singular. “Nunca antes se habían unido todas las estrellas del territorio para cocinar juntas”, destacaba Salvador Garcia-Arbós, el director de contenidos del Fòrum Gastronòmic, que arrancó este lunes, e impulsor de la cena.
La cena fue histórica porque nunca antes se habían unido todas las estrellas Michelin del territorio para cocinar juntas
Una iniciativa que según el chef de El Celler de Can Roca, Joan Roca, demuestra que “lejos de competir”, los restaurantes del territorio “cooperan” y “se ayudan entre ellos”. El cocinero subrayó que esta manera de hacer “es un reflejo de lo que sucede aquí” .
Mar y montaña, 'callos' de calamar, del Castell de Peralada
En esta cena “singular” participaron L' Aliança d'Anglès (Anglès), Ca l'Enric (Vall de Bianya), Castell de Peralada (Peralada), Divinum (Girona), Els Tinars (Llagostera), Empòrium (Castelló d'Empúies), Esperit Roca (Girona), Fonda Xesc (Gombrèn), Massana (Girona) y Voramar (Portbou), todos ellos con una estrella Michelin. También lo hicieron Les Cols (Olot), Miramar (Llançà) y Bo.tic (Corçà), con dos estrellas y el triestreallado Celler de Can Roca.
Aunque desde fuera puede parecer que competimos, lo que hacemos es ayudarnos y cooperar
La cincuentena de personas que asistieron al acto, pudieron degustar platos icónicos de estas cocinas como los guisantes del Maresme con tripa de bacalao y butifarra negra trufada, servido por Els Tinars; un mar y montaña de 'callos' de calamar, ofrecido por el Castell de Peralada o un empedrado de sepia, servido por la Aliança de Anglès.
Un restaurante precisamente que ayer recibió su segundo sol Repsol, junto con Esperit Roca, que también sumó otro distintivo. Los anfitriones, los hermanos Roca, sirvieron los aperitivos (brioche al vapor con trufa negra, bocata helado con trufa negra o un particular calamar a la romana, entre otras propuestas).
Empedrado de sepia: velo y tartar de sepia, caldo frío de tomate y pimiento, judías de Santa Pau cocidas en puré, tomate semiseco y aceitunas, servido por la Aliança de Anglès.
El restaurante Massana elaboró un plato de foie gras de pato, con 'coca de vidre', texturas de maíz y toques anisados; el Divinum, un delicado apio-rábano a la meunière, caviar de trucha de río ahumada y brotes anisados y desde el Empòrium, caballa en escabeche con berenjena, botarga y manzana verde.
Lubina en un fondo de mar y productos de huerto, servido por el restaurante Miramar de Llançà.
Desde el Miramar de Llançà, una lubina con fondo de mar y productos de huerto; Ca l'Enric hizo un sotobosque de la Vall de Bianya y la Fonda Xexc, liebre del Pirineo con col lombarda, cúrcuma y escaramujo. Cerraron los platos salados los peculiares buñuelos de sobrasada y anís servidos por Les Magnòlies.
Apio rábano a la munière, caviar de trucha de río ahumada y brotes anisados, del Divinum.
De los postres se ocupó el Voramar, con una naranja al pato; Les Cols, con un plato de flor de miel, nueces, ratafía y requesón y los petit fours fueron a cargo del Bo.tic. La cena culminó con el desfile de todos los cocineros que se han implicado en esta iniciativa, que se llevaron el aplauso y reconocimiento de todos los asistentes.