El líder de Esquerra Republicana, Oriol Junqueras, elegido nuevamente para capitanear el partido el pasado mes de diciembre, renunció a la presidencia de la organización en junio del año pasado para presentarse a las primarias. El proceso congresual que se abrió tras los malos resultados electorales del partido entonces se prolongará hasta junio del 2025, en total habrá durado un año.
Tras la renovación de la cúpula y los órganos de poder de la formación a finales de noviembre y mediados de diciembre, el 15 y 16 de marzo ERC celebrará la segunda parte del congreso en Martorell (Baix Llobregat), en la nave Ca n’Oliveras. Se trata de una cita clave puesto que en esa asamblea se marcará el rumbo y se definirá la estrategia del partido y cómo se relaciona con el Gobierno central y la Generalitat de Catalunya. En la que será la tercera fase del congreso, tras la cita de marzo, habrá una renovación de las direcciones territoriales y sectoriales del partido y en última instancia se elegirá a las ejecutivas comarcales.
No llegaremos a nuevos acuerdos hasta que no se cumplan los que ya tenemos
En la reunión del consejo nacional que se ha celebrado este sábado en la sede del partido, la primera de esta nueva etapa, se ha empezado a trabajar en ello. Se ha aprobado ya un reglamento y un calendario. A principios de febrero habrá una primera aproximación y un primer borrador de la hoja de ruta de ERC para este nuevo ciclo político.
Con todo, el líder de ERC ya ha señalado hoy el camino por el que pretende transitar la formación y ha obtenido el aval del consejo nacional. En su intervención en abierto, breve y concisa, ha dejado claro a los socialistas que no negociarán los presupuestos generales del Estado ni los de la Generalitat del 2025 mientras no vean cumplidos los acuerdos rubricados para las investiduras de Pedro Sánchez y Salvador Illa. En concreto, Junqueras ha hecho alusión al sistema de financiación singular para Catalunya y al traspaso de Rodalies a la administración catalana. Fuentes del partido indican que en todo caso se sentarán a hablar de las cuentas del 2026 porque, a su juicio, no hay tiempo material para que los socialistas cumplan.
“No llegaremos a nuevos acuerdos hasta que no se cumplan los que ya tenemos”, ha afirmado Junqueras, acompañado de la secretaria general de la formación, Elisenda Alamany. “Eso coincide con el sentido común, con el sentido mayoritario de muchos trabajadores y empresas”, ha agregado justo después. Asimismo, el dirigente republicano ha pedido a otros actores de la sociedad que apoyen a ERC en su exigencia. “Exigimos el cumplimiento porque estamos convencidos de que es útil para la mayoría de nuestro país y nuestra sociedad. Y querríamos que la mayoría de la sociedad nos acompañe en la exigencia del cumplimiento de los acuerdos por parte de la Generalitat y del Gobierno español”, ha remarcado el presidente de Esquerra. “Desde el convencimiento de que los acuerdos son útiles para unos buenos presupuestos”, ha rematado después.
De todos modos, en las comisiones redactoras de los documentos del congreso no participan los miembros de Nova Esquerra Nacional, la candidatura afín a Marta Rovira que encabezaban Xavier Godàs y Alba Camps. Se les ofreció un lugar en cada ponencia y declinaron participar, pero sí pretenden defender vía enmiendas sus posicionamientos y la limitación del poder de Junqueras y Alamany. La actual dirección, por su parte, pone en valor que han incorporado a personas que no forman parte de la cúpula por su experiencia y conocimiento de determinadas materias y que incluso hay personas independientes próximas al partido en el plano ideológico. “Los miembros de la ejecutiva son minoría”, defienden fuentes de la dirección.
Para la redacción de las ponencias, que estipulan la estrategia y la organización interna de la formación así como aspectos sectoriales determinados, ha habido una primera aportación de la militancia hasta este mes de diciembre. Ahora las comisiones redactoras trabajan en ello y el 3 de febrero se harán públicos los documentos para que los militantes puedan hacer enmiendas hasta el día 18.
Las enmiendas, para llegar vivas a la asamblea del 15 y 16 de marzo, deben pasar en primera instancia el corte de las asambleas territoriales o sectoriales a las que pertenecen los afiliados entre el 20 de febrero y el 4 de marzo. Si no superan ese primer filtro, las enmiendas mueren y aunque sigan vivas, entre el día 4 y el inicio del cónclave los redactores pueden negociar con los militantes para tratar de llegar a un acuerdo para una transacción o la supresión. De ese modo, al plenario del cónclave llegarán solo aquellos puntos en los que no ha habido consenso.
En la cita de este sábado también se ha validado la designación por parte de la ejecutiva de Bàrbara Lligadas como presidenta del consejo nacional y al resto de miembros de la mesa del máximo órgano de decisión del partido entre congresos y otros órganos como la comisión de garantías o la de revisión disciplinaria y la de censura de cuentas.
Por otra parte, los consejeros han avalado la creación de una comisión de la verdad, una suerte de comisión de investigación como las que se crean en el Parlament que desde ahora hasta el congreso de marzo tratará de esclarecer todos los recovecos de la trama B de la formación, para indagar sobre asuntos como los carteles del alzhéimer o los muñecos de Junqueras. De todos modos, ese órgano solo tendrá el encargo de investigar y no adoptará ninguna medida disciplinaria.
La comisión de la verdad estará presidida por Joan Tardà y contará también con Marta Bolinches, Xavier Faura, Miquel Pueyo, Carme Bertral y Mireia Ingla.
En la reunión del consejo nacional de este sábado se ha elegido a también a los componentes de la comisión de seguimiento de los pactos con los socialistas. Estarán en ese órgano Josep Maria Jové en tanto que presidente del grupo del Parlament, Gabriel Rufián como portavoz del Congreso, la portavoz parlamentaria, Ester Capella, el exconseller Joan Ignasi Elena, los diputados Jordi Albert y Juli Fernàndez, la senadora Laura Castel i Fort, así como Inés Granollers, Norma Pujol y Lluís Salvadó.