Se habla mucho sobre el relevo generacional en El Celler de Can Roca, que parece garantizado con la implicación cada vez mayor de Marc y Martí Roca, hijos de Joan y Josep respectivamente, en el restaurante (ambos protagonizan un exitoso libro de recetas con su tío Jordi Roca). Sin embargo, los hermanos siguen de cerca la evolución de la nueva generación sin dejar de mostrar el respeto y amor que les une a sus padres.
Y ahora lo han puesto de manifiesto con el nuevo restaurante que están a punto de abrir, y que llevará el nombre de Fontané, en honor al apellido materno, y que empezará su andadura el 27 de abril, festividad de la Mare de Déu de Montserrat, día de la onomástica de la madre. Lo han anunciado hoy, en el transcurso de su ponencia en el Forum Gastronòmic Girona.
Los hermanos Roca junto a su madre Montserrat Fontané
El nuevo restaurante, dedicado a la cocina tradicional, ocupa el comedor principal del Hotel Esperit Roca, en la montaña dels Sants Metges junto al castillo de Sant Julià de Ramis y lo dirigirá Carlos López. Con este espacio sigue creciendo la oferta gastronómica del conjunto de la antigua fortaleza, donde ya cuentan con el exitoso restaurante Esperit Roca, que obtuvo la primera estrella Michelin al poco tiempo de abrir y que esta semana ha conseguido el segundo sol en la Guía Repsol.
Los propios hermanos han explicado que se han inspirado en algunas de las grandes obras de la cocina catalana, como Llibre de Sent Soví, Llibre de Coch o la Cuynera catalana y han señalado que este nuevo proyecto no es una interpretación subjetiva de la cocina catalana, como lo es El Celler, sino una interpretación y una reivindicación de la misma, así como un intento de preservar sus pilares y un retorno a la esencia de la cocina de su casa.
Los propios hermanos han explicado que se han inspirado en algunas de las grandes obras de la cocina catalana
Joan, Josep y Jordi Roca aclaran a quienes se preguntan qué diferencia habrá entre lo que ofrecen en Can Roca, la casa de comidas de los padres, en la que ellos crecieron y donde siguen comiendo a diario con todo el equipo de El Celler, y en la que se mantienen muchos de los platos clásicos de Montserrat Fontané. Su intención es poner en valor esa cocina tradicional catalana y ofrecer una versión algo más elevada. Y quieren hacerlo desde una mirada “matriarcal y materna”.
