Proliferan las cenas a cuatro manos preparadas por reconocidos chefs, se buscan escenarios singulares para disfrutar de eso a lo que llaman “experiencia gastronómica” y se olvida, a veces, que hay casas que en sí mismas ya son una experiencia única.
Como El Racó d’en Binu (avenida de Puig i Cadafalch,14. Argentona), donde Francesc Fortí y su esposa, Francina Suriñach siguen enamorados de su profesión y ajenos a las modas pasajeras, que Fortí mira de reojo con esa sonrisa por debajo del bigote de quien está de vuelta y ya supo hace muchísimos años lo que era tener estrella Michelin y listas de espera.
Francesc Fortí y su esposa, Francina Suriñach siguen enamorados de su profesión
Fortí sigue a la suya, ofreciendo una cocina clásica que los rastreadores de ”experiencias” deberían visitar por lo menos una vez para acercarse a la historia de la alta cocina francesa. Ahora ha recuperado una iniciativa que puso en marcha hace años, animado por un grupo de sibaritas entusiastas de la obra de Marcel Proust.
El nuevo menú, “À table avec Marcel Proust”, cuenta con diversas posibilidades de maridaje sugeridas por Vila Viniteca (la opción del menú acompañado con champán Delamotte Brut consiste en unos entrantes a base de tostada holandesa, como primeros hojaldre de hígado de oca trufado y ostras al champán,de segundos filete de lenguado a la cardinal; buey a la moda a la bourgeoise y para acabar el clásico soufflé de naranja del Racó d’en Binu, tarta de manzanas y, cómo no, té con magdalenas elaboradas con mantequilla.