Bikini o sándwich mixto: los 7 errores que lo pueden destrozar
Materia prima
Los ingredientes del sándwich son importantes, pero también la temperatura y cómo se aplique el calor
Es un sándwich de jamón y queso, pero los catalanes lo llaman “bikini” y en otros territorios se refieren a él como“mixto”. La primera de esas denominaciones se refiere a la sala de baile barcelonesa “Bikini”, donde el bocadillo de la casa -este sándwich- se hizo tan popular que es extendió a toda la ciudad esta manera de pedirlo. En el caso del “mixto” parece que procede de Cuba, como explicábamos en Comer .
Al margen de la palabra que se use para hablar de este sándwich, se trata simplemente de pan, jamón, queso y mantequilla. Cuatro ingredientes para conseguir un bocado absolutamente delicioso... Parece una nimiedad hablar de cómo prepararlo bien, pero se sirven auténticas aberraciones en los bares y restaurantes de todo el país, y seguro que habéis sido testigo o “víctimas de ello”. Para conseguir un buenísimo sándwich de jamón y queso no es necesario tener tres cursos de cocina ni una estrella Michelin, pero si sigues estos consejos y evitas los errores más habituales con este bocata, el resultado te puede sorprender.
1. Usar un pan malo
Es evidente, como en todos los platos o bocadillos que preparemos, que la calidad de los ingredientes es esencial. Pero el caso de los sándwiches se hace todavía más evidente, si cabe, al paladar. El pan de molde industrial, que compras en el supermercado, no tiene absolutamente nada que ver con los panes de molde artesanos (en ocasiones muy bien fermentados y con masa madre) que venden en las mejores panaderías.
Si usas un pan bueno el sándwich final tendrá un sabor y consistencia infinitamente mejor. Y no, esas denominaciones de “natural” o “rústico” no tienen nada que ver para que el pan sea de más calidad.
2. Poner fiambre de jamón (y no jamón de verdad)
Usar sucedáneos siempre es un error. Este bocadillo simple y popular tiene tan solo tres ingredientes. Así que la importancia de cada uno de ellos es grande: no se enmascara un ingrediente con otro. Igual que el pan debe ser de calidad, no es lo mismo usar un jamón cocido artesano o de un charcutero de confianza que no el fiambre de jamón york (cuadrado) más barato del supermercado. El jamón cocido es carne de cerdo, sal y puede que algunos conservantes. El fiambre, por el contrario, puede llevar proteínas vegetales y otros ingredientes, y carne de diferentes partes del animal.
El corte también es importante: si está cortado fino evitaremos la textura basta que queda si la loncha es demasiado contundente.
3. Utilizar un queso que no funda bien
Un buen biquini o sándwich mixto de debe hacerte salivar al ver el queso fundido desbordando el pan. Y eso nunca lo conseguirás con queso fresco, queso demasiado seco, queso de baja calidad (como esas lonchas envueltas en plástico cuyo nombre no pronunciaremos)… Si usas un buen gouda, cheddar, gruyère, mozzarella o emmental seguro que el resultado final será mucho mejor.
4. Poner poco queso
Cada que cada maestrillo tiene su librillo y contra gustos no hay nada escrito… pero una buena cantidad de queso hará que esa imagen del fundido elástico del queso cuando partimos el bocadillo que describíamos anteriormente sea más fácil de reproducir. No seas tacaño/a con el queso, que es solo un bocata (aunque tampoco te debes pasar al otro extremo), simplemente, mejor dos lonchas que sólo una.
5. No poner mantequilla (ni aceite)
Tendrá más calorías, sin lugar a dudas, y no será una opción apta para gente con colesterol alto, pero un poco de mantequilla sobre el pan le aporta, después de tostado un toque crujiente, un dorado más bonito y un punto de grasa que queda muy rico. Aunque la mantequilla aporta un sabor que es característico del propio buen bikini o mixto, podéis sustituirla por un poco de aceite. Eso sí, mantequilla o aceite, debéis ponerlos por las dos caras del bocadillo.
6. Hacer el sándwich en el horno
El horno seca el sándwich. Por eso la mejor opción es planchar el bocadillo en una sartén, con un peso encima (plato pequeño) o aplastándalo con una espátula. Un truco es plancharlo poco: de esta manera queda crujiente por fuera y un poco de miga blanda en el interior (no nos cargamos la miga). La sandwichera también es una buena opción.
7. Ser impaciente y sacarlo antes de tiempo
Es importante que el queso esté bien fundido en el interior del bocadillo y que no quede ningún trozo de pan sin tostar. Así que no perdamos la paciencia… ¡que sólo estamos hablando de unos minutos!
Y aunque esto no sea un error propiamente dicho, no innovar es otro de los impedimentos para disfrutar de los mejores sándwiches con jamón y queso. Gorgonzola, sobrasada, huevo frito, trufa, bacon, setas, tomate, jamón ibérico, speck… No son ingredientes de un sándwich mixto ortodoxo, de acuerdo. Pero id haciendo pruebas e introduciéndolos cuando queráis un bocadillo diferente. Igual os quedáis definitivamente con alguna de estas versiones del original.