Una docena de monjas han desafiado a la Iglesia Católica por la venta de un convento. Las clarisas de Belorado, un pequeño pueblo burgalés de apenas 2.000 habitantes, han copado la actualidad informativa en las últimas horas al denunciar el sabotaje de una operación inmobiliaria que atañe a una de sus propiedades, el convento de Derio (Vizcaya). Este conflicto ha generado un cisma eclesiástico, pues las religiosas han dejado de obedecer a la Santa Sede para seguir al obispo Pablo de Rojas, fundador de la Pía Unión Sancti Pauli Apostoli y excomulgado por Roma.
Esta noticia no tendría trascendencia en Comer, si no fuera por una de las vías de financiación de La Orden de las Hermanas Pobres de Santa Clara. Hablamos de la elaboración de dulces artesanales y hortalizas ecológicas que venden a través de su página web, El obrador del convento. Se trata de una actividad habitual entre las congregaciones religiosas, con el matiz de que las clarisas de Belorado han logrado cierta proyección mediática tras participar en al menos dos ediciones de Madrid Fusión en 2016 y 2020. Y es que las manos que oran, también laboran.
Bajo el asesoramiento del pastelero Paco Torreblanca y el chef Pedro Subijana, el dulce éxito de las religiosas se debe a la excelencia de sus ingredientes y a la preparación artesanal de todo el proceso. La casa francesa Valrhona es su principal proveedor de chocolate. En el obrador del convento de Belorado, con más de siete siglos de historia, las clarisas se encargan de preparar, empaquetar y etiquetar todas sus elaboraciones gourmet.
Productos de alto nivel
Entre sus dulces destacan sus famosas trufas, que alcanzan un precio de 58 euros el kilo. Las monjas se encargan de espolvorear a mano estos dulces, de los cuales disponen seis sabores —cacao, leche, crujiente, café, naranja y brandy— que venden en variedad de formatos.
Las monjas burgalesas también realizan la cobertura de sus bombones de forma artesanal. Sus exclusivas cajas recogen un surtido de sabores como pistacho, regaliz, fresa o praliné, además del bombón de mojito con el que conquistaron a los asistentes de Madrid Fusión. Su precio es de 70 euros el kilo. Otras de sus elaboraciones chocolateras son las crujientes rocas y meteoritos, las perlas, los palillos o las llamadas cerillas del sacristán.
Por último, las clarisas de Belorado venden también gran variedad de tabletas de chocolate, con porcentajes de cacao que van del 32% al 65% y sabores como naranja, caramelo o avellanas. La web El obrador del convento se completa con un peculiar bazar, en el que ofrecen mieles, pestiños, caramelos de propóleo, empanadillas de cabello de ángel, licor café o su propio libro de recetas.