Premios Emmy: ‘Succession’, ‘Schitt’s Creek’ y ‘Watchmen’, las grandes ganadoras de una gala ‘confinada’
Las mejores series
Una diminuta comedia canadiense ha dado la sorpresa
Emmys 2020: los mejores memes de una gala atípica
Premios Emmy: Listado de todos los ganadores
¿Qué es Schitt’s Creek y por qué ha arrasado en los premios Emmy?
A partir de ahora se debería introducir una nueva expresión a nuestro vocabulario. Si alguien se lleva todos los premios habidos y por haber en una serie, barriendo en las cuatro principales categorías interpretativas, quizá se tenga que decir que “ha hecho un Schitt’s Creek”. Los premios Emmy entregados esta madrugada debían servir para descubrir quién era el sucesor de Juego de tronos como mejor serie dramática, estatuilla que ha recaído en Succession, pero ha sorprendido con el dominio absoluto de Schitt’s Creek en el terreno de comedia, con Watchmen destacando como miniserie.
La serie canadiense creada por Dan y Eugene Levy, padre e hijo en la vida real y en la ficción, dominó la noche con premios a la mejor dirección de Dan Levy, el mejor guión para Dan Levy también, mejor comedia y mejor actriz principal, actor principal, actriz secundaria y actor secundario para Catherine O’Hara, Eugene Levy, Annie Murphy y Dan Levy (por tercera vez en pocos minutos) respectivamente.
La familia Rose, unos ex-milionarios arruinados, han culminado con la quinta y última temporada una trayectoria fulgurante: de ser ninguneada en sus primeras temporadas a colarse en algunas categorías en 2019 para finalmente barrer en 2020. Es el happy place por antonomasia para los votantes en estos desconcertados tiempos de coronavirus, elecciones políticas encarnizadas y protestas en las calles (y en España se puede ver en Movistar+).
De hecho, en el terreno de mejor miniserie, quien ha arrasado ha sido Watchmen de HBO, la adaptación del cómic de Alan Moore que ha tenido en Damon Lindelof al perfecto guionista para adaptar los tiempos actuales. La serie limitada abordó en octubre la brutalidad policial y el racismo intrínseco y estructural de unos Estados Unidos donde los superhéroes están prohibidos y su capacidad para leer los tiempos se ha visto recompensado: Emmy a la mejor miniserie, mejor actriz para Regina King, actor secundario para Yahya Abdul-Mateen II y guión por el guión de Lindelof y Cord Jefferson.
Los que consiguieron colarse entre victoria y victoria de Watchmen fueron Mark Ruffalo como mejor actor principal de miniserie por la deprimente La innegable verdad , en la que representa su segundo Emmy hasta la fecha, y Uzo Aduba como mejor secundaria de miniserie por interpretar a la congresista Shirley Chrisholm en la feminista Mrs America . En dirección, Maria Schrader ha sorprendido por su trabajo en Unorthodox , permitiendo que el fenómeno de Netflix del pasado confinamiento no se fuera con las manos vacías.
Y, finalmente, en drama ha sido la noche de Succession, el drama de HBO sobre una de las familias más ricas de los Estados Unidos, que domina los medios de comunicación y con unos principios morales inexistentes: el dólar y la aprobación del patriarca son los únicos principios de los hermanos Roy. Se ha llevado los premios a mejor drama, mejor guión para Jesse Armstrong, mejor dirección para Andrij Parekh y actor principal para Jeremy Strong, que interpreta al hijo mejor posicionado en la línea de sucesión.
Las victorias más inesperadas fueron en las categorías interpretativas. Julia Garner se llevó su segundo Emmy consecutivo a la mejor secundaria como Ruth Langmore, la joven criminal de Ozark de Netflix. Billy Crudup obtuvo el primer Emmy en la historia de Apple por su trabajo como actor secundario en The Morning Show. Y, en cambio, Jennifer Aniston no pudo dominar como mejor actriz principal porque Zendaya ganó la estatuilla por Euphoria .
A sus 24 años, de hecho, Zendaya es la actriz más joven en salir victoriosa de esta categoría. El entusiasmo que se vivió en su habitación, donde estaba acompañada de sus seres queridos, demostró que el experimento que vivían los premios Emmy también podía transmitir emoción. Era una gala confinada y el presentador Jimmy Kimmel debía conformarse con tener versiones de cartón de los nominados en la platea del Staples Center de Los Angeles.
Hubo problemas técnicos y ausencias en consecuencia (por ejemplo, no tenemos la reacción de Olivia Colman o de Jodie Comer) pero desde la Academia de la Televisión de Estados Unidos se mandaron hasta 150 kits de vídeo para que los nominados se montaran su mini-estudio en casa, permitiendo que la gala tuviera más de 138 estrellas, cada una en su casa, desde 114 localizaciones y 10 países distintos.
Se mandaron 150 kits de vídeo para que los nominados se montaran su mini-estudio en casa, permitiendo que hubiera 114 localizaciones en 10 países distintos”