¿Qué es Schitt’s Creek y por qué ha arrasado en los premios Emmy?
El análisis
No todos los días una serie se lleva el Emmy a la mejor comedia, guión, dirección y los cuatro premios interpretativos
Premios Emmy: ‘Succession’, ‘Schitt’s Creek’ y ‘Watchmen’, las grandes ganadoras
La noticia del día es la victoria de Schitt’s Creek. Muchos amantes de las series ni tan siquiera la tenían en el radar y se llevó el Emmy a la mejor comedia... y todas las otras estatuillas importantes a las que optaba. Esto incluye guión, dirección, actor y actriz principales para Eugene Levy y Catherine O’Hara, y actor y actriz secundarios para Dan Levy y Annie Murphy. Una locura. ¿Pero qué es Schitt’s Creek? ¿Y se merece tanto amor y devoción por parte de los votantes de los premios Emmy?
La historia detrás de las cámaras es bonita. Dan y Eugene Levy, padre e hijo en la vida real, decidieron crear juntos Schitt’s Creek, una comedia donde interpretan a un padre y un hijo. Escribieron la historia de los Rose, una familia millonaria por poseer una empresa de videoclubs parecido a Blockbuster, que de un día para el otro lo perdían todo.
Se ha llevado los premios a mejor comedia, guión, dirección, actor principal, actriz principal, secundario y secundaria”
Lo único que podían hacer era mudarse a la localidad de Schitt’s Creek, un pueblo de mala muerte que habían comprado para hacer la broma (y cuyo nombre suena como Arroyo de Mierda en inglés) donde les ofrecían alojamiento gratuito en el motel de carretera. La serie se basa en su incapacidad para adaptarse en el pueblo en un principio y cómo se van acostumbrando a sus nuevas vidas y amoldándose a su nueva realidad.
La suerte que tuvo Schitt’s Creek es que entusiasmó a los periodistas. Era canadiense y en Estados Unidos se emitía en un canal de cable poco conocido llamado Pop TV. Como era simpática y poco conocida, empezaron a reivindicarla sin parar. Esto dio sus frutos cuando Netflix emitió las temporadas a posteriori, encontrándole un público masivo en el país (en España siempre la ha emitido Movistar+ que tiene las series temporadas). Y, a lo tonto a lo tonto, los medios le hicieron gratis la campaña para los Emmy.
Se notó mucho en la primavera de 2019. La crítica asumía que la serie había consolidado su apuesta con las últimas temporadas y, aunque Pop TV y el canal canadiense CBC no tuvieran un presupuesto enorme para promocionarse de cara a los premios, los periodistas estuvieron encantados de hablar de ella semana sí y semana también, reportajes extensos y más portadas de las que cabría esperar.
Ayudaba que los actores eran respetados (sobre todo una veterana como Catherine O’Hara) y cercanos y naturales en sus encuentros con la prensa y Schitt’s Creek tenía esa cualidad que tienen algunas series de hacerte sentir como si formaras parte de una comunidad. La crítica y los periodistas se la hicieron suya.
En consecuencia, los votantes se interesaron de forma progresiva y se notó con las nominaciones del año pasado. Tras cuatro temporadas donde había brillado por su ausencia, entraba en cuatro categorías, incluyendo mejor comedia y mejor actor y actriz principales. Se fueron de vacío. Pero en 2020 ya no pudieron pararle los pies contra todo este ruido. Los fans se habían autoimpuesto el desafío de llevarla al triunfo con la temporada final y el ruido no ha cesado en los últimos meses. El resultado son los siete premios principales y otros dos de técnicos (casting y vestuario).
Esta acogida, que conste, es desproporcionada. Una cosa es que una serie sea simpática y otra es que reciba esta cantidad de estatuillas. Puede que Catherine O’Hara robe cada escena con su interpretación excéntrica, afectada, un vestuario ridículo (adrede) y unas pelucas que merecían su propia nominación (y, de hecho, la serie estaba nominada en el apartado de peluquería). Y también puede que sea una serie que da muchos memes por las caras de Dan Levy y que Annie Murphy nos diera un vídeo viral durante la campaña. ¿Pero dar memes y virales es sinónimo de mejor serie del año? No.
En verano, de hecho, ya publiqué un artículo sobre Schitt’s Creek donde la etiquetaba de la serie más sobrevalorada de la televisión. Para quienes no la conocieran, el título era excesivo. Pero se avecinaba este huracán en los premios Emmy para una serie menor (palabra difícil después de tanta victoria), de presupuesto irrisorio (que le suma puntos) pero unos guiones falibles.
Schitt’s Creek es especialista en divertirse con las sobreactuaciones de los actores y en proponer episodios con unas situaciones mal rematadas, muy a menudo quedándose a medias tanto a nivel de trama como de exprimir los gags. Tampoco domina el arte de dejar lucir a los personajes de apoyo (los cuatro principales están allí para dominar cada escena y el resto se quedan las migajas). Y, al enfrentarse al desenlace definitivo, se dejaron llevar por un exceso de almíbar difícil de digerir.
Acoger al público en tiempos de confinamiento ha dado su premio a los Rose”
Pero, bueno, los premios Emmy han hablado. Para ellos es la mejor serie del año en una edición donde competían genialidades como Insecure y otros logros como Dead to me y El método Kominsky. Parece que durante el confinamiento los votantes de la academia de televisión se arroparon y se sintieron como en casa con la familia Rose y han recibido su premio por aliviarles una situación insólita.