‘Unorthodox’: por qué la historia de la liberación de Esty Shapiro arrasa en Netflix
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‘Unorthodox’ ha despertado la curiosidad del público por las comunidades judías ultraortodoxas: ver la miniserie de Netflix comporta informarse sobre el yiddish y las tradiciones
Unorthodox no entraba en ninguna quiniela como una de las apuestas fuertes de Netflix y, en cambio, esta pasada primavera se convirtió en uno de estos milagros que ocurren a veces en la plataforma: cuando una obra con un perfil a priori limitado obtiene un boca a boca imparable y no hay quien se escape de verla. De hecho, ponerla unos minutos comportaba acabar los cuatro episodios. No sólo ofrecía una historia de liberación personal , la de Esty, una mujer que se escapaba a Berlín para huir de la comunidad judía ultraortodoxa donde se había criado en Nueva York, sino que mostraba suficientes elementos del movimiento religioso como para despertar la curiosidad del público y cambiar la conducta de visionado.
Quizás el consumo televisivo es eminentemente pasivo, pero ver Unorthodox incentiva la búsqueda de otras obras de naturalezas similares: las más beneficiadas son Disobedience de Sebastián Lelio con Rachel Weisz y Rachel McAdams y la serie Shtisel , que ofrece Netflix y que también tiene a Shira Haas de protagonista. Comporta investigar sobre el barrio de Williamsburg, sinónimo de la gentrificación de Nueva York más allá de Manhattan y hogar de más de 57.000 personas del movimiento Satmar, una corriente del hasidismo, una visión muy estricta del judaísmo. Es descubrir que el yiddish, la lengua que habla Esty con la familia, estuvo a punto de desaparecer por culpa del Holocausto, ya que la mayoría de los judíos asesinados hablaban esta lengua. Y quiere decir buscar el porqué de las pelucas para mujeres, los tirabuzones de los hombres y los sombreros de piel llamados shtreimel .
Basarse libremente en las memorias de Deborah Feldman contribuye a esta percepción casi didáctica de la serie. La lógica del espectador es la siguiente: si está escrita por una persona que ha experimentado la comunidad Satmar desde dentro, que obliga a sus miembros a vivir tan apartados como pueden de las costumbres y las actitudes del resto de Estados Unidos, alguna cosa se puede extraer de verdad, siendo más o menos conscientes de que una obra siempre comporta recortar, escoger, descartar, manipular y un punto de vista concreto. En el caso de Unorthodox no sólo era de Feldman sino también de Anna Winger, Alexa Karolinski y Daniel Hendler, guionistas de la serie.
En tiempos de antihéroes o de rebeldes que luchan por un mundo más justo en un entorno deprimente, corrupto y que sirven de advertencia como El cuento de la criada o Watchmen , esta miniserie era un bálsamo. Está pensada para hacer sufrir al espectador con el pasado de Esty y los hombres que quieren hacerla volver a la comunidad contra su voluntad, pero esta preocupación se combina con la esperanza y la liberación. Y, para acabar, su éxito no se puede separar del talento de la israelí Shira Haas: una mirada suya vale más que mil palabras.