Ni pesas ni sentadillas: Estos son los ejercicios que no debes hacer cuando tienes una hernia discal

Consejos

Esta es una lesión que afecta a los discos intervertebrales en los cuales hay que tener sumo cuidado a la hora de tratarlos

Una atleta haciendo estiramientos en una pista asfaltada en Sitges

Una atleta haciendo estiramientos en una pista

Jordi Salas / Getty

Una hernia discal es una afección que afecta los discos intervertebrales, vitales para amortiguar los impactos y permitir el movimiento de la columna. 

Cuando el núcleo interno del disco se desplaza o sobresale por culpa de una fisura, ejerce presión sobre los nervios cercanos que deriba en dolor, inflamación y debilidad en las extremidades. Por ello, es crucial evitar ciertos ejercicios que pueden agravar esta lesión y comprometer la recuperación.

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Actividades de alto impacto, como correr o saltar, deben evitarse porque generan demasiada presión en la columna. En su lugar, los especialistas recomiendan opciones más seguras, como caminar o nadar. 

Tampoco es aconsejable levantar mucho peso, especialmente si implica doblar la espalda o realizar movimientos bruscos, ya que estos aumentan la presión sobre los discos e incluso agravar la lesión.

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Ejercicios que impliquen giros rápidos o hiperextensiones también deben quedar fuera de la rutina. Movimientos como torsiones bruscas, posturas de yoga como la cobra, o abdominales tradicionales pueden intensificar el problema. 

Del mismo modo, las sentadillas profundas, especialmente con peso, son perjudiciales para la zona lumbar. Como alternativa, se pueden hacer planchas y otros ejercicios controlados que fortalezcan el núcleo sin comprometer la columna.

La plancha, un ejercicio que ayuda a fortalecer la zona

Proteger la espalda requiere un enfoque de sumo cuidado, eligiendo actividades de bajo impacto y adaptando el ejercicio a cada caso. Contar con la palabra de un fisioterapeuta es clave para diseñar una rutina segura que fomente la recuperación y mejore el bienestar general.

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