Las recientes crisis del Silicon Valley Bank (SVB) en Estados Unidos y de Credit Suisse en Suiza han mostrado la solidez de los bancos españoles y europeos para soportar el embate, pero han dejado un elemento de preocupación entre los supervisores: la digitalización de la banca y las redes sociales son capaces de provocar fugas de depósitos a velocidades impensables hace años, suficientes para hundir un banco en cuestión de horas.
En un acto de Fundación “la Caixa” celebrado el viernes en Madrid, el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, avisó a propósito de SVB y Credit Suisse de “la rapidez con la que puede vaciarse un banco” en tiempos de digitalización. Unos días antes, había insistido en el mismo asunto: “Con dos clics puedes cambiar un depósito de un sitio a otro y eso, junto a las redes sociales, son elementos novedosos que hay que tener en consideración”.
Sus palabras se refieren a lo ocurrido en marzo en el sector bancario a nivel internacional. En el caso de SVB, el banco sufrió retiradas de depósitos por cerca de 20.000 millones de dólares en dos días y los reguladores actuaron cuando estaban a punto de evaporarse otros 40.000 millones. En Credit Suisse, en la semana entre el 13 y el 17 de marzo, las retiradas rondaron los 35.000 millones de euros.
Estudio
Los directivos del Banco de España analizan el fenómeno en los foros internacionales
“Ahora las crisis son silenciosas. Un banco puede estar desangrándose y no ves colas en las oficinas”, indican desde una de las grandes entidades españolas. La imagen de los clientes retirando su dinero en las sucursales ya forma parte del pasado, y también la posibilidad de que el banco cierre la puerta y gane tiempo.
El cibercorralito no existe, pero los supervisores no renuncian a implementar algún tipo de medida. “Es algo que efectivamente se está analizando en el entorno de supervisión de Basilea. Se están empezando a plantear las decisiones que puedan extraerse de estos elementos”, indica Ángel Estrada, director general de Estabilidad Financiera del Banco de España.
Estrada, miembro del consejo de administración de la Autoridad Bancaria Euoropea (EBA), avisa de que “las tasas de salida son significativamente superiores a las vistas anteriormente en casos recientes”, si bien “se refieren a los depósitos en concreto” y muestran “la importancia de diversificar la base de depositantes”.
Situación
La clave es la liquidez y los bancos españoles están mejor que la media de la zona euro
Los bancos españoles están tranquilos en este último aspecto. Desde la asociación de antiguas cajas de ahorro CECA afirman que “no se ha percibido retirada de depósitos” y desde la de bancos AEB su presidenta, Alejandra Kindelán, destacó esta semana la alta diversificación del pasivo, que se encuentra además muy repartido entre particulares.
Guindos se ha mostrado partidario de reforzar los mecanismos de liquidez para asistir con velocidad a un banco en apuros. Para las entidades, una solución preventiva sería la de incluir en los contratos con los nuevos depositantes algún tipo de cláusula que obligue a preavisos o a espaciar las salidas de capital.
Juan Manuel Cendoya, vicepresidente de Santander España, aludió en un artículo reciente a la forma con que las redes sociales pueden propagar a toda velocidad un pánico bancario. “Han demostrado su capacidad para viralizar y extender noticias y simples rumores hasta puntos de no retorno en apenas unos minutos”, indica.
En pocos días
SVB y Credit Suisse sufrieron retiradas de depósitos por más de 50.000 millones
Los bancos españoles llevan años reforzando su capital entre exigencias del BCE, pero la última crisis de confianza a nivel europeo ha demostrado que la palabra clave es ahora la liquidez. El oxígeno para responder a una emergencia. “Muchas veces, el problema que se puede tener es de liquidez y no de capital”, afirma Kindelán.
El capital de los bancos españoles de buena calidad supera en 60.000 millones las exigencias del BCE después de que el año pasado se realizasen provisiones por 16.000 millones.
En lo referido a la liquidez, la AEB calcula que los bancos españoles se encuentran de media en mejor posición que los europeos, con una ratio del 171%, lo que les daría capacidad para afrontar salidas de depósitos durante más tiempo, frente a la media del 165% de la zona euro. En este cálculo, el 100% equivale a soportar 30 días sin liquidez.
Advertencia
Luis de Guindos avisa de que la novedad está en “la rapidez con la que se vacía un banco”
Los bancos reclaman a la Comisión Europea que el mecanismo de eventuales rescates en el que trabaja ofrezca liquidez suficiente en caso de necesidad. Bruselas se encuentra revisando el conocido como CMDI (Crisis Management and Deposit Insurance), que incluirá medidas para paliar el golpe de eventuales crisis bancarias.
España
Los pequeños ahorradores ralentizan las 'turbofinanzas'
España no es California. Con esta frase se resumen los argumentos que en los últimos días se han afanado en transmitir los bancos y los supervisores españoles para dejar claro que lo ocurrido con SVB está muy alejado del entorno regulatorio nacional y europeo. Al describir el caso de SVB, la conclusión suele ser la de que no se puede hacer peor: el dinero estaba invertido en deuda pública devaluada con las subidas de tipos, al tiempo que los recursos procedían en un 80% de depósitos de empresas de venture capital, fintech y startups. En cuanto las redes sociales tocaron a rebato, el dinero se esfumó. Demasiado riesgo en muy pocas manos. Una de las lecciones de esta crisis es precisamente esa, la de que la base de depositantes debe estar lo más diversificada posible para evitar una salida acelerada propiciada por las turbofinanzas digitales. La asociación AEB ha destacado precisamente este aspecto para enfatizar que la base de clientes de los bancos españoles está formada sobre todo por particulares. Los pequeños inversores son los propietarios del 38% de los depósitos de los bancos españoles, frente al 28% de la media de la zona euro. Un informe de Alvarez&Marsal ofrece la foto contraria: el 28,9% de los depósitos españoles está en manos de grandes inversores, que son los que podrían fugarse con más velocidad. Esta tasa está de media en el 35,2% en la UE. Sin embargo, los bancos españoles se están demorando más que los europeos al remunerar los depósitos y atraer nuevos clientes minoristas.