Invertir en el 2025: a la caza de oportunidades a la espera de Trump

Especial | Educación financiera

El nuevo gobierno en EE.UU. y la geopolítica tienen mucho por decir y lograr un buen año obligará a estar listo para moverse en bolsa y deuda

Una imagen de la Bolsa de Nueva York

Una imagen de la Bolsa de Nueva York

Michael Nagle/Bloomberg

El 2025 trae tantas oportunidades como cuestiones a resolver. Tras un año excepcional en bolsa y aún con buenos pagos en letras, toca ser selectivo y estar atento a los giros del guion. En un entorno de bajada de tipos, perfiles agresivos y conservadores tienen que ganarse el rendimiento. Se acabó el toda la tecnología vale, el todo Wall Street vale. Al que se parapetaba en la deuda o depósitos le tocará arriesgar y al que quiere bolsa, saber dónde ir. Sin desesperarse, ambos mundos guardan posibilidades para todos.

De entrada, la pista de juego esperada dibuja un descenso de tipos y enfriamiento de la economía en la eurozona. En EE.UU., desembarco de Donald Trump y crecimiento más firme, aunque con un ojo en la inflación. Por el medio, incógnitas a resolver: aranceles, relación EE.UU.-China, conflictos internacionales, tendencias de crecimiento, tipos... “Es un año particularmente complicado, con muchas piezas móviles y muy centrado en las políticas de Trump. Hay que ver cómo responde el mundo y el panorama inversor”, plantea Natalia Aguirre, directora de Análisis y Estrategia de Renta 4. 

“El punto de partida macro es positivo, con un mercado laboral fuerte. No parece que haya una burbuja en los activos tradicionales”, apunta David Macià, director de inversiones y estrategia de mercados de Creand AM en Andorra. Habrá volatilidad a expensas de lo que vaya pasando y habrá que sacarle provecho, dice. Entre los escenarios, “el riesgo que más preocupa es el exceso de déficits y deuda. En EE.UU. las políticas de Trump pueden generar ventas masivas en renta fija que reverberen en todo el sistema”, alerta. El efecto de los bond vigilantes, que venden bonos si la política fiscal y de gasto no agrada. El republicano puede ser tanto impulso como punto de inestabilidad.

El arranque será mejor para la renta variable americana, pero Europa tiene su atractivo

Conforme se vayan despejando dudas, habrá que ir ajustando la cartera. Debería ser otro año positivo para la renta variable, aunque siendo más selectivos. En Renta 4 ponderan más el sector financiero, la tecnología, la salud, el consumo defensivo y la industria, “con foco en EE.UU. por la tesis del America First de Trump”, dice Aguirre. “Las valoraciones están más tensionadas, pero tienen razones para estar ahí: el PIB crecerá mucho más que Europa y se espera una reducción de la fiscalidad, que impulsaría el beneficio”. Ve con buenos ojos Microsoft, Coca Cola, Procter & Gamble, Colgate o Booking, entre otras.

EE.UU. marca el paso, aunque es un año con muchas oportunidades en Europa, se plantea en general. La economía puede titubear, “pero la bolsa europea no es la economía europea”, señalan en Renta 4. Por valoración está mucho más barata, dicen. Faltará un catalizador que la impulse, empero, como más rebajas de tipos, un gobierno más expansivo en Alemania, el fin de los conflictos bélicos... No todas las sorpresas tienen que ser negativas. “Empezaría el año sobreponderando EE.UU. y más neutral en Europa, a la espera de un catalizador. El PER relativo del EuroStoxx frente al SP500 arroja que Europa cotiza con un descuento sobre el promedio de casi el 40%”, afirma. Aquí destaca algunas como ASML, Unilever, LVMH, L’Oreal, Roche o AstraZeneca.

Lee también

Esa idea de reajustar conforme avanza el año la comparten en Carmignac. “Anticipamos que EE.UU. lo haga mejor al inicio por el efecto Trump 2.0 en la confianza del consumidor y el gasto, así como en las compañías con mayor carga fiscal. Pero las dudas por la inflación y una curva de tipos mayor pueden llevar a que el inversor se cuestione las valoraciones”, valora Kevin Thozet, del comité inversor de la gestora. Wall Street está en máximos. Si déficit y deuda siguen abultados, la excepcionalidad del ciclo en la bolsa y economía americana podrían ponerse en duda, “sobre todo con un regreso de los bond vigilantes ”, que pueden acelerar una “gran rotación regional”. “Mientras tanto, el sentimiento pesimista hacia Europa significa que se puede comprar gran calidad con descuento”. Habla de campeones mundiales a buen precio, como en el sector aeroespacial, electrificación, de consumo y farmacéutico. Cotizan a descuentos del 20-30% sobre sus pares americanos, expone. Pasa con Schneider, Safran o Reckitt Benckiser.

evolucion bolsas

La evolución de los grandes mercados

LV

Hay oportunidades a uno y otro lado del charco, y más allá. “En lugar de ir a un índice, creemos que es hora de la selección de valores (stock picking). La oportunidad está en lo que está pasando detrás, no hay que esconderse tras un índice”, comenta Macià. “Vemos sectores muy beneficiados, como la banca americana por la desregulación. Además creemos que habrá muchas operaciones de M&A (fusión y compra) que las beneficiará”. En ese terreno de compras y fusiones, plantea como posibilidad el merger arbitrage, la compra de acciones de una y otra compañía involucrada en la operación para sacar tajada. Siguiendo con la idea de seleccionar, en las famosas 7 magníficas se decanta más por Alphabet, recela de Tesla y en Nvidia alerta del riesgo de decepción. En el Viejo Continente ve oportunidades en Francia, donde la inestabilidad política ha provocado un sobrecastigo, argumenta. Y destaca Japón: “Tiene una dinámica propia. Las compañías tienen exceso de caja, un dinero que puede retornar al accionista”.

Poner el foco en Asia y en países emergentes sirve para diversificar y buscar una oportunida

Sobre la posibilidad de que los mercados estén caros, con máximos muy recientes y cotizaciones disparadas en algunos casos, “es una afirmación que hemos oído siempre que hemos alcanzado máximos en años anteriores, y sin embargo no ha dejado de crecer”, asegura Mario Rappanello, director de patrimonio y banca privada de Banco Mediolanum. “Podemos encontrarnos que un indicador como el PER para el SP500 sea caro, pero con un índice mundial como el Morgan Stanley World no, porque los precios han subido, pero los beneficios aún más. Eso demuestra la importancia de diversificar para evitar el riesgo de comprar demasiado caro”. Para diversificar aún mejor plantea “el principio de la neutralidad”: que el porcentaje de inversión en cada país represente su peso en el PIB global. “Europa, China o Asia pueden presentar oportunidades”, dice. Pese a la perspectiva de ralentización, “no hay que descartar el potencial de las autoridades chinas para presentar más medidas de flexibilización”, advierte Thozet. En un panorama de descenso de tipos, para Mediolanum sobresalen inmobiliario –por la caída del coste de la hipoteca–, utilities -energéticas, telecos...–, lujo y turismo.

En tierras cercanas, para el Ibex 35, más que ir a sectores nuevamente toca ser más selectivo. Hay buena perspectiva: la economía mantiene un crecimiento superior al continente, y se cuenta con compañías internacionalizadas, con exposición a EE.UU. para aprovechar el tirón. Aguirre apunta a sobreponderarlo en el inicio del año. Fija un objetivo de 13.800 puntos, un potencial del 16% sobre la cota actual. En el arranque del 2025 llama a combinar valores de crecimiento, defensivos y sensibles a tipos. Hoy menciona Acerinox, Sabadell, Iberdrola, Indra o Cellnex. Para el más conservador podría interesarle una cartera que apueste por dividendos. “Con alta y recurrente rentabilidad por dividendo, sostenida”, expone Aguirre. En ese grupo vuelven a asomar Sabadell e Iberdrola, Sacyr, Repsol, Colonial, CaixaBank o Atresmedia. “Hace que la cartera sea más defensiva”, cree.

Lee también

Renta 4 ve un potencial del 16% para el Ibex 35

Hablar de defensa lleva a hablar de renta fija. Variante preferida del más conservador, Aguirre dibuja una cartera tipo con 50% renta variable, 45% renta fija y un 5% líquido para el 2025, combinando posturas más agresivas y conservadoras. Aquí los tipos cuentan. El mercado descuenta hasta cinco bajadas del Banco Central Europeo el año que viene, al entorno del 2%-2,25%. La apatía económica es el gran motivo. En EE.UU. tocarían también descensos –el consenso espera una esta semana y hasta tres para el año que viene, a entornos del 3,5%-3,75%– pero se está a la expectativa del impacto de las políticas de Trump, que si son inflacionistas pueden complicar la senda de la Fed o incluso arrastrar a alguna subida. Como resultado, puede darse cierto desacople entre los caminos de unos y otros bancos centrales. El dólar saldrá fortalecido en este panorama.

Como sea, la renta fija, sobre todo la soberana continental, va recortando el pago conforme bajan los tipos. Sigue ofreciendo oportunidades atractivas, se afirma, pero no en variantes tan cómodas como las letras del Tesoro, que han ido recortando rentabilidad. Se debe ir a alternativas, se asegura. “En renta fija, seguimos viendo rentabilidades atractivas y preferimos los plazos cortos, que nos ofrecen entre un 2% y un 3% en Europa y un 4% en EE.UU. en el plazo de dos años. Recomendamos plazos cortos, no vemos valor en alargar duraciones, como a diez años, porque te expones al riesgo de los altos niveles de deuda y déficit público. En deuda corporativa, optamos por grado de inversión, de mayor calidad”, resume. 

Macià llama a ampliar miras para dar con respuestas que gusten. Por ejemplo, incluyendo en la cartera deuda denominada en dólar. “Para aprovechar el extra que aporta, unos dos puntos más que en la deuda europea. Hay que asumir un poco más de riesgo y diversificar”, comenta. “También hay que estar atento a los mercados para dar con oportunidades, no vale coger una cartera y esperar. Vemos posibilidades en renta fija de emergentes”, siempre en grado de inversión. En esa visión amplia, Thozet, de Carmignac, habla de Argentina, El Salvador o Ecuador, donde sus “historias de recuperación o transición” están generando un impacto positivo. Sus bonos ofrecen rentabilidades del 9%-12% en términos de dólar, se especifica. En Mediolanum optan por los fondos de renta fija como forma de diversificación.

Otra forma segura de ahorrar y conseguir un rendimiento moderado son los depósitos. ¿O lo eran? Tras verse pagos que superaban el 4% en entidades europeas, el panorama es muy inferior para el 2025. Cuentas y depósitos llegan a superan el 3% pero empujan a mirar fuera de nuestras fronteras, salvo en excepciones que obligan a más vinculación –principalmente con la nómina–, limitan la inversión, tienen periodos muy cortos u obligan a productos cruzados. La tendencia es a seguir recortando. En la gran banca española la cifra es incluso menor.

Se espera un año estable en el oro, con los bancos centrales como gran tracción

Si hay sorpresas por venir y toca refugiarse, el oro siempre se ofrece. El World Gold Council, referente global, apunta que el consenso es de “un año positivo pero mucho más modesto”. El metal cierra el 2024 con su mayor repunte en dos décadas, respaldado en unos recortes de la Fed que en el 2025 se podrían frenar. Los analistas de ING prevén un precio medio de 2.760 dólares la onza, similar al actual. El respaldo vendrá de compras de los bancos centrales, aunque las tensiones comerciales y geopolíticas, según se den, pueden aumentar su atractivo de refugio. En esa búsqueda de cobijo para algunos el oro es digital y se llama bitcoin. Aquí, prudencia: sobre saber si está caro o barato, tras tocar los 100.000 dólares, “no lo podemos valorar”, señalan en Creand AM, aludiendo a que no hay bases de análisis como en otros activos. Sea cual sea el perfil, el 2025 obliga a estar atento para cazar ganancias.

Lee también
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...