El caso de Santi Mina no es, por desgracia, el único en el fútbol. La condena al delantero del Celta se une a otros lamentables capítulos donde uno o varios jugadores han abusado, incluso agredido sexualmente, a mujeres, menores en algunas situaciones.
En 2020, tres jugadores de la Arandina fueron condenados por violar en grupo a una niña de 15 años. En un principio, la Audiencia de Burgos les castigó con 38 años de prisión en total, pero el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, tras aceptar el recurso de la defensa, absolvió a uno de los implicados y rebajó a cuatro y tres años las penas de los otros dos. Este caso fue comentado en un audio de forma totalmente desafortunada por el actual técnico del Rayo femenino, Carlos Santiso, que no fue sancionado por el club madrileño.
Benjamin Mendy y Mason Greenwood, entre otros, están a la espera de sentencias judiciales sobre posibles delitos sexuales
En España, también fueron condenados a dos años de prisión los jugadores Sergi Enrich y Antonio Luna por difundir un vídeo sexual junto a una mujer en 2016, cuando eran jugadores del Eibar, que tampoco les castigó oficialmente. Por otra parte, el Juzgado de Primera Instancia de Llíria abrió hace unos días una investigación contra Rubén Rochina, en las filas del Granada, por supuestos abusos sexuales.
Los delitos de futbolistas contra mujeres son recurrentes en el mundo, aunque solo algunos, sobre todo los que atañen a jugadores conocidos, tienen repercusión. En Inglaterra, Mason Greenwood ha sido apartado recientemente del Manchester United a la espera de ser juzgado por violación y agresión sexual a su novia. Más grave aún es el caso de Benjamin Mendy, suspendido por el Manchester City, que se encuentra en libertad bajo fianza y acusado de nueve cargos de violación.
También salió a la luz el caso de la modelo Kathryn Mayorga, que denunció en 2018 a Cristiano Ronaldo por un supuesto abuso sexual en Las Vegas en 2009. La estadounidense aceptó en un principio un pacto para guardar silencio, pero nueve años después emprendió acciones legales alegando que en ese momento estaba “mentalmente incapacitada”.
Neymar también fue denunciado, en este caso por violación, aunque la justicia brasileña archivó el caso. En cambio, los tribunales italianos dictaron una pena de nueve años de prisión a su compatriota Robinho por violación.