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Peligra la supervivencia de The Cavern, el club donde empezaron los Beatles

Restricciones frente al Covid-19

El local está clausurado desde principios de la primavera y sus propietarios pierden más de 35.000 euros a la semana

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El famoso pub The Cavern donde empezaron a tocar los Beatles en Liverpool.

iStockphoto

Los Beatles pueden morir por segunda vez, daños colaterales de la pandemia. The Cavern, el icónico club de la Mathew Street de Liverpoo l donde se dio a conocer la banda en los años sesenta, corre peligro de cerrar por las restricciones impuestas por el gobierno británico para combatir la propagación del virus. Clausurado desde principios de la primavera, sus propietarios pierden más de 35.000 euros a la semana. Y aunque era un magnífico negocio en tiempos normales, el colchón de un millón y medio de euros acumulado se ha quedado ya reducido a la mitad.

“El cierre de The Cavern sería una tragedia para la ciudad y para todo el mundo de la música”, ha proclamado el alcalde de Liverpool, Joe Anderson, quien sin embargo descarta cualquier tipo de ayuda financiera por parte del ayuntamiento “en vista de la gran cantidad de conciudadanos que se han quedado sin trabajo y están pasando hambre, y que han de ser la primera prioridad”. Cualquier asistencia ha de provenir de las autoridades centrales de Londres, y no sólo para el club asociado para siempre con los Beatles. También para instituciones legendarias del panorama musical de la capital como el Ronnie Scott’s, el Jazz Club, el Ministry of Sound, el Academy de Brixton, el Bush Hall...

Ayudas

El Gobierno ha concedido 1.750 millones al mundo de la cultura, pero el grueso se lo llevan los grandes museos

La Administración Johnson ha anunciado un paquete de 1.750 millones de euros en ayudas al mundo de la cultura (una combinación de donaciones y préstamos a bajo interés), pero los principales beneficiarios son los grandes museos y compañías emblemáticas como la Royal Shakespeare, la Royal Opera o el Royal Ballet. Los clubes musicales privados se encuentran muy abajo de la lista, y en todo caso les llegarán sólo las migajas. Nada como matar el hambre, y menos aún sobrevivir.

Muchos, además, habían realizado una considerable inversión (medidas para garantizar la distancia social, desinfección de hasta las patas de las mesas, elaboración de programas, contratación de actuaciones...) para reabrir el 1 de agosto pasado, la fecha original dictada por el Gobierno, que en el último momento fue pospuesta dos semanas ante la reaparición de rebrotes en localidades como Leicester, Oldham y Preston. Ello fue un duro golpe moral y económico. Desde el pasado fin de semana tienen luz verde para recibir público con numerosas restricciones y sólo un 35% del aforo, pero prácticamente ninguno lo ha hecho. The Cavern –que ya ha despedido a 20 personas de su plantilla– volverá a finales de mes con conciertos virtuales. Todos hacen planes tentativos para septiembre, sin tenerlas todas consigo. Y siguen perdiendo dinero.

The Cavern Club, en Liverpool, es el local donde debutaron los Beatles

Wikimedia Commons

Pero de todos los posibles cierres, ninguna impresiona tanto como el del club de Liverpool (nombrado en honor al parisino The Caveau), que abrió sus puertas en enero de 1957 y ocho meses después recibió en su escenario a The Quarry Men, la banda que tenía John Lennon. En 1960 llegaría Ringo Starr con Rory Storm and The Hurricanes, y en el 61, tras su paso por Hamburgo, harían los Beatles la primera de 292 apariciones. Brian Epstein los vio actuar, y se ofreció como mánager.

La pandemia ha conseguido cerrar The Cavern (casi un millón de visitantes al año) por sólo la tercera vez en toda su historia. La primera ocurrió en 1973, cuando tuvo que cambiar de dirección (al núm. 7 de la misma Mathew Street, a un par de puertas de distancia) porque la compañía británica de ferrocarril adquirió el local para construir un conducto de ventilación que nunca llegó a realizarse. Una década más tarde, el jugador del Liverpool Tommy Smith y un socio compraron el viejo espacio –convertido en aparcamiento–, y reconstruyó el club en su lugar y versión primigenios, con cinco mil ladrillos originales. La segunda fue en 1989, durante año y medio, debido a la crisis financiera. Los actuales propietarios son Bill Heckle y Dave Jones, que tienen también la empresa que ofrece tours de las casas donde vivieron de niños los integrantes de la banda, y de lugares citados en sus canciones como Penny lane y Strawberry Hill.

Menos restricciones

Los locales de música en vivo pueden abrir desde el pasado fin de semana, pero por ahora pocos lo han hecho

Aunque The Cavern es una pieza fundamental en la historia de los Beatles, también ha contado con la presencia de otros gigantes de la música como Rolling Stones, David Bowie o Stevie Wonder. Y más recientemente, durante el confinamiento, de Adele. Abierto a un amplio abanico de estilos y tendencias –lejos del fundamentalismo original de que sólo se tocara skiffle, por cuya ruptura John Lennon se llevó una buena bronca–, los planes para el futuro están en entredicho, no sólo por los problemas económicos sino porque está claro que, si hay rebrotes, lo primero que cerrará el Gobierno son los clubes (las discos siguen sin permiso para abrir).

Una imponente estatua de bronce de The Beatles en la ribera del río Mersey de Liverpool

Flickr

Otra institución que está a verlas venir es el Ronnie Scott’s, un club de jazz del Soho por el que han pasado todas las leyendas (Charlie Parker, Dizzie Gillespie, Miles Davis, Chick Corea, Winston Marsalis, Glenn Miller...), y que ha tenido que volver a congelar toda la comida que había comprado para la frustrada reapertura del 1 de agosto. Nació en la Gerrard Street, criatura de un saxofonista, que le da nombre y con 20 años se gastó todos sus ahorros en un viaje a Nueva York para ver actuar en directo a sus ídolos en locales como The Three Deuces. A la vuelta, con un préstamo de su padrastro, adquirió un local que servía para que descansaran los taxistas, y que con el tiempo se hizo mítico. El éxito le permitió trasladarse a uno más grande en la Frith Street.

Su futuro depende ahora de lo que pase con la pandemia. Como el de The Cavern , el 100 Club, el Barrowlands Ballroom de Glasgow, el Roundhouse y muchos otros, con tantos recuerdos y momentos inolvidable, que forman parte de la historia.