Tan, que es hija única, vive a miles de kilómetros de sus padres. Pero esta joven originaria de Shengyang, una fría ciudad del nordeste de China, ha encontrado en Barcelona a un grupo de personas que cuida y quiere como a su familia. Y no es para menos, porque Arthur, Mariela, Moonsun, Gabrielle, Anton y sobre todo su pareja, Woody, la han ayudado a alcanzar el sueño de abrir su propio restaurante. Juntos hacen funcionar Mikan, un pequeño pero confortable local de la calle Aribau donde sirven tapas del nordeste de Asia y vinos naturales. Este negocio, en el que Tan es la chef, empezó su andadura hace medio año y ya es todo un éxito.
Antes de eso, esta afable cocinera estudió empresariales en Japón y trabajó para grandes compañías del sector alimentario. Pero entonces realizaba tareas alejadas de los fogones y siempre terminaba haciéndose la misma pregunta: “¿De verdad me quiero dedicar a esto el resto de mi vida?”. Nunca le dio miedo dejar atrás viejos proyectos para empezar otros nuevos, porque era su felicidad lo que estaba en juego. Una valentía que podría haber heredado de sus abuelos, que huyeron de Corea del Norte siendo muy jóvenes y se instalaron en China para formar una familia lejos de aquel régimen.
Mikan
Los vegetales son una parte esencial de las cocinas del noreste de Asia, algo que se ve reflejado en la carta
De su abuela también heredó sus conocimientos sobre cocina coreana, mientras que su madre le mostró la cara más casera de la gastronomía china. Por esta razón en Mikan se elaboran platillos que combinan ambas culturas, entre las que la chef encuentra muchas similitudes, como el uso recurrente de salsa de soja o de condimentos picantes. La propuesta de este restaurante también presenta influencias japonesas, de cuando Tan vivió allí.
Los vegetales son otra parte esencial de estas cocinas, algo que se ve reflejado en la carta. La ensalada de pepino con katsuoboshi; los fideos de arroz con shiitake, soja y aceite picante; o las sabrosísimas setas eringi salteadas con ajo, yuzu ponzu y mantequilla son algunos ejemplos. El tofu es otro ingrediente habitual, porque “he crecido comiendo tofu y me encanta. No es un alimento solo para vegetarianos”, insiste.
La carne y el pescado no se quedan fuera y lucen en platos como la ensalada de ternera con cilantro, ajo y chili rojo, que es fresca y picante; las gambas con salsa de wasabi o el katsu de lomo ibérico, crujiente por fuera y deliciosamente tierno por dentro.
Las tapas asiáticas que elaboran Tan y su equipo, pensadas para compartir, son sencillas y gustosas –“como la cocina con la que crecí, que es mucho más que sushi, ramen y arroz frito”, afirma la cocinera–, y las cambian según la temporalidad. Proponen acompañarlas con vinos de pequeños productores y de baja intervención, que escogen minuciosamente. Al mediodía, además, ofrecen un asequible menú presentado como un bento, con un principal y varias guarniciones.
¿Y qué significa Mikan? Es ‘mandarina’ en japonés, la fruta favorita de Tan y el nombre de su gato, imagen de este local donde también hay música en vivo algunos fines de semana. “Otra de mis grandes pasiones”, concluye.
Mikan
DIRECCIÓNC/ d'Aribau, 158, 08036 Barcelona
931 38 84 71
https://www.mikanbarcelona.com