Que vuelva la pizza a las escuelas del país con más obesos del mundo
Opinión
Trump ha derogado esta semana la ley nutricional impulsada por Michelle Obama durante el mandato de su marido
Las pizzas vuelven a los colegios de EE.UU. por orden de Trump
En uno de sus mordaces documentales dedicados a diseccionar la sociedad norteamericana, el cineasta Michael Moore tomó la decisión de invadir Europa con su cámara con el fin de mostrar algunos de los beneficios de la sociedad del bienestar europea frente a los sempiternos problemas socioeconómicos de la American way of life.
En manos de un cineasta menor, el recorrido europeo por Italia, Finlandia, Alemania y un largo etcétera de países hubiera podido convertirse en un viaje a la japonesa, pero Moore, como siempre, logró hacer un brillante, inteligente e inquietante retrato de dos sociedades comunicadas por dos océanos, el Atlántico y el capital, al que bautizó con el provocativo título: ¡Qué invadimos ahora?.
“Fue en Francia donde el cineasta ahondó en los beneficios de una buena alimentación en la educación primaria”
Si en Eslovaquia, Moore quiso mostrar los beneficios que suponía una universidad gratuita para todos sin importar el origen social del alumno, fue en Francia donde el cineasta ahondó en los beneficios de una buena alimentación en la educación primaria teniendo en el punto de mira el rancho con el que eran castigados los bisoños estómagos estadounidenses.
Por su constitución, Moore es, seguramente, la prueba de la mala nutrición a la que han sido sometidos históricamente los alumnos de los colegios de los Estados Unidos con el resultado de ser el país con más obesos del mundo. ¡Y en grasa corporal si es la mayor nación de la Tierra, señor Trump!
“La última decisión tragicohilarante del presidente Trump ha sido derogar la ley nutricional impulsada por la anterior administración”
Los resultados del viaje nutricional de Moore por tierras francesas fueron concluyentes y útiles para una administración demócrata que, de la mano de Michelle Obama, estaba intentando implantar la Healthy, Hunger-Free Kids Act 2010 , una nueva ley de nutrición infantil, que buscaba mejorar la calidad de los alimentos que los alumnos recibían en las escuelas con la introducción, en los menús, de frutas y verduras y la eliminación en las máquinas expendedoras de los productos hipocalóricos y con un alto contenido en azúcares. Lamentablemente, los esfuerzos de Moore y Obama han quedado en saco roto.
La última decisión tragicohilarante del presidente Donald Trump ha sido derogar la ley nutricional impulsada por la anterior administración con la excusa de defender la libertad del individuo y de los centros educativos. “Un regalo para los norteamericanos”, palabras del mandatario, “en el día de mi cumpleaños”, o una muestra más de una mente obsesiva que ve, incluso, pruebas irrefutables de izquierdismo en las verduras y las frutas que son base de la dieta saludable.
“Sea la industria cárnica o las asociaciones como el Consejo Nacional de la Patata, ya empiezan a frotarse las manos y a sacar brillo a sus cajas registradoras”
Todos los que han visto con pavor la nueva medida presidencial, desde la Asociación para una América más saludable, hasta el más anónimo de los “izquierdistas” amantes de una dieta equilibrada, han recibido la misma respuesta: frente a la imposición, la libertad del alumnado de elegir comida nutritiva y apetitosa. O lo que es lo mismo, comida basura y barata. Y los que la han visto con agrado, sea la industria cárnica o las asociaciones como el Consejo Nacional de la Patata, ya empiezan a frotarse las manos y a sacar brillo a sus cajas registradoras.
Cuando Donald Trump subió al poder y se hicieron públicas sus preferencias culinarias, – pastel de carne, hamburguesa Mcdonald’s, pollo KFC, pizza, tacos, pastel de chocolate y Diet Coke –, ya se hizo evidente que su grito de guerra, America First, no tenía como objetivo luchar contra la obesidad infantil, y los hechos han dado la razón a los que lanzaron los primeros gritos de alarma.
“La mayoría de 'políticos' que llegaron al poder con la etiqueta de esperpentos, terminaron siendo una tragedia a escala mundial”
No sé si la próxima medida de Trump será la de demostrar que la Tierra es plana, pero como sucedió en el siglo XX, la mayoría de “políticos” que llegaron al poder con la etiqueta de esperpentos, terminaron siendo una tragedia a escala mundial. Por suerte o por desgracia, en el caso de Trump aún nos queda un as en la manga: las elecciones presidenciales de otoño de 2020.