Hay algunos alimentos que tenemos claro que hemos de lavar antes de consumirlos, como es el caso de la mayoría de las frutas y las verduras. Sin embargo, con otros surgen dudas, por ejemplo con el arroz. Hay quienes tienen interiorizada la costumbre de enjuagarlo con agua antes de cocinarlo, mientras que otros pasan directamente a su cocinado.
Heinz Wuth es un experto en gastronomía científica y desde su perfil de Instagram (@soycienciaycocina, con 1,8 millones de seguidores) comparte contenido relativo a seguridad alimentaria. En una de sus publicaciones recientes, aborda la duda sobre si es necesario o no lavar el arroz antes de cocinarlo.
¿Es necesario lavar el arroz antes de cocinarlo?
Indica el experto que lavar el arroz es principalmente un tema de culturas, puesto que hay países donde se hace y en otros no. Si bien hay quienes lo enjuagan con el objetivo de que quede más suelto después de cocinarlo, para otras personas es una cuestión de eliminar los posibles restos de arsénico presentes en este alimento.
En este sentido, Heinz Wuth indica que al lavarlo principalmente eliminamos el polvo resultante de la producción que queda al envasarlo, mientras que apenas eliminamos un 1 % del almidón al lavarlo dos veces. “Un efecto interesante es que al cocinarlo notamos que queda más suelto y graneado, es menos pegajoso a diferencia de uno sin lavar”, matiza.
Pero volviendo a la cuestión del arsénico, indica que “si bien es cierto que el arroz naturalmente tiene arsénico debido a las aguas y suelos donde crece, los niveles varían según el país y cada entidad gubernamental hace sus recomendaciones”. Además, subraya que al lavarlo unas cuatro veces removemos entre el 10 y el 28 % del arsénico, mientras que en la cocción se retira mucho más.
Con el objetivo de eliminar el arsénico, añade que otra técnica común es hervirlo en abundante agua y luego filtrarlo. En conclusión, el experto declara que “lo más recomendado es comer una dieta equilibrada y moderar el consumo de arroz pero, como dato, el arroz blanco tiene un promedio de 92 partes por billón, lo que significa que para tener problemas tóxicos deberíamos comer en cinco años más de una tonelada de arroz para lograr diez gramos de arsénico inorgánico, que es la dosis máxima”.
Teniendo esto en cuenta, podemos consumir el arroz sin lavar sin preocuparnos por el arsénico, por lo que quedará en manos de cada usuario optar por enjuagarlo a fin de que, tras su cocción, quede más suelto, lo cual dependerá de los gustos personales y del plato al que vaya a destinarse dicho arroz. No en vano, no es lo mismo hacer una paella que destinarlo a piezas de sushi.