Los catalanes, entre los que leen menos las etiquetas cuando van al súper

De todo el país

Siete de cada diez no consultan la información impresa en los envases de los alimentos porque “la información no es clara y muchos términos no son fáciles de entender”, señala un nuevo estudio

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Uno de los problemas de las etiquetas es que su letra es muy pequeña

La mayoría de consumidores no leen la etiquetas, pero en Catalunya el problema es mayor

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Leer las etiquetas de los alimentos no es un hábito consolidado en España. Pero hay comunidades autónomas donde esta acción tan necesaria para hacer buenas elecciones alimentarias se practica todavía menos, como sucede en Catalunya. Pese a que nueve de cada diez ciudadanos del territorio se muestran preocupados por sus hábitos alimentarios, siete de cada diez no leen la información impresa en los envases de los alimentos. 

Es la conclusión del I Estudio sobre el Uso y la Interpretación del Etiquetado de Alimentos de la Fundación Española de la Nutrición a propuesta del Grupo Gallo, en que han participado 4.640 personas de entre 18 y 70 años de 17 comunidades autónomas. La investigación también muestra que ocho de cada diez consumidores consideran que la información proporcionada en el etiquetado no es clara y consideran que muchos términos son difíciles de entender. Solo un 7% asegura comprender todo su contenido. 

Pese a no leer las etiquetas

Nueve de cada diez catalanes se muestran preocupados por sus hábitos alimentarios

El etiquetado ayuda a saber qué contiene cada alimento y en qué porcentaje para así poder hacer una mejor elección en la elaboración de unos menús más saludables, equilibrados y moderados, pero una gran parte de la población no hace un uso adecuado. “De forma generalizada, los consumidores no comprenden el contenido de las etiquetas de los productos o no saben cómo interpretarlas adecuadamente. Esto genera una creciente demanda de etiquetas más comprensibles”, señala Rosaura Leis, presidenta de la Fundación Española de la Nutrición (FEN), en un comunicado. 

La percepción de que no les aporta información relevante para su alimentación, además del tamaño de la letra y la falta de tiempo, son algunos de los motivos por los cuales los encuestados no leen las etiquetas de los alimentos. “Es fundamental que los consumidores puedan entender fácilmente la información nutricional y los ingredientes de los productos que adquieren. Nosotros ya estamos llevando a cabo este esfuerzo, implementando etiquetas más transparentes y comprensibles”, destaca por su parte Fernando Fernández, presidente ejecutivo de Grupo Gallo.

Es importante leer las etiquetas, tanto de la carne como de otros alimentos

Las etiquetas muestran información nutricional clave

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Catalunya es una las comunidades autónomas con menor hábito de lectura de etiquetas: solo un 30,5% de los catalanes afirma leerlas siempre o casi siempre. Además, un 48,8% reconoce hacerlo de forma ocasional, un 10,2% únicamente en determinados productos y un 10,5% admite no leerlas nunca. También se registran cifras bajas en Aragón (30,4%), Navarra (30,3%), Galicia (30,2%), Comunidad Valenciana (30%) y Asturias (28%). En el otro extremo, Canarias encabeza el ranking con un 41,5%, seguida de Baleares (38,3%) y Andalucía (36,5%).

En todas las comunidades, la razón principal para no leer las etiquetas es la falta de tiempo (35,6%), la reducida dimensión de la letra (33,9%) y la percepción de irrelevancia de la información que aportan (30,5%); además de la desconfianza (11,9%);

Motivos

La razón principal para no leer las etiquetas es la falta de tiempo (35,6%) o la reducida dimensión de la letra (33,9%)

Los resultados en Catalunya sorprenden si se tiene en cuenta que tres de cada cuatro catalanes admiten que la información del etiquetado les influye mucho (18,6%) o bastante (57,1%) al realizar la compra. Además, siete de cada diez consumidores muestran interés en conocer la composición del producto para mantener una dieta equilibrada, mientras que el 61,5% se interesa por la calidad y seguridad alimentaria. 

En cuanto a la idoneidad de la información en las etiquetas, un 24,8% considera suficiente para elegir la mejor opción, mientras que un 64,6%, opina que depende del tipo de producto. Solo un 10,6% asegura que la información no es suficiente para casi ningún producto.

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El estudio también muestra que la atención que se presta en las etiquetas varía según el producto: los catalanes se fijan más en el etiquetado de productos nuevos o desconocidos (68,1%), seguidos de envasados (62,4%) y procesados o ultraprocesados (57,5%). En cambio, prestan menos atención a los alimentos percibidos como saludables (27,4%), probablemente a causa de la confianza en su calidad percibida.

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