Natalia Garcia-Giralt es bióloga del Hospital del Mar, investigadora sobre fragilidad y envejecimiento saludable del CIBER (Centro de Investigación Biomédica) y profesora de Genética de la Universidad de Barcelona. La especialista ha ofrecido, en el programa Versió RAC1, algunas ideas interesantes sobre la salud y el envejecimiento.
“A los 60 años el sistema inmunitario se agota, se acumulan las células zombi”, afirmaba. A esa edad, según Garcia-Giralt, es más común contraer infecciones y enfermedades más fácilmente. "Además, has acumulado células senescentes, que se llaman de manera coloquial células zombi, son células vivas, pero que no hacen su función”, relataba.
Aparte de esta, otras de sus explicaciones son grandes reflexiones que merece tener en cuenta. Repasamos tres de ellas, aspectos muy comentados sobre el envejecimiento humano.
Tener buen aspecto no siempre es sinónimo de salud
¿Tener aspecto joven es sinónimo de tener buena salud y un cuerpo en buen estado? “Cada órgano y cada tejido tiene su propio ritmo de envejecimiento, y cada persona tiene un órgano diferente que le puede envejecer más o menos. Hay gente que tiene un envejecimiento más pronunciado en el corazón, otros en el hígado, otros en la piel… En quien tiene el envejecimiento en la piel, es más fácil de detectar. En cambio, puede que alguien tenga la piel muy bien, pero los riñones envejecidos”, explica la especialista.
El peso de la genética es relativo
¿Pesan más los hábitos o la genética? Esta es una de las grandes cuestiones sobre el envejecimiento. “Lo que se llama la heredabilidad del envejecimiento es de un 25 o un 30%; eso es lo que recibes, una lotería. Recibes los genes de tus padres, te tocan cartas buenas o malas, pero tú puedes jugarlas. Eso es la epigenética, son modificaciones de la genética. Tú tienes una secuencia de ADN, inalterable, pero tú puedes modificar la expresión de los genes, con tu estilo de vida”, comenta Garcia-Giralt.
Hábitos: necesitamos alegría, pero cuidado con el azúcar
Dieta sana, ejercicio físico, cero tóxicos como tabaco o alcohol… Nos sabemos de sobras las reglas para tener buena salud. Pero no siempre son fáciles de seguir, ni motivadoras. Ante esto, la investigadora receta equilibrio entre austeridad y alegría.
“Tenemos que encontrar un equilibrio entre ser felices y los buenos hábitos, porque la felicidad también previene el envejecimiento. Si te obsesionas por mantener un estilo de vida perfecto, la vida se te hace larga. Debes encontrar un equilibrio entre llevar un buen estilo de vida pero también ser un poco feliz”. Eso sí, Garcia-Giralt menciona un aspecto: “Ya está muy demostrado que la restricción calórica y el ayuno intermitente favorecen un envejecimiento saludable”.
Tenemos que encontrar un equilibrio entre ser felices y los buenos hábitos, porque la felicidad también previene el envejecimiento
Una clave para la bióloga del Hospital del Mar es “evitar el azúcar refinado, que es veneno para nuestras células cuando envejecemos, provocando la aparición de productos de glicación avanzada y la resistencia a la insulina. El azúcar al ser dulce nos gusta y además puede crear dependencia, pero debemos evitar comerlo en exceso”.