Emma Suárez, 60 años: “Voy a yoga con una profesora maravillosa; Ariadna Gil, Maribel Verdú y yo empezamos con ella hace años”

Vips Séniors

“Nos han comido mucho la cabeza con estar jóvenes, unos cánones de belleza que provocan problemas mentales”, dice la actriz, que estrena el 10 de enero su nueva película, ‘Desmontando un elefante’, en la que interpreta a una arquitecta que lucha contra su adicción al alcohol

Horizontal

Emma Suárez, en una imagen de este 2024, con motivo de su participación en el BCN Film Fest. 

Mané Espinosa / Propias

Su nombre forma parte de la gran historia del cine español. Ganadora de tres Premios Goya –dos de ellos la misma noche, en 2017, a mejor actriz protagonista y de reparto–, y reconocida con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 2020, Emma Suárez es de esas actrices que se transmuta en cada uno de los personajes que interpreta. “En realidad, lo que hago es estudiar mucho”, matiza ella.

Para preparar a Marga, la protagonista de Desmontando un elefante, de Aitor Echeverría, una arquitecta recién salida de un centro de rehabilitación para superar su alcoholismo, reconoce haber hecho “un profundo trabajo de investigación”. Habló con terapeutas, pacientes y familiares y asistió a sesiones de terapia. Ella y su hija en la ficción, Natalia de Molina, están extraordinarias. “Esta película se cuenta desde el silencio, desde las miradas”, explica Suárez, que señala que la conexión con de Molina ha sido tan profunda que “es de esas que se te quedan dentro”.

Lee también

Ramón García, 63 años: “Estoy seguro de que volveré a dar las Campanadas y ya seré yo quien algún día diga ‘hasta aquí, ya no doy más’”

Pacho G. Castilla
Ramón García, presentador, en una imagen de archivo

¿Cómo recuerdas tu infancia?

Me recuerdo jugando, en familia, con mis hermanos…

Al cine llegaste, casi de chiripa, con 14 años. ¿Qué te atrapó?

La posibilidad de convertirme en otra, de transformarme y expresarme a través de ese disfraz. En definitiva, la posibilidad de seguir jugando.

Qué bonito cómo lo has hilado. ¿Qué le dirías a la Emma Suárez de 14 años, si pudieras?

Le diría no tengas miedo, confía en ti misma.

En Desmontando un elefante, de Aitor Echeverría, Natalia de Molina y tú estáis extraordinarias como madre e hija…

Cuando son películas de temas profundos, que pueden tener consecuencias en los espectadores, o al menos provocarles una reflexión, sientes una mayor responsabilidad y se agradece que validen tu trabajo. Entre nosotras se creó un vínculo muy especial, muy estrecho, al interpretar a madre e hija.

Lee también

Santiago Segura, 59 años: “Estuve tomando colágeno para los huesos, pero leí que es como comerse un ordenador para ser más inteligente”

Paka Díaz
Santiago Segura

El alcoholismo es un problema generalizado, una droga legal absolutamente normalizada en nuestra sociedad

Emma Suárez

¿Qué has aprendido de esta película?

Que el alcoholismo es un problema generalizado, una droga legal absolutamente normalizada en nuestra sociedad. No somos conscientes de las consecuencias tan graves que tiene. Cuando quedas con una persona, por ejemplo, le dices ‘nos tomamos una cerveza’. Y en una reunión, se cuestiona a quien no bebe alcohol. También he aprendido que las mujeres alcohólicas están más estigmatizadas que los hombres. Y que las personas que hacen un esfuerzo increíble para salir de este problema, merecen todos mis respetos.

¿Cómo es el proceso para salir de una adicción, es diferente para las personas más mayores?

A mi parecer, tienen que hacer un trabajo de reconstrucción de su identidad, cambiar los hábitos de su vida y sus relaciones, es un acto de valentía. Para las personas más mayores es más difícil porque llevan más tiempo conviviendo con la adicción. La película también está enfocada hacia las relaciones familiares y el conflicto que provoca, quieren ayudar, pero no saben cómo. Lo que hay que hacer es pedir ayuda.

Hay una deshumanización peligrosa que pone en riesgo valores como la solidaridad, el respeto y la convivencia

Emma Suárez

¿Nos cuesta pedir ayuda?

Mucho. Hay que ponerse en manos de profesionales, e intentar hablar del tema. Pero, ¿cuántas personas conviven con una adicción creyendo que no la tienen? El autoengaño es muy frecuente.

La relación de tu personaje con su familia es asfixiante, la infantilizan e incluso acaban por ella las frases…

A las personas con adicciones se las trata como si no fueran válidas. Se las victimiza y eso agrava su situación. A esta sociedad le falta empatía, creo que es importante ponernos en el lugar del otro. Hay una deshumanización peligrosa que pone en riesgo valores como la solidaridad, el respeto y la convivencia.

¿Te ayudó esta película a dejar de fumar?

Sí, lo dejé el año pasado, me incomodaba la dependencia. Luego estuve rodando en el Moncayo en una cueva con humo artificial, para una película que se llama Ancestral. Eso me afectó a los pulmones y tuve una bronquitis aguda. Lógicamente, dejé de fumar. En nuestro imaginario permanece esa imagen del fumador bohemio, con los libros y el cigarro. Antes, cuando me maquillaban, ya estaba pensando en el cigarrillo que me iba a fumar después, o me sentaba a leer un guion con el paquete de cigarrillos al lado.

La voluntad y el convencimiento son imprescindibles (para dejar de fumar)

Emma Suárez
Rodaje de 'Desmontando un elefante'

Rodaje de 'Desmontando un elefante'. 

Cedida

¿Y cómo has roto con todo eso?

Me di cuenta de que me generaba ansiedad. Lo llevé con cautela y apliqué lo que había aprendido con las adicciones. Cada día me lo tomaba como uno más, y hasta hoy. No lo echo de menos. Eso me hace pensar que es un acto de decisión personal, la voluntad y el convencimiento son imprescindibles. Yo solía comprar los paquetes de dos en dos. Ahora, cada vez que paso delante del estanco, me dan ganas de entrar y decirle, oye, que ya no fumo.

¿Cómo ha sido para ti conciliar en el cine?

Sinceramente, yo también me lo pregunto. Mis hijos ya son mayores, pero cuando veo madres jóvenes con niños pequeños, me impresiona haber sido capaz. Me dedico a un oficio en el que no hay horarios estables, es muy difícil conciliar porque no le puedes decir a alguien que venga de tal a tal hora. Mi trabajo es variable, viajo constantemente, ruedas de día, de noche… ¿Sabes cómo lo he hecho? Con mucho amor.

Mi mamá murió el año pasado, pero sigue en mi vida, más presentes incluso que antes

Emma Suárez

En un post en Instagram le dabas las gracias a tu madre… ¿Te ayudó mucho?

Sí, siempre. Ella venía muchas veces a mi casa cuando mis hijos eran pequeños, para cuidarlos y se quedaba a dormir. Mi mamá se murió el año pasado, en noviembre, pero sigue en mi vida, más presentes incluso que antes. Porque mueren, pero les sigues teniendo ahí.

En tu Instagram hay mucho agradecimiento, y sororidad…

Siento mucha admiración por las mujeres. Las mujeres tenemos algo muy empático y no solemos pensar en nosotras mismas, sino en el círculo de personas que nos rodean, familiares, padres, hermanos, hijos, amigos, amigas… Muchas veces somos las últimas de la fila, nos ocupamos más de los demás que de nosotras mismas.

Lee también

Echo de menos cuidar a mi mamá con Parkinson, era muy doloroso verla sufrir, pero había mucho amor 

Emma Suárez

¿Has aprendido a ponerte tú primero?

No, no puedo. Influye mucho que la maternidad te cambia completamente la vida. Es inevitable pensar en los hijos más que en ti misma, aunque sean mayores, da igual, hay un vínculo que no se rompe nunca. Eres responsable de atender y cuidar, pero para hacerlo es necesario que tú estés bien. En ese sentido sí, me cuido. Aunque a veces también he sentido soledad, quizá nos pasa un poco a todas las madres.

Los cuidados pueden suponer un gran peso…

Sí, sin embargo, yo echo de menos cuidar a mi mamá. Ella tenía Parkinson y era muy doloroso verla sufrir, pero me encantaba bañarla, vestirla, ponerla guapa, para que se sintiera bien. A veces era un gran peso, como tú dices, pero había mucho amor también ahí.

Qué bonito lo cuentas…

Es lo que echo de menos. Y sus abrazos.

No me importa mostrar mis arrugas, nos han comido la cabeza con unos cánones de belleza que provocan problemas mentales 

Emma Suárez

¿Es difícil hacerse mayor en el cine, sobre todo para las actrices?

La industria ha sido siempre más dura con las mujeres adultas, pero afortunadamente está cambiando porque ahora hay más directoras. No sé si has visto la serie Querer, una obra maestra que toca temas que nos afectan y de los que hacía falta hablar. Desmontando un elefante está dirigida por un hombre, pero podría estar perfectamente dirigida por una mujer. Es interesante darse cuenta de que el género ya no es tan determinante a la hora de contar una historia.

¿La mirada diversa ayuda a envejecer en el cine?

Claro, creo que es imprescindible que haya igualdad a la hora de dirigir y contar historias. En mi caso he seguido trabajando acorde con mi crecimiento, con mi evolución, y me gusta interpretar personajes que tienen que ver con mi edad y mi momento vital. No tengo ningún interés en volver atrás, ni soy una persona a la que le importe mostrar sus arrugas. Nos han comido mucho la cabeza en ese sentido, con el estar jóvenes y guapas. Unos cánones de belleza engañosos que provocan problemas mentales y falta de autoestima.

Voy a yoga con una profesora maravillosa. Ariadna Gil, Maribel Verdú y yo empezamos a practicar con ella hace años

Emma Suárez

¿Cómo cuidas tu salud mental?

Mi trabajo es terapéutico en ese sentido. Este oficio para mí es una necesidad vital. Ahora mismo estamos de gira con El cuarto de atrás, una novela de Carmen Martín Gaite, dirigida por Rakel Camacho. Ha sido un proceso fantástico. La dramaturgia la ha hecho María Folguera, una escritora formidable. Yo llevaba muchos años sin hacer teatro, tenía muchas ganas de volver y este texto que me enamoró. Estoy disfrutando del proceso creativo, los ensayos, salir al escenario y encontrarme con el público. Esa es mi terapia.

¿Y cómo te cuidas?

¿Físicamente? No creas que tengo mucho tiempo. Cuando el trabajo me lo permite, voy a yoga desde hace años con una profesora maravillosa, Ana Chanfreau. Ariadna Gil, Maribel Verdú y yo, empezamos a practicar con ella después de haber hecho Los hijos de Kennedy juntas. Me ha enseñado a respirar y a tomar conciencia de la vida de forma espiritual.

Lee también

Manolo García, 69 años: “No cambio un baño en el mar o caminar por un bosque ni por 200.000 WhatsApps”

Paka Díaz
Horizontal

El yoga es mi habitación propia

Emma Suárez

¿El yoga es otra forma de terapia?

Es mi habitación propia, como decía Virginia Woolf. Un espacio donde nos encontramos mujeres diversas, nos conocemos desde hace tiempo, y al terminar tomamos un té y conversamos, es muy bonito.

¿Has vivido el #MeToo en el cine?

De niña he vivido en la puerta del colegio el típico sátiro que aparecía con la gabardina y se la abría. Cuando empezaba en el cine, siempre había un reportaje de fotos en las que te convertían en oscuro objeto de deseo. Se buscaba cierta sensualidad, que apareciera sexy, eso me irritaba. Yo era muy joven, estaba empezando, y me di cuenta de que aquello estaba normalizado. Pero he tenido la suerte de trabajar con personas inteligentes, como Mario Gas, Jaime Chávarri o Pilar Miró, que fueron mis guías. Para centrarme en tu pregunta, he vivido situaciones que no necesariamente tienen que ver con el sexo, pero sí con el abuso de poder.

¿A qué te refieres?

Pues que el abuso no necesariamente tiene que ver con el acoso sexual. Muchas veces te sientes intimidada por personas que tienen más poder que tú en un rodaje, que no te tendrían por qué tratar o hablar de determinada manera, pero lo hacen. Siempre he pensado que tendría que haber una asignatura en el colegio que formara parte de la educación, solidaridad.

La felicidad son instantes, momentos, sorpresas, buenas noticias

Emma Suárez

Si miras para atrás, ¿te arrepientes de algo?

Hay cosas que cambiaría, lo que pasa es que también soy como soy, una persona en la que, en general, siempre ha mandado más el corazón que la cabeza. Me diría ‘Emma, esto lo tenías que haber hecho de otra manera’, por ejemplo, en lo material. En eso sí que hubiera tenido que ser más previsora.

¿Qué te gustaría hacer que aún no hayas hecho?

Viajar, pero no trabajando, sino para conocer. Me tomaría un año sabático y me iría hacia el Este.

¿Qué significa para ti la palabra felicidad?

Para mí son instantes, momentos, sorpresas, buenas noticias. Y tiene mucho también que ver con mis hijos, muchísimo.

¿Qué opinas sobre la jubilación?

Me gusta en el sentido de tener tiempo, lo que pasa que también me encanta mi trabajo. Ser actor y jubilarse es contradictorio. ¿Cómo le vas a decir tú a un pintor o a un músico que se jubile? Uno necesita trabajar. Mira nuestra querida Marisa Paredes, que acaba de fallecer, ella estaba preparando una obra de teatro. Así que lo de jubilarme no lo veo claro.

Emma Suárez, en 'Desmontando un elefante'

Emma Suárez, en 'Desmontando un elefante'

Cedida

Al año nuevo le pido paz, por favor

Emma Suárez

¿Has hecho algún sacrificio para llegar hasta donde estás?

No. A veces he tomado decisiones difíciles y a lo mejor no hice proyectos atractivos que me seducían, porque en ese momento tenía otras prioridades, pero eso nunca ha sido un sacrificio.

Tú eres una actriz sin peros, que se transforma en cada personaje, ¿cómo lo haces?

Estudiando, estudiando y estudiando. Me gusta mucho el proceso de observar fuera, pero también mirar dentro, encontrar en mí lo que puedo aportar a un personaje.

¿Cómo definirías tu filosofía de vida en este momento?

Creo que estoy viviendo un momento de transición. Me gustaría ir más a yoga, sin embargo de momento me toca trabajo, trabajo y trabajo. Trato de llegar a todo, pero encontrar el equilibrio es importante, aunque bueno, hago algo que me gusta. Estoy muy orgullosa de la película que hemos hecho y disfruto hablando de ella. La verdad, no sabía que este oficio me iba a gustar tanto cuando empecé.

Y por último, ¿qué le pides al nuevo año?

Le pido paz, por favor. 

Lee también
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...