Las farmacéuticas creen innecesaria una ley que regule su relación con los médicos

La industria de la sanidad (2)

Desde el 2015, la industria publica en sus webs cualquier pago a un profesional Metges de Catalunya

Los médicos españoles, los que más cobran de las farmacéuticas

reportaje domingo Nacho Orovio

Una consulta médica en Barcelona

pedro madueño/archivo.

“Europa es muy diversa, legislar conllevaría riesgos innecesarios”. Habla José Zamarriego, director de la Unidad de Supervisión Deontológica de Farmaindustria, la patronal que agrupa en España a 140 empresas. Un informe sobre 15 de ellas dirigido por el profesor de la universidad sueca de Lund, Shai Mulinari, basándose en datos de la plataforma pro transparencia Euros for Docs, señala que España es el país donde la industria farmacéutica más “transferencias de valor” realiza a los médicos, tal como publicó ayer este diario. El estudio compara siete países.

Con los datos de Euros for Docs, en los que constan cientos de médicos, La Vanguardia realizó un ranking de los quince que entre el 2017 y el 2019 más percibieron desde la industria, todos ellos por encima de los 200.000 € en actividades formativas (cuotas de congresos y viajes y alojamiento en los mismos) o prestación de servicios (honorarios y gastos derivados por actos a los que acudieron como expertos, consultorías, etcétera).

No se nos pone ni un medio para nuestra formación, pero se nos exige la excelencia”

Por debajo de esos quince, el listado incluye a cientos de profesionales, decreciendo desde los 208.836,92 € de A.B.J. (15.ª posición) hasta cantidades irrisorias; la más baja que detectó este periódico fue de 5,5 euros.

Cada industria publica cada año en su web lo que abonó a cada profesional, en virtud de un código que la patronal aplica desde el 2015, que sostiene que la mejor arma contra la suspicacia es la transparencia. De hecho, España es el único país de los siete estudiados por Mulinari en el que la industria publica el 100% de los pagos a los médicos, con nombre y apellidos, o instituciones; en otros países solo se individualiza en parte. “Años atrás –añade Zamarriego– se decía que comprábamos a los médicos, pero no podemos dejar ni vamos a dejar de tener relación con ellos, nuestra alianza es necesaria para la investigación y para los pacientes, y por eso la salida es la transparencia absoluta”. También la Efpia, la unión de europea de farmacéuticas, prefiere la transparencia a una ley.

Lee también

Los médicos españoles, los que más cobran de las farmacéuticas

Gemma Saura, Ignacio Orovio
La asistencia a congresos en el extranjero ha sido durante décadas un sistema para la formación de los profesionales

En sentido contrario opina Joaquín Martínez Montauti, médico y miembro del Observatori de Bioètica de la Universitat de Barcelona, para quien “la transparencia no sé si es muy útil, porque no hay mucha gente que lo sepa, y muchos fondos llegan a fundaciones y no es posible seguirles el rastro. Pero al menos crea conciencia social y obliga a dar la cara”.

“Legislar –defiende– sí sería útil, porque es establecer normas, aunque el núcleo del problema es de marketing y de quién financia la formación continuada” de los médicos. “Los conflictos de interés –prosigue– no son delito. Delito y fraude son otras cosas. Pero los conflictos de interés provocan crisis de confianza, y eso es lo grave. ¿Puedo confiar en alguien que cobra de tres farmacéuticas? Si la sociedad no lo plantea, la formación de los profesionales la asume la industria. A los médicos les interesa para adquirir conocimientos, y eso es lógico”. La solución, en el plano teórico, pasaría porque la formación continua de los médicos la asumiera su hospital: “No estará tan condicionado como si le envía un laboratorio”, opina este médico jubilado.

El presidente del Col·legi de Metges de Barcelona, Jaume Padrós, lamentó ayer en Twitter que la información de este diario podía inducir a pensar en una conducta del colectivo médico en general, aunque declinó después hablar con este diario.

El secretario del sindicato Metges de Catalunya, Xavier Lleonart, lamentó que “contra lo que el titular [de La Vanguardia ] sugería, la información relevante es que la inmensa mayoría de los médicos cobra menos que en todo el entorno europeo y que la formación no está financiada por quien debería”.

“Nadie pone el acento –añadió– en que la formación debería estar a cargo de la empresa que contrata a cada médico. No se nos pone ni un medio para nuestra formación, pero luego se nos exige la excelencia. Es indignante que en la situación en que estamos aparezca esta noticia”. Arcadi Gual, director del Seaformec –un organismo que evalúa qué actividades de formación continua merecen créditos oficiales o no– reaccionó por correo electrónico alertando de la necesidad de diferenciar “lo que son procedimientos no solo legales, sino éticamente correctos y deseables, de los procedimientos (legales o no) pero claramente no éticos que incumplen el código deontológico”. “El mundo médico –añade– entiende como imprescindible que la industria participe en la formación médica continuada. Eso sí, mediante reglas y códigos transparentes. ¿Puede una industria financiar directamente a un médico los gastos (matricula, viaje, hotel) de un congreso? La respuesta es sencillamente no. ¿Cómo podría hacerlo? Esponsorizando a una sociedad científica, un colegio profesional, un hospital o un CAP.

Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...