‘La isla de las tentaciones’: Sandra Barneda abronca a la madre de Andrea y la invita a marcharse

El último debate de La isla de las tentaciones tuvo a Andrea e Ismael como dos de los protagonistas principales. La pareja rompió tras el final del programa y en los últimos días pudimos ver cómo la catalana se arrepentía de haberse marchado con Óscar quien, parece ser, le está siendo infiel. Sin embargo, durante el reencuentro hubo una tercera persona en discordia: Paula, la madre de Andrea.

Tal fue la tensión acumulada durante la entrevista que la matriarca terminó metiéndose de por medio para defender a su hija. Este hecho no gustó nada a la presentadora, Sandra Barneda, que terminó por abroncarla e invitarla a irse del plató. Un encontronazo que enturbió la última entrega del reality.

Mientras Andrea e Ismael trataban de explicar cómo había sido su vivencia en La isla de las tentaciones –cada uno daba visiones completamente opuestas-, Paula, la madre de Andrea, no pudo evitar entrar también en escena al ver a su hija llorar. De hecho, incluso terminó por levantarse del sofá para acercarse hasta la joven. “Me siento si me da la gana”, soltaba la madre después de que Ismael le dijese que se quedase en su sitio.

“Sé que lo has pasado mal, Paula”, le decía Sandra Barneda, “pero no se puede consentir esa falta de respeto. Lo que haya pasado entre vosotros lo aclaráis fuera pero ahora él no te ha faltado el respeto, te voy a pedir que no se lo faltes tú. Ella es mayor de edad y ha sido pareja de Ismael y que asuma lo que ha hecho”.

“Es que no aguanto sus mentiras”, le interrumpió la madre. “Pues si no las aguantas coges y te vas. Lo siento mucho”, replicaba la presentadora de La isla de las tentaciones. Y ante la insistencia de la mujer, la periodista insistía: “Creo que te hemos tratado con todo el tacto, pero te lo digo en serio, si para ti es muy duro, te vas y luego vuelves”.

Aquí Ismael no pudo contenerse más y decidió contar algo que hasta ese momento nadie sabía: Andrea y él se acostaron después de la hoguera final. “Al día siguiente me vienes llorando, duermes conmigo esa noche y te acuestas conmigo y esa es la verdad”, exclamaba malhumorado. Tras la gran confesión, Oscar entró en el plató sin saber a quién creerse.