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El gran despliegue y el Ebro paran el primer fuego de la ola de calor

La Pobla de Massaluca

El incendio en la Terra Alta obligó a movilizar todos los efectivos de bomberos

Ola de calor | Alerta en España por las altas temperaturas, noticias en directo

El peor de los escenarios previstos en La Pobla de Massaluca, un incendio de alta intensidad en medio de la ola de calor, con el termómetro escalando hasta los 42 grados, con humedades bajísimas, por debajo del 30%, rachas de viento de 30 kilómetros/hora y una zona forestal y de vegetación de difícil acceso. En un territorio tan hostil, tres grandes aliados.

El primero, la proximidad con el río Ebro, barrera natural. El segundo, la cercanía con el pantano de Riba-roja y el Matarranya, donde pudieron cargar agua los medios aéreos. El tercero, la no simultaneidad de fuegos importantes ayer tarde en Catalunya y Aragón, una de las grandes amenazas, lo que permitió concentrar efectivos y esfuerzos hasta la medianoche en La Pobla de Massaluca (Terra Alta), en el primer gran incendio de la ola de calor.

Imagen de la vegetación forestal que arde en La Pobla de Massaluca 

Anna Ferràs / ACN

Al final, el fuego, con un potencial inmediato para devastar 450 hectáreas y avanzar desatado hacia Aragón si conseguía saltar el río Ebro, calcinó unas 75 de masa forestal. Poco si se compara con la alarma provocada por un incendio de altísima intensidad.

Entre los bomberos catalanes (115) y los aragoneses (28), con el apoyo del Ministerio para la Transición Ecológica, trabajaron a destajo medio centenar de medios, entre vehículos y dotaciones terrestres (32), y diecisiete elementos aéreos, entre helicópteros e hidroaviones.

Más de 50 dotaciones, entre bomberos catalanes y aragoneses, trabajan a destajo para contener las llamas

Sumaron todo su potencial de extinción para parar el avance de las llamas en el espacio natural protegido de los Tossals d’Almatret y Riba-roja.

El río, que acabó por ser un aliado, centró parte de la estrategia de los bomberos para confinar las llamas. El fuego se pudo estabilizar antes de la medianoche y será controlado previsiblemente esta mañana.

El suceso obligó a desalojar a unas 40 personas del camping Port Massaluca y trasladarlos al polideportivo de Faió, ya en territorio aragonés. El fuego no amenazó ningún núcleo habitado. También se interrumpió la circulación de trenes. Las llamas empezaron, en circunstancias que se están investigando, cerca de esta carretera local (T-7231) y de la estación de trenes local.

Un camping con 40 personas y una explotación agrícola, únicos desalojados tras calcinar 75 hectáreas

Las llamas empezaron, en circunstancias que se están investigando, cerca de esta carretera local (T-7231) y de la estación de trenes local. El primer aviso lo recibieron los bomberos alrededor de las 2 de la tarde, y el fuego creció con rapidez y virulencia, cerca del río Matarranya y el camping.

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Los bomberos sumaron todos los medios posibles ante este escenario que, además, presentaba otro enemigo al acecho. Las previsiones meteorológicas alertaron a los equipos de extinción de un empeoramiento de las condiciones alrededor de las 8 de la tarde, con tormentas secas, un riesgo añadido para encender nuevos focos. Las tormentas, por fortuna, se disiparon con rapidez.

El trabajo de los medios aéreos fue clave, según destacó Ricard Expósito, jefe de los bomberos en el área de emergencias de las Terres de l’Ebre, quien subrayó también la importancia de poder cargar agua muy cerca, en el río y el pantano. “Estamos muy contentos, hemos logrado contener el fuego y que no salte hacia Aragón”, explicó. Las altas temperaturas de la noche, con humedades inusualmente bajas, obligaron a seguir con un fuerte retén de guardia de los equipos terrestres durante la madrugada, a la espera de que esta mañana y con la ayuda de los medios aéreos el fuego se pueda ya controlar y extinguir.