Detenidos tres narcos que cayeron en una trampa policial

La Guardia Civil tendió una trampa a los narcotraficantes para darles caza. Una maniobra conocida como entrega vigilada que los condujo hasta ellos. Los agentes hallaron la droga en un contenedor, oculta entre unos palitos de madera que sirven para las estufas, la intervinieron, pero dejaron que el cargamento con los palitos de madera siguiera su curso hasta llegar a sus destinatarios. Tres días después de que la droga desembarcara en el puerto, los agentes los arrestaron.

La operación se llevó a cabo el miércoles pasado. La Guardia Civil detuvo a tres personas a quienes iba destinado un gran alijo de droga intervenido en el puerto de Barcelona. Agentes de Vigilancia Aduanera, de la Guardia Civil y de la Agencia Tributaria interceptaron media tonelada de cocaína –en concreto 495 kilos– en la instalación portuaria que llegó procedente de Paraguay y que estaba camuflada en 450 paquetes de briquetas de madera, un combustible que se utiliza para las estufas y las chimeneas. En cada paquete se ocultaban 1,1 kilos de droga. La cocaína estaba tan bien escondida que “dificultó enormemente la labor de los perros detectores de narcóticos”, según señaló la Guardia Civil en un comunicado.

Las inspecciones de contenedores se intensifican ante la sospecha de que ocultan cargamentos de droga

En esta inspección, que acabó dando sus frutos, participaron el Servicio Cinológico con dos guías y dos perros antidrogas. La operación fue denominada Confinity-Interdit, que consistió en tender una trampa a los narcotraficantes. Después de encontrar la droga, siguieron el rastro hasta que los condujo al parque logístico de la Zona Franca. Allí encontraron a los individuos que lo estaban esperando y los detuvieron. Los tres arrestados están vinculados a una organización criminal encargada de la importación de este cargamento. El juzgado de instrucción 4 de El Prat de Llobregat se hizo cargo de la investigación. Se les imputa un delito de tráfico de drogas. La empresa destinataria tiene su sede en Barcelona y había declarado la importación de un cargamento de briquetas de madera procedentes de Paraguay.

El hallazgo es fruto de la investigaciones que tiempo atrás inició la Guardia Civil y Vigilancia Aduanera. En los últimos meses, las inspecciones se han intensificado ante las sospechas de que empresas importadoras de mercancía procedente de países sudamericanos estaban introduciendo grandes cantidades de droga a través del puerto de Barcelona. De hecho, a finales del año pasado, las investigaciones se centraron en varias sociedades con sede en Barcelona, cuya actividad era susceptible de encubrir el tráfico de cocaína. Durante los dos últimos meses, se han endurecido los controles las inspecciones y se ha procedido a la apertura de numerosos contenedores que desembarcan en el puerto con especial incidencia en los procedentes de países sudamericanos.