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‘Desenfrenadas’: Cuatro chicas que vale la pena conocer

Plan para la cuarentena

Netflix / 1 temporada de 10 episodios

La sororidad, uno de los mensajes de Desenfrenadas de Netflix.

Netflix

Nos quedamos sin vacaciones de Semana Santa. Bien, podíamos no trabajar pero no había manera de salir de casa y todavía menos de salir del país. Por suerte, el arte (como siempre) es una vía de escape y también una herramienta para transportarte a otro lado. Desenfrenadas de Netflix tiene esta habilidad. Es entrar y sentirte un poco en México y no sólo por el acento del reparto. Es la tierra rojiza, la humedad de los días de tormenta, las casas bajas de los pueblos, los colores de las paredes. Estás en otro lugar y la ventaja es que la historia vale la pena, con reminiscencias de Girls de Lena Dunham y Thelma y Louise de Ridley Scott.

Vera (Tessa Ía), Rocío (Bárbara López) y Carlota (Lucía Uribe) escapan de Ciudad de México por un fin de semana. Una tiene problemas en la empresa de moda (y postureo) en la que trabaja; la otra está de duelo por la muerte de la hermana; y la tercera está en fase expansiva, observando el mundo con ojos de artista y de feminista. La mirada acomodada de las tres, que silencia las verdades que les molestan, se resquebraja cuando chocan con Marcela, una chica con problemas, una pistola que no tiene miedo de utilizar y sin unos padres a los que recurrir. Una chica, en resumen, de las que no existen en el día a día del grupito.

Bebe de 'Girls' de Lena Dunham y 'Thelma y Louise' de Ridley Scott”

Con esta presencia, lo que tendría que ser un fin de semana de borracheras en discotecas y de fotografías en Instagram con mojitos se vuelve un choque frontal con quien son de verdad y quien podrían ser. Los primeros cinco episodios tienen una calidad frustrante por las disputas y las dinámicas tóxicas de las tres ante las adversidades. Pero los últimos cinco episodios recogen estas semillas y dejan que evolucionen los personajes, introduciendo al espectador en el estado mental, comprendiéndolas y dejando que respiren.

El resultado son cuatro arcos dramáticos tan bien presentados, desarrollados y rematados que te recuerdan cómo es de poco habitual encontrarse con personajes tan redondos. Y, además de dejarte con la lagrimita y un recuerdo que perdura, también descubre canciones tan bonitas como Planeando el tiempo de Elsa y Elmar.