El dolor del parto es brutal. Hay quienes lo describen como la peor experiencia de sus vidas, mientras que otros lo ven como un rito de paso inevitable. Pero hay una verdad innegable: ningún hombre lo ha sentido en su propia piel. Quizá por eso algunos subestiman su intensidad... hasta que alguien se propone demostrarles lo contrario de la manera más extrema posible.
Un hombre en China terminó en el quirófano después de aceptar someterse a una prueba diseñada para replicar el sufrimiento de dar a luz. Lo que empezó como un experimento curioso acabó con una necrosis intestinal, una cirugía de emergencia y, por si fuera poco, una demanda por daños y perjuicios contra la persona que organizó todo: su propia prometida.
Guerra abierta
Todo salió fatal para el futuro matrimonio
En el origen de esta peculiar historia estuvo la retorcida idea de una joven de la provincia china de Henan, decidida a comprobar si su prometido era digno de casarse con ella. La prueba, que se desarrolló en un centro de maternidad propiedad de su hermana, era demasiado drástica.
Consistía en administrar descargas eléctricas en el abdomen del novio, aumentando progresivamente la intensidad hasta alcanzar límites extremos. Durante hora y media, las descargas se mantuvieron moderadas; luego, la mujer incrementó bruscamente la potencia al máximo durante otros 90 minutos.

La novia quería que su pareja entendiera por lo que pasan las mujeres durante el parto
Según relató después ella misma a medios locales, “mi novio empezó a sentirse mal desde el nivel 8 y no pudo evitar maldecir cuando llegó al nivel 10. En el nivel 12, sudaba y respiraba rápidamente debido al intenso dolor. Al final de la experiencia, estaba completamente exhausto y su estómago estaba duro como una tabla”. Nadie advirtió entonces lo que ocurriría después.
Esa misma noche, la salud del joven se deterioró bruscamente: sufrió vómitos constantes y dolores abdominales severos. Aunque en un primer momento pareció recuperarse ligeramente, horas después tuvo que ser hospitalizado de urgencia y operado inmediatamente tras diagnosticarle una necrosis intestinal derivada directamente del salvaje experimento al que se había prestado.
Se mete la familia
Ruptura a la vista tras el incidente
La insólita tortura no solo llevó al novio al quirófano, sino que motivó una reacción inmediata de su familia, que canceló la boda al instante y anunció que demandarían judicialmente a la joven por daños y perjuicios.
Queda sin resolver qué pasó exactamente por la mente del chico para aceptar semejante castigo, aunque parece evidente que nunca imaginó que aquello terminaría así.