Cómo solucionar definitivamente la separación de tus músculos abdominales

Salud

La técnica más efectiva para reconectar la musculatura del vientre es la Reparación de Diástasis de Rectos por Laparoscopia. Además de ser expertos en esta cirugía mínimamente invasiva, en el Instituto Quirúrgico Lacy –QuirónSalud Barcelona ofrecen a los pacientes un enfoque integral y personalizado, desde el diagnóstico al postoperatorio

La diástasis de rectos afecta de forma recurrente la imagen corporal

La diástasis de rectos afecta de forma recurrente la imagen corporal y causar molestias persistentes

Getty Images

Una parte significativa de mujeres que han pasado por un embarazo, y también de personas que han experimentado una pérdida de peso sustancial, permanecen meses después con el abdomen excesivamente distendido. Esto no es solo un problema estético: para muchos, tener los músculos abdominales debilitados -una condición a menudo referida como diástasis de rectos- supone molestias y un impacto negativo en la vida diaria.

La señal más reveladora suele ser una protuberancia o separación visible de la musculatura abdominal, a menudo de dos centímetros o más, al estar de pie o inclinarse. Muchas personas afectadas asumen erróneamente que se trata de un problema puramente estético al que no hay que prestar atención, o temen la cirugía. Esto a menudo lleva a evitar la consulta médica, retrasando el tratamiento efectivo. Sin embargo, con el tiempo esta separación puede empeorar y causar molestias persistentes, que van desde una leve pesadez y tensión hasta un dolor agudo, especialmente durante la actividad física, al levantar objetos o al toser. Las acciones cotidianas, como levantarse de una posición sentada o inclinarse, se vuelven difíciles, a veces acompañadas de dolor de espalda o problemas urinarios.

El impacto se extiende más allá de las molestias físicas. Y es que la diástasis de rectos afecta de forma recurrente la imagen corporal, a menudo provocando frustración, vergüenza y baja autoestima. Lamentablemente, estas consecuencias emocionales se pasan por alto con frecuencia en los entornos de atención médica tradicionales. 

Primer paso: un diagnóstico correcto

Muchos de los síntomas físicos se diagnostican de forma aislada o se atribuyen a otras causas. Esto provoca que el verdadero origen de estos problemas —la diástasis — pase desapercibido. Por ello, si tras una exploración física del paciente el diagnóstico no es claro o hay sospechas de complicaciones asociadas (frecuentemente, hernias de la pared abdominal), se puede recurrir a pruebas de imagen, como ecografías o TAC.

En algunos casos, las personas afectadas optan por la fisioterapia para resolver el problema, pero con frecuencia no basta. “Una vez establecida, el único tratamiento realmente curativo para la diástasis de rectos es la cirugía. Existen diversos abordajes para operarla, aunque en el Instituto Quirúrgico Lacy abogamos por la técnica laparoscópica REPA (Reparación Endoscópica Pre-Aponeurótica)”, señala el doctor Borja de Lacy, especialista en Cirugía General y Digestiva quien añade que, además, “recientemente hemos incorporado tecnología avanzada para reconstrucción 3D, que, en casos seleccionados, nos permite tener una visión preoperatoria precisa para una planificación óptima, al ayudarnos a determinar la mejor técnica para cada paciente”.

Dr. Lacy y su equipo durante intervención quirúrgica

Dr. Lacy y su equipo durante intervención quirúrgica

Instituto quirúrgico Lacy

En los casos asociados al embarazo, es normal tener una separación de los músculos abdominales pasado un mes del parto, y que esta se prolongue un tiempo. De hecho, se considera que la diástasis está establecida a partir de los 12 meses, por lo que en el Instituto Quirúrgico Lacy recomiendan esperar ese tiempo antes de valorar operar por REPA. Una de las principales ventajas de esta técnica es que se trata de un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo, de modo que suele comportar un menor dolor tras la intervención que en las cirugías abiertas tradicionales, y genera cicatrices mínimas y en lugares menos visibles. Asimismo, se consiguen mejores resultados a largo plazo y una mayor recuperación funcional.

¿En qué consiste la operación?

Esta intervención implica varios pasos. Primero, se realizan pequeñas incisiones, generalmente de 0.5 a 1 cm, justo encima del pubis, lo que minimiza el trauma y reduce el dolor postoperatorio. El uso de una cámara laparoscópica permite al cirujano visualizar el área con detalle sin necesidad de una gran incisión.

Durante la cirugía, el médico reposiciona los músculos rectos en su lugar adecuado y realiza una sutura para cerrar la separación. Este procedimiento no solo restaura la apariencia del abdomen, sino que también mejora notablemente su función.

Es importante valorar cada caso de forma individual

Dr. Borja LacyEspecialista en Cirugía General y Digestiva

En algunos casos, se pueden emplear mallas para proporcionar un soporte estructural adicional a la pared abdominal. No obstante, según el Dr. de Lacy, “las mallas son muy efectivas, aunque no están exentas de complicaciones. Y, además, en personas delgadas incluso pueden llegar a notarse desde fuera. Por ello, solemos evaluar el caso de forma individual, usar suturas especiales y emplear la malla solo cuando es estrictamente necesario”.

Una recuperación sin complicaciones

En general, la estancia hospitalaria se limita a 24 horas, y muchos pacientes pueden comenzar a tomar dietas líquidas el mismo día de la intervención. Las primeras semanas postcirugía son cruciales para evitar complicaciones, por lo que está indicado llevar fajas abdominales y body, así como realizar algunas visitas presenciales de seguimiento con el cirujano. En un período de 3 a 4 semanas se pueden retomar las actividades cotidianas y, en general, volver al trabajo o realizar entrenamientos ligeros.

Dr. Lacy y su equipo operando un caso de cáncer de colon

Dr. Lacy y su equipo operando un caso de cáncer de colon

Instituto quirúrgico Lacy

En esta fase de recuperación, cobra especial importancia el enfoque integral y personalizado en el tratamiento que ofrece en todo momento el servicio de IQL en Quirón Salud Barcelona. En este sentido, resultan esenciales las sesiones de fisioterapia en la gestión del edema, reducción de adherencias y drenaje linfático postoperatorio, así como para el trabajar el fortalecimiento muscular y mejorar la postura.

En IQL también disponen de un servicio integral de dietética para, en determinados casos, hacer una optimización o seguimiento para prevenir recurrencias. Por otra parte, la colaboración con el servicio de cirugía plástica IRC (Instituto Ruiz Castilla) facilita el tratamiento estético y reconstructivo complementario.

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