Las dos tazas de Gabriel Rufián en Lo de Évole (La Sexta) confirman la fase de revisionismo terapéutico que vive Jordi Évole. El ejercicio, de un interés proporcional a la audiencia conseguida (11,5%), se acerca más a la reflexión encubierta sobre los estragos de las vanidades políticas y mediáticas y la dependencia de las redes sociales que al género de la entrevista “en profundidad”. A ritmo de podcast, Rufián despliega el repertorio de titulares efervescentes que tanto le gusta. Con la oratoria de un charlatán de autoayuda, maquilla contradicciones flagrantes con la coartada de la autocrítica, del derecho a evolucionar y de una sinceridad que apela más a las emociones que a la razón. Es una seña de identidad del presente: expropiar las emociones de la gente para transformarlas en formas de poder irracional.
El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, durante la entrevista
Quizá para dar sustancia a la conversación, Évole y Rufián se autocitan. Devorados por la inercia de una supuesta complicidad de izquierdas, ajustan cuentas y resuelven unas fobias recíprocas que, ampliando el punto de vista, tienen la voluntad de reparación simbólica entre –abrochaos los cinturones– catalanes y catalanes. Son fobias endogámicas, herederas del momento más inflamable del procés y que parecen pedir a gritos la presencia de un Señor Lobo que, con el vigor mediador de Tarantino, los advierta de los peligros del narcisismo. Al final, se produce el milagro. Cuando la mosca de la tele se empeña en sabotear el intercambio de halagos y arrepentimientos redentores, Rufián, con una sonrisa de personaje de Grupo salvaje, le dice a Évole: “Mátala”, sin sospechar que la mosca es la reencarnación del Señor Lobo.
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El Mobile es más un congreso de ideas que de presentación de dispositivos
El Mobile World Congress acapara la atención de todas las emisoras, que subrayan la presencia masiva de visitantes norteamericanos y asiáticos y el advenimiento de la inteligencia artificial como hegemónica droga dura tecnológica. En el ámbito del kilómetro cero, detecto que ha llegado el Mobile porque el movimiento de taxis y furgonetas de vidrios entintados delante del prostíbulo que hay cerca de mi casa aumenta de un modo considerable. En Els matins de Catalunya Ràdio, Jordi Sellas saluda a un robot humanoide de origen chino fabricado en Lleida. En el Aquí Catalunya (Ser Catalunya), valoran los efectos secundarios del Mobile. Miquel Noguer, director de la edición catalana de El País, dice que este congreso sirve de tractor para hacer otras cosas y atraer acontecimientos diversos. Y añade: “El Mobile ha dejado de ser una feria en la que se presentaban aparatos y dispositivos para pasar a ser un congreso en el que se debaten ideas”. La afirmación recuerda una de las consignas que hacían circular los pioneros de este invento: “Con las inteligencias artificiales, lo que nos distingue ya no es lo que sabemos sino lo que imaginamos”. Intento imaginar cómo afectará la llegada de la IA al prostíbulo de cerca de casa.