El guion se está cumpliendo y poco a poco se va allanando el camino para que nazca la nueva Comisión Europea de Ursula von der Leyen, con Teresa Ribera como vicepresidenta y comisaria de Competencia. Después de todas las maniobras del PP español para bloquear a la candidata socialista española, el PPE se ha abierto a votar a favor de Ribera –igual que al resto de los cinco candidatos que están esperando el visto bueno– si da las explicaciones que esperan en el Congreso de los Diputados por la gestión de la DANA. A cambio, los socialdemócratas y liberales también deben ceder y comprometerse a votar a favor de los otros dos candidatos en el punto de mira, Raffaele Fitto y el húngaro Olivér Várhelyi.
Este miércoles es clave para desencallar el proceso, con una reunión prevista a las cinco de la tarde entre los líderes de los grupos parlamentarios en la Eurocámara para decidir la agenda del pleno de la semana que viene. Las delegaciones han estado reunidas durante toda la mañana, y este mediodía se está llevando a cabo una reunión entre el líder del PPE, la líder de los socialdemócratas, Iratxe García, y la de los liberales, Valérie Hayer, para intentar cerrar el asunto. Fuentes parlamentarias aseguran que el acuerdo está muy cerca, pero faltan unos pocos flecos por cerrar. Comenzando por cómo justificar ante los suyos el paso atrás después de la escalada en los vetos cruzados esta semana.
En el encuentro de los populares de esta mañana, Weber expresó su voluntad de cerrar el acuerdo y votar a favor de Ribera, algo que secundarían todas las delegaciones populares menos la española. Desde Génova, el PP de Alberto Núñez Feijóo ha reafirmado su voto contrario a la candidata española, aunque el resto de los populares voten a favor. Hay cierta tensión con el grupo de Forza Italia, que no entiende que los populares españoles quieran plantear esta batalla poniendo en juego el importante cargo de Fitto, un candidato que proviene de su cultura política.
Los flecos por cerrar no son pequeños. Los de Weber insisten en querer valorar la comparecencia de la vicepresidenta y ministra de Transición Ecológica en el Congreso, y en un comunicado intentan contentar al PP español dejando por escrito que piensan que Ribera “debe dimitir si es imputada por sus responsabilidades derivadas del ejercicio de sus competencias como vicepresidenta del Gobierno de España”. Por lo tanto, se podría entender que el PPE sí votaría a Ribera aunque no tengan este compromiso firme. "Además, somos conocedores de un principio de acuerdo entre diferentes partidos tanto a izquierda como derecha en el Parlamento Europeo. En ese contexto, analizaremos en las próximas horas el nuevo escenario”, aseguran en el comunicado.
En cambio, en los socialdemócratas hay más división y todavía no han arrancado un compromiso entre todos sus eurodiputados para aceptar a Fitto y a Várhelyi. Según cuentan fuentes socialistas, las delegaciones más reticentes son los franceses y los alemanes, a la vista de las próximas elecciones en Alemania, que no quieren ser vistos en sus países como aquellos que levantan el cordón sanitairo a la ultraderecha. Los italianos del Partido Demócrata sí están abiertos a aprobar a Fitto si así lo decide el partido.
Iratxe García ha acudido a la reunión con Weber y Hayer con el mandato de negociar al menos un texto que comprometa a los populares a un acuerdo más amplio de legislatura con socialdemócratas y liberales, siguiendo los principios del pacto de julio, para terminar de convencer a las delegaciones. Si encalla, el riesgo es que se terminen votando a los candidatos de forma individual en las comisiones pertinentes en lugar de que se voten todos los comisarios pendientes en bloque, como pretenden los líderes. Weber estaría dispuesto a aceptar este texto si eso no implica que deba renunciar por escrito a buscar mayoría en el otro lado de la Eurocámara, con la extrema derecha, como ya ha ido sucediendo en algunas ocasiones estos meses.
Feijóo confirma su voto en contra a Ribera
Por su parte, el PP español se reafirma en su voto contrario a Ribera. Así lo ha reiterado Alberto Núñez Feijóo esta mañana, a su llegada al Congreso. En este sentido, Génova tratará de que cale el mensaje de que Pedro Sánchez se ha tenido que abrazar a la ultraderecha que antes denostaba para que su ministra para la Transición Ecológica sea nombrada comisaria de Competencia. “No merece ser premiada”, insisten fuentes de la dirección popular, que denuncian que el presidente del Gobierno ha traspasado una “línea roja”.
“Sánchez ha saltado su propia barrera ideológica”, aducen estas fuentes, que anuncian que la estrategia del PP será denunciar que el líder socialista ha roto “un principio más, sí es que le quedaba alguno” al pedir el voto de los eurodiputados de Viktor Orbán y Giorgia Meloni para su candidata. “Habremos conseguido poner el foco en Ribera, todo el continente ha estado pendiente y ha supuesto un desgaste para Sánchez, el referente del socialismo internacional, que abre la gobernabilidad de Europa a la extrema derecha”, argumentan en Génova tras ver que sus compañeros de filas no secundarán su posición en el Parlamento Europeo.
Al término del pleno en el Congreso, el diputado Elías Bendodo ha confirmado la posición del PP, al margen de lo que suceda en Bruselas: “Yo sería muy prudente, porque todavía no sabemos cuándo va a ser la votación. Lo que sí sabemos es que la postura firma del presidente Feijóo ha internacionalizado la situación que hemos vivido en España de la dejación de funciones de la vicepresidenta Ribera. Toda Europa se ha dado cuenta de que no ha estado a la altura de su responsabilidad en las inundaciones de Valencia y de que evidentemente no es adecuada para asumir esa comisaría. A partir de ahí vamos a ver qué pasa”.
“Cada día trae una sorpresa nueva: para Sánchez no hay líneas rojas”, ha reiterado el dirigente popular sobre “el acuerdo con la ultraderecha, que él llama, de Meloni y de Orbán” del líder socialista español. “Cuando uno pierde los principios es que tiene muy cerca el final”, ha insistido Bendodo, para quien hay que ser “prudentes” ante la exigencia del PPE de que Ribera deje la Comisión si resulta imputada por un tribunal en España.