Rusia no quiere dejar pasar la oportunidad de imponer a Ucrania la paz que mejor le convenga. Después de la escena del despacho oval del pasado viernes, donde Volodímir Zelenski fue humillado por Donald Trump para mostrar al mundo de forma bien gráfica el cambio total de los Estados Unidos en este conflicto, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, se apresuró ayer a exigir que se obligue a Ucrania a aceptar la paz.
Los rusos lo tienen claro. Si ya era difícil que pudieran perder esta guerra, la nueva posición de Washington tan agresiva contra Zelenski deja a Ucrania sin apenas opciones bélicas. Los gestos de Europa con la improvisada cumbre del domingo en Londres suponen un apoyo político significativo para su causa, pero sin el apoyo militar estadounidense, las opciones de ganar a Rusia son más bien nulas. Este es el gran cambio que ha aportado la Administración Trump. No será cierto que el líder republicano ha resuelto el conflicto en 24 horas como prometió, pero está camino de resolverlo en poco tiempo y a favor de Vladímir Putin.
Los muñecos de Putin y Trump que se dan la mano y aplastan a Zelenski, en e desfile del Carnaval de Dusseldorf
Los lideres europeos han reaccionado prometiendo más envío de tropas y se espera una cumbre de todos los miembros de
la UE para este jueves en la que se van a discutir fórmulas para invertir más dinero en defensa. La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, afirmó tras la reunión de Londres que es el momento de “rearmar urgentemente a Europa” y “prepararnos para lo peor”. Pero por mucho que quieran correr ahora los países europeos, la decisión de Trump deja a Ucrania en una débil posición militar y política.
Por eso, Rusia no quiere perder el tiempo y cuanto antes se inicien conversaciones de paz, mejor para sus intereses y, si puede ser, sin que Europa esté presente. Peskov insistió ayer en que Ucrania “quiere seguir en la guerra”, obviando que el conflicto fue iniciado por su país con la invasión.
De lo que se trataría, pues, es de que la pinza entre Trump y Putin obligue a Zelenski a aceptar un mal acuerdo para su país, a cambio de parar una guerra que sabe que no va a poder ganar. Y Europa poco puede hacer.
