No todos tienen un amigo mago, alguien que se dedique profesionalmente a hacer cosas un poco raras. Y que consiga llenar el teatro hasta los topes, mes tras mes y que algún día haga una sesión a las 5 de la tarde y otra a las 8 y diga que la de las 5 le ha servido de precalentamiento.
El mago se llama Jorge Blass. Nos conocimos en algún sitio durante mi época farandulera. Discípulo de Tamariz, ni más ni menos. Ágil, divertido, competente.
Tengo una deformación profesional que ahora se ha agudizado. Hace un par de semanas publiqué un artículo en el que hablaba de un amigo mío, albañil. La semana pasada estuve con un importante financiero. Luego he visto que Simeone, para celebrar que lleva 700 partidos en el Atleti, se ha puesto el primero en la clasificación.

Y para rematar, esta mañana, en un bar, me felicita una señora por La marca de Dios, el libro que escribí con Toni Segarra, el publicista que todos reconocen como lo más de lo más, y otra señora me da la enhorabuena por mi intervención en No puedo vivir sin ti, la película que hice con Paz Vega, en la que Paz está en escena durante dos horas, y yo, durante 15 segundos.
Para rematar, fui al Ayuntamiento de Barcelona al acto de imposición de la medalla de oro de Barcelona a la Editorial Planeta.
¡Vaya semana! Esto sí que es conjunción planetaria. Parece que todos los competentes se han puesto de acuerdo para ducharme con su competencia, sin olvidar que detrás de cada uno hay horas y horas y horas de trabajo serio, duro, constante.
¡Vaya semana! Esto sí que es conjunción planetaria
Y sin olvidar que ese trabajo serio, duro, constante, no garantiza nada. Guardiola es un gran entrenador y el City lo está pasando mal. Pero eso no quita que Pep se incluya en la lista de los competentes.
Vuelvo a casa después de ver el espectáculo de Jorge Blass. He ido con mi hijo, mi nuera y tres nietos. Todos con la boca abierta. Hemos asistido a una exhibición de trabajo bien hecho.
Para colmo, en las tarjetas que nos han dado, veo que el espectáculo se titula Flipar.
Y, según el DRAE, “flipar” es “quedar maravillado o admirado”.
Estoy contentísimo. La “conjunción planetaria” ha caído sobre mí y el resultado ha sido lógico.
Flipo.