Un mal día en el casino

FUTUROS IMPERFECTOS

Un mal día en el casino

Acaba de editarse un libro titulado París, del periodista Julio Camba, que reúne crónicas mundanas de hace un siglo, publicadas en la prensa de Madrid. 

En una de ellas cuenta que, estando en la ciudad balnearia de En­ghien, vio a tres tipos navaja en mano que amenazaron a un elegante ca­ballero que salía del casino para que les diera el dinero que llevaba encima. El tipo, sin inmutarse, les aclaró que llegaban en un mal momento, porque acababa de perderlo todo en la ruleta y no le quedaba ni una moneda. 

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Dani Duch

Según su relato, los atracadores se enternecieron tanto que hicieron una colecta entre ellos y le dieron unos cuantos francos para que pudiera regresar a París en su coche. Su sorpresa fue grande, cuando el atracado les dio las gracias y les respondió que iba a regresar al casino para ver si se desquitaba. Los asaltantes no le esperaron a la salida, así que volvió a casa pensando que había tenido un golpe de suerte al encontrarse con malhechores tan solidarios.

Los barones del PP se conjuran en “no caer en la trampa” de la financiación de Sánchez

El lector me permitirá la licencia de reproducir esta anécdota antes de hablar del último enfrentamiento de la política española, esta vez por la financiación autonómica, tras la voluntad del Gobierno de Pedro Sánchez de conceder una financiación singular a Catalunya. 

Cuando el presidente dijo que estaba dispuesto a hablar con cada uno de los presidentes del resto de autonomías para dar un trato equitativo para mejorar sus ingresos, en lugar de mostrarse agradecidos como el caballero arruinado en el casino, soltaron palabras de grueso calibre. 

Al principio, no todos lo veían mal, pero callaron cuando Isabel Díaz Ayuso avisó que Sánchez quería dividirlos y sobornarlos (sic). Luego, cuando los barones del PP formaron junto a Alberto Núñez Feijóo ante un palacete nobiliario que quería ser un remedo visual de la Moncloa, siguieron las frases contundentes: “No caeremos en la trampa”, “no entraremos en subastas”, no blanquearemos al independentismo”. 

Feijóo consiguió tener prietas las filas, pero no presentó ninguna propuesta para mejorar el nuevo modelo de financiación, ni concretó con qué criterios debería llevarse a cabo. Como el tipo del casino de Camba, los barones regresaron a casa sin una moneda de más en el bolsillo.

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