El Anillo de Oro ruso
Una ruta emblemática
El más conocido de los circuitos turísticos rusos fue idea del periodista Yuri Bichkov, que hace más de 50 años la presentó en el diario ‘Sovétskaya Kultura’
Si usted, querido lector, decide seguir estas líneas aunque sólo sea para soñar con un maravilloso viaje por las ciudades del Anillo de Oro de Rusia, sepa que al final del viaje tendrá que darle las gracias al periodista, escritor e historiador del arte Yuri Bichkov.
Después de décadas centrada casi exclusivamente en el socialismo, en los años 60 comenzaba a reavivarse en la Rusia soviética el interés por la historia de los siglos anteriores. En 1965, mientras trabajaba en el periódico Sovétskaya Kultura, Bichkov viajó en múltiples ocasiones en coche a las ciudades del noreste de Moscú, cuya arquitectura se remonta a los siglos XII-XV.
La ruta original era una ruta en coche que comenzaba y terminaba en Moscú y recorría ocho antiguas ciudades rusas
En la ciudad de Yaroslavl se levantó en 2013 un monumento para señalar el “kilómetro 0” del Anillo de Oro. Un error motivado por los deseos de la promoción turística. Y es que fue en Súzdal, y no en Yaroslavl, donde nació esta idea. Estaba parado Bichkov junto al monasterio del Salvador y San Eutimio (siglo XIV) cuando le asaltó una especie de inspiración. Desde allí veía la carretera y un cartel que indicaba dirección “A Shuya”. Tomó el mapa de carreteras soviético que siempre llevaba en la guantera del auto y mentalmente trazó una ruta que pasaba por las antiguas ciudades que en aquella edad media estaban situadas en el noreste del estado medieval, la Rus de Kíev, que con los siglos daría paso a Rusia.
Ese bosquejo se hizo realidad dos años después, cuando publicó una serie de artículos bajo el nombre común de “El anillo de oro”. Básicamente, se trataba de una ruta en coche que comenzaba y terminaba en Moscú y que recorría ocho ciudades. Se puede llegar de una a otra en trayectos de varias horas por carretera. Pero ni el visitante de esos años ni el lector que se prepare ahora para ello puede completar el recorrido en un par de días. Viajar a las raíces de la cultura y la historia rusas en esta parte del país puede suponer un exótico periplo de al menos cinco días. Si a eso le sumamos una estancia relajada en la capital, tendríamos como resultado un excelente plan de vacaciones.
La primera vez que se publicó el mapa con la ruta ideada por Bichkov fue el 21 de noviembre de 1967. En la pagina 2 de Sovétskaya Kultura, proponía al lector un viaje “por las antiguas ciudades rusas” que, partiendo de Moscú, pasaba por Vladímir , Súzdal, Ivánovo, Kostromá , Yaroslavl, Rostov Veliki, Pereslavl-Zaleski y Zagorsk, el nombre que recibía por entonces Sérguiev Posad.
Ese recorrido clásico es el que haremos también aquí.
Visitaremos unas ciudades a las que en el siglo XII el príncipe Andréi Bogoliubski trasladó el centro de poder que hasta esa fecha había ocupado Kíev. Su Principado de Súzdal-Vladímir se convirtió entonces en el reino más poderoso de la Rus. Reflejo de ese poder son la catedral de la Asunción (Uspenski) de Vladímir o la Puerta Dorada, un arco del triunfo que en esa época era una de las siete entradas de la ciudad y que hoy queda como el único resto de sus murallas.
Con el tiempo, el nombre se convirtió en marca de excelencia y muchas otras ciudades se han enganchado al tirón turístico
La lista de monumentos que encontraremos en toda la ruta es tan larga como interesante. Baste por ahora decir que muchos de ellos forman parte de la riqueza histórica y cultural del hombre que la Unesco califica como patrimonio de la humanidad”. Un ejemplo de estos son los Monumentos Blancos de Vladímir y Súzdal (siglos XII y XIII); la iglesia de la Intercesión del río Nerl, en el pueblo de Bogoliúbovo (a dos kilómetros de Vladímir); o el monasterio de la Trinidad y San Sergio de Sérguiev Posad, centro espiritual de la ortodoxia rusa.
Más allá de su importancia histórica el Anillo de Oro de Rusia se ha convertido en sus más de 50 años de existencia en una marca de excelencia turística. No es extraño que muchas ciudades hayan intentado engancharse al tirón del Anillo o que las agencias de turismo incluyan más ciudades a las originales. Junto a estas ocho primeras, todas forman lo que en ocasiones se llama el “Gran Anillo de Oro”: Aleksándrov, Gorojovets, Gus-Khrustalni, Múrom, Yúriev-Polski, Mishkin, Ríbinsk, Tutáiev, Úglich, Dimítrov, Kaliazin, Plios y Shuya, o los pueblos de Bogoliúbovo, Kídeksha o Pálej... E incluso ciudades del sur de Moscú, como Kasímov o Kaluga.
Índice
-Vladímir, la ciudad más blanca
-Ivánovo, la ciudad de las novias
-Kostromá, la cuna de los Románov desde el barco
-Yaroslavl, la joya más grande
-Rostov Veliki, la perla de las esencias rusas
-Pereslavl-Zaleski, el rincón de Yuri Dolgoruki y Pedro el Grande
-Sérguiev Posad, espiritualidad y baño
Cómo ir
¿A quién no le gustaría mantener el espíritu original y alquilar un coche para recorrer, como hizo Yuri Bichkov en los años 60, todo el Anillo de Oro por carretera? Pero en Rusia no viene mal ceder y ser prácticos. En este caso, aprovechar las excelentes comunicaciones por tren. Para viajar entre Moscú y Vladímir la forma mas rápida es tomar desde la estación de Kursk un tren rápido que nos dejará en nuestro destino en menos de dos horas. Tres horas y media supone el trayecto Moscú-Yaroslavl y, en la misma ruta, Rostov está a menos de tres horas de Moscú y a Sérguiev Posad se llega en menos de una.
No todas las ciudades son accesibles por ferrocarril desde Moscú. Pero se puede llegar a ellas a través de otras marcadas en nuestra ruta. Por ejemplo, a Súzdal desde Vladímir, de la que únicamente la separan 35 kilómetros; o a Pereslavl-Zaleski desde Yaroslavl, su capital provincial.
Dónde dormir
Antes de iniciar nuestro recorrido por las ciudades antiguas rusas, propongo meternos en ambiente en Moscú. Si nos vale sólo con el nombre, de muchas estrellas es el hotel Golden Ring , situado en pleno centro de la capital; y más asequible el Hotel Rus , cerca de la VDNKh. Pero entre la mucha oferta de la capital moscovita también tenemos establecimientos históricos como el legendario hotel Sovetski, cuyo restaurante Yar merece más de una visita.
Dónde comer
Además del ya mencionado Yar (Yaroslavskoe sh., 26), destilan en Moscú aroma a tiempos pasados restaurantes como estos: Krasnaya Ploshad Dom 1 (Plaza Roja, 1), U Pirosmani (Novodévichi proezd, 4), Razgulyai (Ul. Spartakóvskaya, 11), Savoy (Rozhdestvenka, 3/6), Cafe Pushkin (Tverskoi Blvd., 26A).