La ruta de la sidra en Normandía
Francia
Un recorrido circular de 40 km entre campos de manzanos, pueblecitos entrañables, castillos medievales y casas de madera donde se produce una de las mejores sidras del planeta
Probablemente viajar a Normandía y explorar sus tierras al volante de un coche es una de las mejores decisiones que se pueden tomar en la actualidad. Los paisajes son sublimes. Es tierra de historia, tradición, arte, pero sobre todo es una tierra de gastronomía. Ya se sabe que en Francia se come muy bien. Tienen el morro muy fino y el paladar muy afilado. Quesos, vino, ostras o setas son solo algunas exquisiteces que te puedes llevar a la boca. Pero de la manzana muy pocos hablan. Y aun menos de la sidra (el jugo de manzana).
Pues bien, los normandos tienen una de las sidras más deliciosas del mundo. Para catarla, a unos 200 kilómetros al oeste de París y tocando a Caen por el este, tenemos la provincia de Calvados, en el Pays d´Auge, donde se desliza suavemente la carretera que marca esta recomendable ruta de la sidra.
Cómo llegar desde España
Sin duda la forma más cómoda es en avión. Para empezar la ruta son aconsejables estos dos aeropuertos: el de París Beavois y el de Nantes, todo depende por donde uno quiera empezar. No existen excesivos inconvenientes para encontrar billetes baratos a París desde 30€ ida y vuelta (aerolíneas low cost). A Nantes también hay buenos precios de avión, y además está a dos horas del Monte Saint-Michelle, un muy buen punto de partida para entrar en Normandía.
Luego -y dependerá del tiempo disponible para realizar el viaje- puedes coger el coche y lanzarte a la aventura desde España y ascender el mapa por la costa oeste de Francia. La opción más corta por carretera por ejemplo desde Barcelona a Normandía es por la A-75 pasando por Montpellier (1.163 Km) o por la A-20 pasando por Toulouse. Si la elección es salir desde España en coche, vale la pena parar a mitad de camino en Limoges (A-20) o Burdeos (A-75).
Consejos antes de empezar el viaje
Estamos hablando de un viaje de aventura. O en otras palabras, es necesario tener espíritu aventurero. La improvisación es fundamental en esta ruta. Es cierto. Sin embargo, como en toda gran aventura tiene que existir un plan previo, por que de lo contrario un viaje se puede convertir en una pesadilla (situación muy alejada de lo que entendemos por aventura).
De entrada cuando alquiles el coche, asegúrate que lleva un GPS o activa los datos de tu móvil. Luego es muy aconsejable madrugar para evitar colas (sobre todo en verano). También ten en cuenta que los peajes en Francia son algo más caros que en las autopistas españolas. Por último, no apures con la gasolina, puesto que a veces hay bastante distancia entre una estación y otra.
Nomandía. Cuándo ir
Al noroeste de Francia, Normandía se formó por la unión de la Alta y la Baja Normandía y está compuesta por cinco departamentos: Calvados, Eure, Mancha, Orne y Sena Marítimo. Cuenta con ciudades tan importantes como Ruan y Caen, que son respectivamente sus capitales administrativa y política.
Sin duda alguna la época más interesante para organizar un viaje de este tipo a Normandía es entre mayo y octubre, aunque ya sabemos como se las gasta el clima en el norte de Francia. Puedes encontrarte con un glorioso día de sol en marzo y lluvias torrenciales en agosto. Pero si hay que decantarse por alguna fecha dentro de esta temporada, decididamente sería junio o septiembre. En julio y agosto se satura todo un poco de turistas aunque, por otro lado, la realidad es que el clima se mantiene bastante agradable.
Escojas la fecha que escojas, es importante disponer como mínimo de una semana (o incluso diez días o más si haces todo el viaje en coche desde España) para exprimir y degustar al máximo Normandía.
5 paradas obligadas antes de la ruta de la Sidra
Ya que estamos en Normandía, de camino hacia la ruta de la sidra, conviene subrayar las siguientes sugerencias : imprescindible el Mont Saint-Michel, una imponente abadía ubicada en lo más alto de una isla rocosa en el estuario del río Couesnon; el encanto pesquero de Barfleur; Saint Vaast la Hougue, comuna francesa declarada Patrimonio de la Humanidad; las playas del desembarco de Normandía -Pointe du Hoc, Omaha Beach, La Cambe, Arromanches, Batteries de Longues...- donde las tropas aliadas desembarcaron 6 de junio de 1944 para liberar Europa de los nazis, y la catedral de Bayeaux (1077), joya de la arquitectura normanda.
Bienvenidos a la Ruta de la Sidra
Después de visitar la catadral de Bayeaux, vamos a situarnos en el mapa. Hemos subido por la Baja Normandía (Basse-Normandie) y, como hemos mencionado anteriormente, el objetivo es alcanzar la ruta de la sidra, que está situada en la provincia de Calvados, antes de penetrar en la Alta Normandía. Un excelente punto de operaciones para iniciar la ruta es el precioso pueblecito de Cambremer, en el corazón del Pays D’Auge, a 35 kilómetros de la ciudad de Caen.
Esta ruta consiste en un trazado circular de 40 km, a lo largo de la cual vas viendo pasar un paisaje excepcional: galerías en cabañas con jardines perfectamente decorados, praderas con vacas normandas, montes picudos, campos de amapolas, lirios blancos, geranios, maizales azotados por el viento, antiguas abadías de piedra...
Seguir la señal de la manzana
A partir de ahora será todo muy fácil. Todo fluirá. Las indicaciones que marcan el camino a seguir están muy claras: ‘Route du Cidre’ y un dibujo de una manzana. Pasarás de un pueblo a otro, de una manzana a otra, de un productor de sidra -se identifican como ‘Cru de Cambremer’ - a otro. Hay unos 20 en la zona, en los que puedes detenerte y catar este “precioso líquido”.
Hemos fijado la salida de la ruta en Cambremer. Por cierto un pueblecito genuino de la región normanda que aparece en varios pasajes de la novela A la sombra de las muchachas en flor de Marcel Proust. Y toma nota, cada domingo de verano, Cambremer cobra vida con su mercado tradicional.
Más adelante, a cinco kilómetros de Cambremer se puede visitar el castillo de Crèvecoeur-en-Auge, rodeado por un foso de agua y una muralla medieval, típico de la tradicional arquitectura colombage (edificaciones con entramados de madera). La ruta de la sidra continúa a través de Grandouet, Montreuil-en-Auge, de Saint-Ouen-le-Pin, La Roque-Baignard, Bonnebosq, Beaufour-Druval, Saint-Aubin-Lébizay, Beuvron-en-Auge , Hotot-en-Auge , Victot-Pontfol y Rumesnil antes de regresar a su punto de partida en Cambremer.
La sidra
Francia no es únicamente vino y champán. No. La uva no es el único fruto al que veneran los franceses. También la manzana es muy querida. En realidad, una gran parte de los franceses les fascina regar sus comidas con delicioso jugo de manzana, es decir, con sidra. El 90% de sidra francesa se produce en Bretaña y Normandía. Se dice que la normanda, con su seductor color ámbar, es más dulce y armoniosa que la de Bretaña. En efecto, es una de las más apreciadas del planeta.
Pues sí, existe un culto a la manzana muy pronunciado en estas tierras del norte de Francia. Carlomagno ya la mencionaba en el siglo X. Parece que los marineros llegados del País Vasco introdujeron la sidra, o sagardoa (vino de manzana en vasco), a través de los marineros normandos ya en el siglo VI, y luego, en el siglo XII, los españoles ya exportaban sidra de Normandía. En el siglo XVII, la sidra había reemplazado a la cervoise (una antigua cerveza de cebada) como bebida representativa de la región.
En la actualidad, los manzanos se cultivan utilizando métodos tradicionales en suelos de arcilla sílex y rocas sedimentarias. Las manzanas se cultivan en cuatro variedades: amarga, dulce amarga, dulce y ácida, con nombres como “obispo amable”, “caballero amarillo”, “ternero blanco” y “piel de perro”. La sidra la puedes encontrar en casas y restaurantes ya sea seca, semiseca o dulce. Y recuerda, se bebe de manera tradicional en una taza cerámica, llamada ‘bolée’.
Dónde probar la elegante sidra normanda
Al comienzo de la ruta merece la pena detenerse en la terraza del Bar des Sports, en Place de l’Eglise, y degustar un buen vaso de sidra para tomar el pulso a la ruta. Un poco más allá, en Calvados, se puede visitar una de los productores de sidra, calvados y pommeau más famosos de la ruta : Calvados Pierre Huet. Lo cierto es que el escenario es muy bonito, con su hermosa casa solariega estilo colombage. rodeada de huertos de manzanos y perales y los grandes establos de destilación agazapados en la parte trasera.
Al norte de Cambremer, en Victot-Pontfol, la familia Dupont ha estado elaborando sidra y calvados durante cuatro generaciones. Cuentan con el prestigioso hotel parisino George V y el restaurante Tour D’Argent entre sus clientes, y en los días acompaña el tiempo, los visitantes pueden hacer picnic en sus jardines por una tarifa de 5€.
Fin del viaje en la Alta Normandía
Si todavía nos queda tiempo, hay que rematar la faena. A escasa distancia de la “ruta de la sidra” está el río Sena, que divide la Baja y la Alta Normandía. Ya que estamos, vale la pena cruzar y explorar lo que nos queda de Normandía: para empezar, Honfleur, una de las ciudades consideradas más bonitas del país, los espectaculares Acantilados de Etretat y su arco natural, el llamado “ojo de la aguja” y, para acabar, el pueblo de Giverny, que alberga la casa y el jardín del pintor Claude Monet, uno de los artistas impresionistas con más talento de la historia y que se inspiró en estos fabulosos paisajes.
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