Conducir con niebla es una de las situaciones más estresantes que podemos encontrarnos en la carretera. En determinadas épocas del año, como ocurre ahora en invierno, la combinación de bajas temperaturas y la humedad propia de esta estación contribuye a la formación de bancos de niebla que limitan la visibilidad y aumentan el riesgo de accidentes.
Con estas condiciones meteorológicas adversas, las autoridades de tráfico recomiendan a los conductores que extremen las precauciones al volante. Además de reducir la velocidad y usar las luces antiniebla es esencial mantener una distancia de seguridad aún mayor de lo habitual, ya que el firme puede estar húmedo y se incrementa la posibilidad de sufrir aquaplaning al reducirse la adherencia de los neumáticos al asfalto.
Por lo que respecta a los adelantamientos, está prohibido avanzar a otros vehículos en vías de doble sentido con niebla densa y se desaconseja hacerlo si la visibilidad no es totalmente clara. Si el conductor opta por abandonar la vía y buscar un lugar seguro hasta que despeje en ningún caso deberá detenerse en el arcén.
Tráfico establece unos códigos de colores para avisar a los conductores sobre la visibilidad con niebla y las restricciones
Para avisar e informar a los conductores de la densidad de la niebla y las restricciones de circulación la Dirección General de Tráfico (DGT) utiliza unos códigos de colores. Cada color (verde, amarillo, rojo y negro) se asocia a la distancia de visibilidad y a las condiciones de la vía en aquel momento para que los automovilistas adecuen el modo de conducción. El color negro significa que la carretera está cerrada al tráfico.
Los colores de la niebla de la DGT 1Verde. Visibilidad entre 120 y 250 m. Es necesario moderar la velocidad.
2Amarillo. Visibilidad entre 65 y 120 m. Velocidad limitada a 80 km/h.
3Rojo. Visibilidad entre 40 y 65 m. Velocidad limitada a 60 km/h.
4Negro. Visibilidad inferior a 40 m. La vía está cerrada a la circulación.
La mayoría de los accidentes de tráfico que se producen en zonas de niebla suelen ser colisiones con el vehículo que va delante por no respetar, entre otras cuestiones, la distancia de seguridad. Por este motivo, la DGT establece el nivel negro cuando la distancia de visibilidad es inferior a 40 metros y no se puede circular en circunstancias seguras.
Algunas carreteras cuentan con balizas inteligentes para reforzar la seguridad vial en casos de niebla espesa
Balizas inteligentes
En algunas autovías donde los bancos de niebla son habituales Tráfico ha instalado un sistema de balizas inteligentes para redirigir la circulación hacia otras vías cuando las condiciones meteorológicas no permiten garantizar la seguridad vial. Además, en los tramos de autovía donde se suelen asentar las nieblas, se han colocado balizas más potentes y más luminosas. Su misión es avisar al conductor de que circula por delante de él otro vehículo.
La baliza se activa al detectar que nos estamos aproximando al coche que nos precede, iluminando un piloto rojo en su parte superior. Conforme el primer vehículo avanza, las balizas restantes se encienden a su paso, proporcionando al conductor que lo sigue la capacidad de visualizarlo a una distancia aproximada de 100 metros, permitiéndole circular con seguridad.
Tráfico recuerda que ante un banco de niebla es obligatorio encender las luces de cruce y las antiniebla delanteras. Las luces traseras de niebla solo hay que encenderlas si la niebla es muy intensa. Adicionalmente, se sugiere utilizar las marcas viales como referencia o seguir a otros vehículos sin forzar la marcha. Asimismo, se aconseja evitar el uso de luces largas, ya que estas pueden rebotar en el banco de niebla, generando un efecto deslumbrante en lugar de mejorar la visibilidad.