Conducir sin frenos es una de las situaciones más angustiosas que alguien puede experimentar al volante. Y es que, a menos que se trate de una prueba controlada, como la que realizaron dos youtubers en un circuito para sus contenidos en la red, perder la capacidad de frenar pone en serio peligro la seguridad. Tanto la propia como la de los demás usuarios de la vía.
Un claro ejemplo de los riesgos que conlleva una avería en el sistema de frenado ocurrió recientemente en Badalona cuando un camión se quedó sin frenos en la salida de la autopista C-31 a la altura del barrio de La Salut. La situación se complicó aún más debido a que la salida contaba con una rampa pronunciada, lo que incrementó el peligro, ya que el camión, descontrolado y sin frenos, podría haber provocado un grave accidente o incluso una tragedia si no hubiera sido por la rápida y valiente intervención de dos agentes de la Guàrdia Urbana.
Los dos agentes, uno de los cuales resultó herido leve durante la intervención, actuaron como verdaderos ángeles de la guarda en una situación extremadamente peligrosa. Pero lo más habitual es que no haya una mano salvadora lista para intervenir en estos casos.
Mantener la calma, dejar de acelerar y no perder la vista de la carretera es el abecé de una reacción adecuada
Por eso, es fundamental que el conductor sepa cómo reaccionar ante la pérdida de frenos, intentando minimizar los riesgos y buscando de inmediato opciones para detener el vehículo de manera segura.
Falsos mitos
Uno de los mitos más generalizados en una situación como esta es pensar que apagar el motor o tirar del freno de mano bruscamente son las mejores soluciones. Nada más lejos de la realidad. Estas acciones pueden ser muy peligrosas. En el primer caso, al apagar el motor el vehículo reducirá su velocidad, pero también se desactivará la servodirección, lo que hará que la dirección se endurezca y, en consecuencia, será mucho más difícil maniobrar el vehículo. Esto puede llevar a perder el control y provocar un accidente.
En el segundo caso, al accionar el freno de mano, las ruedas traseras pueden bloquearse, haciendo que el coche pierda tracción y control, de modo que aumenta aún más el riesgo de una colisión. Por eso, lo primero que hay que hacer es mantener la calma y recurrir a otras técnicas más seguras para detener el vehículo.
Así debes actuar si fallan los frenos
El Real Automóvil Club de España (RACE), en su página web, ofrece una serie de consejos prácticos para ayudarte a manejar la situación de manera segura en caso de que experimentes un fallo en los frenos mientras circulas. Lo primero que debes hacer es mantener la calma, ya que lo peor que puedes hacer es perder el control del vehículo. Seguidamente, debes dejar de acelerar y, lo más importante, no perder la vista de la carretera.
El freno de mano ayuda en estos casos a retener el vehículo, pero hay que saber cómo utilizarlo
A continuación, es fundamental avisar al resto de los conductores activando las luces de emergencia o incluso utilizando el claxon, siempre que no suponga un riesgo mayor. Si el vehículo aún responde, intenta pisar el freno repetidamente y de forma intensa para aumentar la presión en el circuito de frenos en caso de que el fallo se deba a un problema en la bomba. Si el problema persiste, trata de reducir la velocidad utilizando el freno motor, es decir, disminuyendo las marchas.
También te ayudará a detener el vehículo más rápido si ejerces una ligera pero continua presión sobre el freno de mano, siempre que sea manual. Desde el momento en que notes que los frenos están fallando, busca salir de la carretera de inmediato, dirígete a una zona de frenado de emergencia, que normalmente está habilitada para vehículos pesados, o al menos trata de acercarte al arcén para evitar poner en riesgo al resto de conductores.
Siguiendo esta serie de consejos, podrás gestionar la situación de manera más efectiva y reducir considerablemente el riesgo de sufrir un accidente grave. Es importante tener en cuenta que la anticipación y la calma son clave en momentos tan críticos, aunque ciertamente es difícil mantener la cabeza fría en una situación como esta.