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Guía para tratar con personalidades difíciles

Consejos

Más allá de dar con tu persona vitamina es bueno saber relacionarse con esas personalidades más neuróticas. En el mundo en el que vivimos 1 de cada 8 personas sufre algún trastorno mental

En la sociedad hay muchísimos tipos de personalidades y debemos aprender a tratarlas y relacionarnos con todas con respeto

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La organización mundial de la salud (OMS) prevé que en el 2030 la salud mental sea la primera causa de enfermedad. Vivimos en un mundo polarizado que se posiciona en los extremos y en el que la soledad, el individualismo y la falta de empatía condicionan cada vez más nuestra personalidad. Las enfermedades mentales no solo son la esquizofrenia, los trastornos de personalidad o bipolaridad sino también algunas muy comunes como la depresión, la ansiedad, los trastornos por déficit de atención (TDAH) o el estrés postraumático.

Nuestros tiempos vienen marcados por una epidemia de narcisismo alentado por las redes sociales. Cada vez estamos más obsesionados por nuestra imagen y convencidos de ser excepcionales. La ambición por atesorar me gusta nos hace así, pero tal y como describen los psiquiatras Christophe André y François Lelord en su libro Cómo tratar con personalidades difíciles (Arpa, 2022), existen muchas otras tipologías que conviven entre nosotros y se manifiestan en nuestro propio carácter. Ante un mundo tan neurótico, como ese que las películas de Woody Allen han ido anunciando desde hace décadas, la solución es aprender a vivir en paz con personas que sufren por su enfermiza personalidad. Ansiosos, depresivos, histriónicos, dependientes, obsesivos… Estos son algunos de los ejemplos que mostraremos a continuación.

La OMS prevé que la salud mental sea la primera causa de enfermedad en 2030

La clave para estos tiempos es saber convivir con los aspectos más complicados de la personalidad humana, sin ponerse al margen, pensando que esto no va con nosotros. Todos somos vulnerables y víctimas de estos diferentes estadios de personalidad.

Existen muchas formas de personalidad que pueden perturbar nuestra vida cotidiana. Cuando somos ansiosos, trasmitimos estrés. Como narcisistas, solo pensamos en nosotros. Si somos paranoicos, todo nos ofende y en la personalidad exigente, nada parece suficiente.

Todos somos vulnerables y víctimas de estos diferentes estadios de personalidad

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Narcisistas

El narcisista solo se quiere a sí mismo. Tiene nula empatía hacia los demás. El mundo gira a su alrededor porque se considera una persona especial, por encima de otros. Piensa que lo merece todo y está obsesionada por conseguir el éxito profesional o amoroso. Son bastante seductoras. 

De los demás espera privilegios sin la necesidad de devolver nada. No le conmueven las emociones ajenas y explota a otros para conseguir sus objetivos. Se comporta de forma egocéntrica. No atienden a las necesidades ajenas. Piensan que únicamente merecen la compañía de gente de prestigio. Domina y sus objetivos siempre pasan por delante de cualquier otro.

Ansiosas

Las personalidades ansiosas viven pendientes de los riesgos de la vida para sí mismas o sus allegados. Viven en permanente tensión, proyectándose hacia el futuro. Tienen tendencia a sentir todo como si fuera un riesgo o que las cosas van a ir mal. Tratan de controlar incluso situaciones con mínimo riesgo. Es un tipo de persona volcada en las posibles desgracias.

Las personas ansiosas se centran mucho en los problemas que pueden sucederles

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Paranoicas

Los paranoicos se montan su película y desconfían. Creen que los demás le reservan malas intenciones. Están siempre en guardia y no se fían de nada ni de nadie. Buscan confirmar sus sospechas y ponen en duda la lealtad de los demás. Tienen una sensación de que el mundo está contra ellos. Son rígidos y fácilmente se ofenden. Son racionales, fríos y lógicos. Esta lógica es la que les permite construir todo tipo de teorías conspiranoicas. Se resiste a congregar con los argumentos de los demás. Incapaces de mostrar ternura o positivismo. No tienen mucho sentido del humor.

Nuestros tiempos vienen marcados por una epidemia de narcisismo alentado por las redes sociales

Histriónicas

Son personas que buscan llamar la atención a toda costa. No soportan dejar de ser el centro de atención. Persiguen intensamente el aprecio de las personas que los rodean.

Dramatizan en la expresión de sus emociones y son terriblemente intensos. Son cambiantes y se van a los extremos. Carecen de centro y equilibrio. Tienen un estilo de hablar emocional e impulsivo. Les falta precisión y detalle en lo que transmiten. Idealizan o devalúan a las personas que tienen en su entorno. 

Obsesivas

Las personas obsesivas son muy perfeccionistas

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Los obsesivos son perfeccionistas hasta el extremo. Están exageradamente pendientes de los detalles, el orden y la organización. Son testarudos, obstinados y poco flexibles. Las cosas se han de hacer como ellos dicen. El mundo se rige según sus reglas.

En las relaciones son fríos y les cuesta expresar sus emociones. Tienden a la duda y les cuesta tomar decisiones porque son esclavas de su perfeccionismo. Temen cometer equivocaciones dado que todo les tiene que salir perfecto. Racionalizan de forma compulsiva. Son escrupulosos al extremo.

Psicopáticas

No precisan ser psicópatas en potencia y estas personalidades son más frecuentes de lo que pensamos. Disfrutan con el sufrimiento de los otros sin la necesidad de llegar a ser asesinos en serie. Tienden a ser asociales y a no encajar. Mienten y manipulan sin padecer por ello. Carecen de empatía y tampoco tienen sentimiento de culpabilidad por nada. Fríos en exceso. No toleran el aburrimiento y buscan estímulos constantes. Comenten infracciones variadas y repetidas. Placer inmediato y a toda costa.

Depresivas

El depresivo ve el vaso medio vacío

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Viven en el pesimismo, viendo siempre el vaso medio vacío. Sobrevaloran lo negativo y minimizan lo positivo. No se sienten a la altura y se ven como inadaptados a las situaciones. Disfrutan poco y son muy poco entusiastas. Tendencia a la tristeza y no disfrutan ni de las situaciones positivas o agradables. Son absolutamente pesimistas. Evitan el tratamiento psicológico porque no se ven como enfermos. Además, están muy habituados a sentirse mal. Carecen del poder de voluntad.

Dependientes

Son personas que necesitan ser reafirmados constantemente y sostenido por los demás. Les cuesta mucho tomar decisiones porque viven en la duda. Dejan que los otros tomen las decisiones por ellas. No les gusta estar solos y les complace seguir la inercia de los demás, no iniciar algo de forma individual. Lo aceptan todo para no ser rechazadas. Las críticas los sobrepasan y aceptan cualquier tarea por poco gratificante que sea para resultar agradable. Las rupturas o discusiones les perturban muchísimo.

A la gente dependiente no les gusta estar solos y les cuesta tomar decisiones

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