“El lujo no es para mí una necesidad, pero las cosas hermosas y buenas sí”, escribió Anaïs Nin en Henry y June, una novela que demuestra hasta que punto el amor es el engranaje más potente y gratificante del mundo, especialmente en su vertiente romántica. Es por ello que, tras tantos meses de restricciones, ha llegado el momento de celebrar el amor por todo lo alto. No hay que ir muy lejos, aunque si se quiere nada como una escapada a París, pero en la misma ciudad de Barcelona y su comarca podemos dar forma a nuestra versión más hedonista y regalar o regalarnos unas horas de luxe, calme et voluptuosité, que diría el compatriota de Nin, Charles Baudelaire.
1. Mandarín Oriental, puro hedonismo
El Mandarin Oriental de Barcelona propone una experiencia para todos los sentidos: una tarde y noche de cuidados, miradas cómplices y sueños de altura. Su spa cuenta con una cabina suite para parejas, con jacuzzi, sauna de vapor privada y tratamientos a medida. Tras disfrutar de un cóctel de bienvenida, la pareja es recibida en el spa para diseñar el masaje idóneo para cada uno, que se disfrutará al mismo tiempo y durante dos horas en dos camillas de masaje situadas una al lado de la otra, para que los amantes casi puedan cogerse de la mano.
“Nuestros tratamientos se basan en la medicina tradicional china y, por ello, buscan en la aromaterapia su inspiración para hallar el equilibrio entre cuerpo y mente. Podríamos decir que lo que nos diferencia de otros spas, nuestra signature, es esta voluntad de ofrecer un tratamiento tanto a nivel corporal como espiritual, trabajando directamente sobre los meridianos del cuerpo”, expone Daniela Ghita, mánager del spa del hotel. Cuentan con una carta de 5 aceites, creados para ayudarnos a recuperar el equilibrio que el estrés, ya sea físico o emocional, tan a menudo altera.
La propuesta incluye masajes en pareja y un menú especial en su restaurante Blanc
Oliendo personalmente los cinco aceites, elaborados con materias primas que incluyen desde eucaliptus y salvia, hierba de limón y cilantro, lavanda y cardamomo, o infusiones de madera, el cliente escoge la esencia idónea para calmar su ansiedad, dolor muscular o falta de sueño. “El mismo cuerpo, al percibir el aroma de los distintos aceites, halla su aliado para un masaje sumamente personalizado. Dos horas tras las cuales la pareja tiene a su entera disposición un jacuzzi bajo la luz tenue de velas y con un exquisito tentempié a base de fruta fresca, chocolate y espumoso, o disfrutando de la maravillosa ceremonia del té”, añade Ghita.
Momentos de intimidad que serán un recuerdo imborrable, perenne, si además disfrutamos del ágape que para San Valentín ha preparado el chef ejecutivo del restaurante Blanc en el mismo Mandarin Oriental, Ignacio Moreno: “Hemos apostado por la autenticidad de los productos buscando en ello el paralelismo con el amor y estimación de la pareja.
El menú empieza con un aperitivo de propiedades afrodisiacas, unas ostras Fine de Claire con hibiscos y fresa, acompañadas de un cóctel que celebra la unión sentimental”. Todo ello da paso a un fresquísimo tartar de aguacate con caviar Petrossian y una sopa de almendra tostada; guisantes del Maresme con gambas y emulsión de bogavante con cítricos; y un magret de pato con arroz cremoso de remolacha, queso Bauma y vino tinto del Empordà. “Con estos platos hemos querido representar los colores clásicos de San Valentín, del rosa al rojo carmín”, añade Moreno. Para los postres, fingers de te chai y petit-fours románticos del prestigioso chocolatero Escribá. Y para quienes deseen celebrar el día del amor con todo lujo, el Mandarin Oriental cuenta con suites como pocos han imaginado jamás. Voluptuosidad al 100%.
Este año San Valentín cae en lunes, por lo que si se desea celebrar con antelación, durante el fin de semana previo, otra opción perfecta es acudir al spa y, antes o después, al restaurante Moments, a cargo de Raül Balam y su madre, Carme Ruscalleda, que además del extraordinario menú que permite viajar por el mundo a través del paladar, han recuperado para la ocasión el cóctel Sakria, con cava, sake y fresas del Maresme.
2. Barcelona Sailing Day, atardecer en velero
“La mayor parte de quienes viven en Barcelona no han visto la ciudad desde el mar”, nos descubre Joost Baggen, al frente de Barcelona Sailing Day www.barcelonasailingday.com, una compañía de veleros que ofrece navegaciones en pareja al atardecer con embarcaciones que parten del Port Olímpic. Puede optarse por una o dos horas, con patrón profesional de barco incluido y snacks y cava para festejar este 14 de febrero desde otra óptica: la del Mediterráneo más calmado y las vistas más majestuosas de Barcelona. Es más, si quieres sorprender a tu pareja con vuestra canción preferida, los exclusivos veleros empleados, el Beneteau Oceanis 38 Simge del 2016 y el Beneteau Oceanis 35.1 Nemo Nefes del 2018, cuentan con altavoces que se pueden conectar vía bluetooth para ver el skyline de la Ciudad Condal con la mejor melodía de fondo.
3. Mr. Porter, cócteles y ambiente internacional
Para quienes San Valentín es más un intercambio de regalos, nada mejor que hacerlo ante un cóctel exclusivo, como el que ha preparado para este 14 de febrero el restaurante Mr Porter, ubicado en el selecto hotel Sir Victor. El Cherry Love Berry, con una base de Pimm’s, licor de hierba con ginebra, junto a zumo de lichy, fresas y toques de lima y vainilla, seguro hace las delicias de quienes, aunque sea lunes, están felices de festejar el día del amor por antonomasia. De hecho, aunque muchos asocien San Valentín a un reclamo comercial, esta festividad tiene orígenes romanos, concretamente en el siglo III en Roma, cuando el sacerdote Valentín fue sentenciado a muerte, alegando desobediencia y rebeldía, por el emperador Claudio II por celebrar en secreto matrimonios de jóvenes enamorados.
Además, por mucho que este día nos haga pensar en las ciudades al otro lado del Atlántico, no podíamos andar más equivocados. En Finlandia y Estonia esta jornada es todo un homenaje a la amistad y recibe el nombre de Sobrapäev y Ystävän Paiva, respectivamente. Una fecha que suele ser elegida para pedir matrimonio y para casarse.
También en el norte europeo, en este caso en Dinamarca y Noruega, el día de San Valentín se celebra con esos detalles de antaño que ninguna nueva tecnología logrará sobrepasar para los románticos: regalar Gaekkebrev, es decir, pequeños poemas con rimas divertidas que los enamorados se mandan de forma anónima.
4. Hotel Dolce Sitges, lujo con aroma a rosas
Para las parejas que deseen salir de la ciudad y disfrutar de San Valentín en un ambiente privilegiado, nada como acudir al hotel Dolce Sitges, ubicado en el corazón del Parque Natural del Garraf y con espectaculares vistas al mar Mediterráneo. De la mano del prestigioso estudio de diseño Rose Ink Workshop, afincado en Miami, este hotel es un destino en sí mismo donde cada rincón y cada detalle se convierten en una experiencia para disfrutar, comunicar y compartir.
Para este 14 de febrero el hotel ha preparado un menú especial, que incluye el cóctel de autor Love Temptation, y ofrecerá música en directo. El menú, ideado por el chef ejecutivo del hotel, Jaume Balada, incluye paté en croute trufado con ensalada de escarola y granada, una crema de marisco con royal de erizos y alga codium, vieiras y un idílico consomé de fresas y rosas con crujiente de vainilla y cacao. Asimismo, Dolce Sitges ha creado el paquete Love is in the Air, que consiste en un masaje relajante de 40 minutos con esencias de rosa y acceso a las instalaciones de su espléndido spa.
5. Apartamento de lujo en Sevilla
Una de las ciudades más románticas de España es, sin duda, Sevilla, no hay rincón que no desprenda esa aurea de pasión que hace que brillen los ojos de los enamorados. Y en pleno centro de la ciudad, las parejas pueden disfrutar de una velada romántica en una serie de exclusivos apartamentos de la Real Casa de la Moneda.
Este edificio histórico del S.XVI, el que fuera un centro de producción de dinero, ha sido exquisitamente reformado. Posee techos altos, un patio central con arcos y columnas, una bella fachada renacentista... es uno de los edificios más bonitos de la ciudad, que ha mantenido, a pesar de todo, su esencia, para crear seis apartamentos de uno a tres dormitorios, y cuatro áticos dúplex de una y dos habitaciones que cuentan, además, con una serie de terrazas con unas magnificas vistas a la ciudad.
Además, Sevilla ofrece múltiples planes románticos para una escapada de lujo, desde un paseo por los jardines del Real Alcázar, los que fueran testigos del amor de los Reyes Católicos, o por el parque de María Luisa donde se encuentra la glorieta dedicada al poeta romántico Gustavo Adolfo Bécquer, y al atardecer las puestas de sol desde el mirador Setas son especiales, y para terminar, nada mejor que una cena en crucero por el Guadalquivir.
6. Ruta 'Emily en París', un recorrido de cine
Recorrido de cine
Al igual que durante años han sido muy demandados los tours organizados por la gran manzana para descubrir los escenarios de la serie Sexo en Nueva York, el éxito de la serie Emily in Paris, que acaba de renovarse para una tercera y cuarta temporadas, ha motivado que también en la capital gala varios operadores ofrezcan visitas guiadas para descubrir los lugares en los que esta norteamericana vive sus amores y desamores, algo especialmente atractivo con motivo de San Valentín.
No se trata sólo de recorrer los espacios más conocidos de la ciudad, sino de visitar esos pequeños rincones del París más auténtico y, a la vez, instagrameable. Los tours suelen empezar la ruta en el barrio Latino, en concreto en la Place de l’Estrapade, donde vive supuestamente la protagonista, para luego hacer una primera pausa gastronómica en la Boulangerie Moderne, lugar al que Emily acude rigurosamente a por su pain au chocolat.
El festival de colores y sabores sigue por el Marché Maubert o bien el Marché des Enfants Rouges, el que Camille recomienda a Emily. Se trata del mercado cubierto más antiguo de la ciudad y, por imposible que parezca, apenas explorado por los turistas.
El paseo a media tarde tiene parada obligada en los jardines del Palais Royal. Aquí podrás encontrar el banco donde Emily conoce a Mindy y en el que hablan de amores y desamores. Para comer, puede reservarse mesa en el restaurante Terra Nera, en el 18 de la rue des Fossés Saint-Jacques, que en la serie es francés, y no italiano, y se llama Les Deux Compères.
Los tours siguen por la ópera Garnier, el museo del Louvre y el puente Alejandro III. Inaugurado en el 1900, une los Inválidos con el Grand y el Petit Palais, y además de aparecer en la serie de Darren Star, ha sido también escenario de películas como Midnight in Paris, Madeleine, Panorama para matar de la saga Bond, y vídeos musicales de artistas como Adele y Mariah Carey.