En las redes sociales se suele decir que los suplementos de magnesio ayudan en una importante lista de afecciones y males: problemas de sueño, migrañas, depresión, hipertensión, calambres musculares, estreñimiento... Un coach de bienestar en TikTok llegó a decir hace tiempo que “para ser un miembro funcional de la sociedad, todo el mundo debería tomarlo”.
La premisa es que este mineral tendría la capacidad de tratar una amplia gama de problemas derivados de la carencia de magnesio en el organismo. Pero, ¿es cierto? ¿Podría el magnesio resolver también problemas de salud mental o cerebral?
“De momento sabemos que el magnesio es clave en la neurotransmisión, es decir, en la comunicación de neurona a neurona”, señala el médico neurólogo y director del Instituto de Neurología de Buenos Aires, Alejandro Andersson , en La prensa gráfica.
Según detalla, esto ocurre porque actúa como un modulador de ciertos mensajeros químicos —como hace el glutamato, que es excitante, o incluso algunos inhibidores como el ácido gammaaminobutírico (GABA)—, que ayudan a conseguir un equilibrio entre los estados de excitación e inhibición del cerebro.
¿Qué tipo de magnesio beneficia a la salud del cerebro?
La tendencia a incorporar este mineral en la rutina diaria dio lugar a una amplia gama de opciones que van desde el consumo de alimentos ricos en magnesio hasta el uso de suplementos en cápsulas, polvo o aceites de uso tópico. Estas posibilidades permiten adaptar su consumo a las preferencias y necesidades de cada persona y potenciar sus beneficios.
Además de los distintos formatos de presentación o consumo, también hay variedad de tipos de magnesio. Ante esta cuestión, el dr. Andersson explica que el L-treonado de magnesio es considerado como el mejor para la salud del cerebro, dada su capacidad única de atravesar la barrera hematoencefálica (BHE). Se trata de un ingrediente de consumo autorizado recientemente por la UE .
El L-treonado de magnesio es considerado como el mejor para la salud del cerebro"
“El cerebro está aislado, separado del resto de los líquidos del cuerpo y, precisamente por esta separación, los medicamentos y otras sustancias tienen mayor dificultad para llegar a las neuronas y traspasar la BHE”, razona. “Son pocos los tipos de magnesio que pueden hacerlo”, añade.
Una vez que el suplemento llega al cerebro pone en marcha los procesos de mejora de la plasticidad sináptica (la posibilidad de generar nuevas conexiones entre neuronas ), la memoria, el aprendizaje, la cognición y —añade Andersson— “es prometedor para tratar enfermedades neurodegenerativas y prevenir el deterioro neurológico”.
Varios tipos
El dr. Andersson cita el L-treonado, el enfermo y el glicinato de magnesio como las variantes con mayor eficacia sobre el cerebro, aunque advierte: “Cada uno tiene su dosis y no es banal aclarar que el magnesio no es una forma de tratamiento sino que es un complemento”.
No es banal aclarar que el magnesio no es una forma de tratamiento sino que es un complemento"
La suplementación debe estar siempre indicada por un profesional de la salud y acompañada por un estilo de vida saludable. “No hay que autorrecetarse porque puede tener interacciones indeseadas con antibióticos u otros medicamentos y, por tanto, reducir su absorción y eficacia”, concluye.
Este artículo fue publicado originalmente en RAC1.