El enrojecimiento facial tan característico, a veces bastante notorio, sobre todo si no se trata adecuadamente, hace sencilla la tarea de su diagnóstico, y supone el principal motivo de preocupación para sus pacientes. La rosácea es una enfermedad crónica de la piel que afecta aproximadamente al 10% de la población entre 20 y 50 años, según afirma la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI). Esta suele manifestarse por medio de un rubor en la cara, especialmente en la zona de la nariz, las mejillas y en torno a la boca. Lo que suele conllevar un considerable impacto para la autoestima de los pacientes. Más allá del punto de vista estético, los síntomas variarán dependiendo de cada persona, y pueden resultar más o menos graves. Generalmente se relacionan con la aparición de pápulas inflamadas, el engrosamiento de la piel, una sensación de ardor o picazón y ojos secos.
Si se tiene sospecha acerca de un posible caso de rosácea, habrá que acudir a un dermatólogo, ya que será quien emita un diagnóstico personalizado e indique el tratamiento a seguir. Es importante comenzar con este cuanto antes para paliar los síntomas. Las pieles con rosácea tienen necesidades especiales, debido a su estado tan delicado. Por ello requerirán de una rutina de cuidado facial compuesta por productos con principios activos que vayan a mejorar su estado y a ayudar a mantenerla bajo control.
¿Qué principios activos son los más útiles para los casos de rosácea?
La rutina de skincare de una piel que padece rosácea siempre debe ser diseñada y aconsejada, o, al menos, aprobada, por un profesional. Ya que este tipo de rostros deben ser tratados con productos específicos para pieles sensibles y con componentes que ayuden a calmarlos, además de evitar que surjan esos temidos brotes. Sea como sea, hay un producto que nunca debe faltar al final, el protector solar.