Vox ha sido el primer partido político en cuestionar el auto de la jueza de Catarroja que, en uno de sus últimos autos, ha decidido citar a declarar como investigados (antigua figura de imputados) por la gestión de la dana a la exconsellera de Justicia e Interior, Salomé Pradas y al exsecretario autonómico de Emergencias, Emilio Argüeso. Mientras el PP y el propio presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, evitan valorar el contenido de los escritos de la jueza y muestran su máxima colaboración con la Justicia, el portavoz de Vox en las Corts Valencianes, José María Llanos, no ha dudado en mostrar públicamente sus dudas respecto a la manera de hacer de la magistrada.
En declaraciones a los medios de comunicación, el síndic de Vox ha apuntado que una jueza instructora “no tiene que considerar nada”, puede pedir las pruebas que considere y “luego decidir si hay indicios, pero no sentencia”. Llanos ha apuntado que en la actual fase del proceso, la magistrada “tiene que hacer diligencias, providencias y no necesita dictar autos día sí, día también”.
"En la instrucción no se tienen que tomar esas decisiones”, ha añadido sin querer concretar a qué decisiones se refería. Un claro reproche a la titular del juzgado de Catarroja cuya manera de actuar no había sido puesto en solfa hasta el momento.