El papa Francisco cumple este jueves su 12 aniversario de pontificado en el Hospital Policlínico Gemelli de Roma, donde ingresó el pasado 14 de febrero por problemas respiratorios. En varias ocasiones su vida ha estado en riesgo, pronóstico que finalmente rebajaron los médicos este pasado lunes.
Este miércoles por la tarde, el último parte médico publicado sobre la salud del Pontífice aseguró que sigue “estable” y la radiografía de tórax que se le realizó confirmó su evolución favorable. Sin embargo, continúa recibiendo oxigenoterapia de alto flujo durante el día y ventilación no mecánica no invasiva durante la noche.
Aunque algunos preveían que no llegaría a esta celebración y también que desde su elección protagonizaría un papado de “transición”, Francisco ya ha superado a su predecesor.
Benedicto XVI sorprendió al mundo con una histórica renuncia a ocupar la silla de San Pedro antes de cumplir ocho años al frente de la Iglesia. Era febrero de 2013, y el papa alemán tenía 85 años. Vivió una década más de forma discreta en el Vaticano hasta su muerte, con 95 años, en diciembre de 2022.
Tras el cónclave organizado tras la renuncia de Benedicto XVI, el 13 de marzo de 2013 el jesuita argentino Jorge Mario Bergoglio se asomó ante la plaza de San Pedro del Vaticano con una broma: “Parece que mis hermanos cardenales han ido a buscarlo casi al fin del mundo”, dijo sobre su elección como papa. A renglón seguido puso a los fieles a rezar “el uno por el otro” y también “por el mundo”, “para que haya una hermandad”. En aquella primera intervención pidió algo que ha repetido centenares de veces: “Recen por mí”.
Sin imagen pública
Francisco se dirigió a través de un audio a los feligreses congregados en la plaza de San Pedro el pasado 6 de marzo
En la misma línea se pronunció este 6 de marzo en una grabación difundida en la Plaza de San Pedro al inicio del rezo del Santo Rosario por su salud. “Agradezco de todo corazón las oraciones que hacen por mi salud desde la Plaza, los acompaño desde acá. Que Dios los bendiga y que la Virgen los cuide. Gracias”, dijo Francisco con una voz sensiblemente afectada por sus problemas respiratorios.
En los últimos años, Francisco ha compatibilizado su extensa agenda con varias dolencias derivadas de enfermedades previas y la edad, como la lesión de su rodilla derecha que le llevó a ser usuario de silla de ruedas. También vio mermada su salud por problemas respiratorios y una dolencia intestinal, pero no le ha impedido realizar alrededor de medio centenar de históricos viajes internacionales, para visitar unos 70 países, algunos jamás pisados por un papa.
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A principios de 2023 estuvo en República Democrática del Congo y Sudán del Sur y el viaje más largo del pontificado de Francisco tuvo lugar del 2 al 13 de septiembre de 2024. Su destino fue Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur.
Pero también ha recorrido numerosos puntos de Italia, y se ha 'escapado' por Roma en decenas de ocasiones, protagonizando anécdotas de todo tipo: desde pedir la paz en la embajada de Rusia, a pasar una revisión óptica o comprar un disco. Con su estilo cercano, afable y sonriente ha telefoneado a decenas de personas que no esperaban que el Papa les llamase, prescindió del 'papamóvil' y ha comprometido a sus responsables de seguridad y protocolo por improvisar gestos y conversaciones sobre la marcha.
Francisco es el papa de “las periferias existenciales”, esos colectivos de los que pocos se acuerdan. Y para ellos fueron sus gestos, sus discursos y sus acciones: desde las personas sin hogar que duermen bajo las columnas de San Pedro, hasta los migrantes que mueren en el “cementerio del Mediterráneo”, las víctimas de trata, los conflictos olvidados, los niños abortados o las personas con discapacidad.
En recuerdo de Francisco de Asís
Bergoglio (Buenos Aires, 17 de diciembre de 1936) es hijo de migrantes de la región italiana del Piamonte y eligió su nombre en recuerdo a San Francisco de Asís, el santo de los pobres, y con un guiño también a San Francisco Javier, el santo español con quien comparte congregación.
En estos doce años, el gobierno de Francisco se ha caracterizado por la apertura de “procesos” en el seno de la Iglesia católica, como transmiten fuentes cardenalicias a Servimedia. Ha puesto en marcha reformas eclesiales para abordar asuntos como los abusos sexuales, de conciencia y de poder en el seno de la institución; las finanzas vaticanas; el papel de la mujer y los laicos en la Iglesia; la evangelización… Pero además ha impulsado la idea -y la práctica- de “tender puentes”, para alcanzar la paz en los distintos rincones del mundo y con otras confesiones religiosas, con diversos entornos profesionales (políticos, economistas, científicos, teólogos…).
Asimismo, ha emprendido importantes reformas tanto en el funcionamiento de la Iglesia como del Vaticano, llamando a los sacerdotes y obispos a no ser “príncipes” y tener “olor a oveja”, invitando a una fe “en salida” que no convierta los templos “en museos”, sino que éstos estén abiertos y cercanos a las necesidades del ser humano.
El 266º papa de la Iglesia católica ha sido el pontífice del coronavirus, cuya pandemia se desató hace justo cinco años. Para la historia quedaron las imágenes de su figura solitaria atravesando el granito de la una inmensa plaza de San Pedro en la vigilia que convocó el 27 de marzo de 2020.
Amigo del rabino Abraham Skorka, tras llegar al Vaticano también ha impulsado el diálogo entre “hermanos” con otras confesiones religiosas católicas y no católicas, como el manifiesto rubricado por la “fraternidad humana” con los musulmanes.
El papa Bergoglio ha firmado cuatro encíclicas, 'Lumen Fidei', sobre la fe (29 de junio de 2013), 'Laudato Si', sobre el cuidado de la “casa común”, (24 de mayo de 2015), 'Fratelli Tutti', sobre la fraternidad social (3 de octubre de 2020) y 'Dilexit nos', sobre el Corazón de Jesús, (24 de octubre de 2024). A ellas también hay que sumar un centenar de cartas apostólicas y 'motu proprio', con los que ha revolucionado la justicia, las finanzas y el organigrama vaticano. En sus escritos, además de promover a todo ser humano como tripulantes de la misma “barca” impulsa la idea de la ecología integral, que pone la persona en el centro.
Francisco también ha abanderado reformas para una mayor participación de las mujeres y los laicos en la toma de decisiones eclesiales, algo que también ha provocado numerosas críticas entre los propios católicos.
Pese a los achaques y su edad, en sus últimas comparecencias en público, de hace más de un mes, Francisco se mostró lúcido y resolutivo de mente, como han confirmado los propios médicos que le atienden en el Gemelli. La propia Sala Stampa ha reiterado en sus informaciones sobre el ingreso hospitalario que el Papa mantiene su “buen humor”, además de momentos de oración, terapia y trabajo.
En este mes de hospitalización ha despachado con sus más altos colaboradores, firmado discursos y mensajes e, incluso, telefoneado a un párroco también argentino, Gabriel Romanelli, que da cobijo a medio centenar de personas en la única iglesia católica de Gaza.