La Unión Europea impondrá aranceles “proporcionados” para contestar directamente a los aranceles sobre el acero y aluminio de Estados Unidos. En concreto, sobre las contramedidas de la UE podrán aplicarse a las exportaciones de mercancías de EE.UU. valoradas en hasta 26.000 millones de euros, igualando así el alcance económico de los aranceles estadounidenses. Según los cálculos de Bruselas, equivalen al 5% del total de las exportaciones europeas a Estados Unidos.
Esta es la respuesta “firme e inmediata” que había avanzado la Comisión Europea ante los aranceles de Estados Unidos impuestos por Donald Trump, y finalmente ha llegado hoy, cuando entran en vigor los primeros gravámenes del 25% sobre el acero y el aluminio. Como en la anterior batalla comercial, la UE apunta a productos estadounidenses como las motocicletas Harley-Davidson, embarcaciones o el bourbon. Pero también quiere poner en el punto de mira a productos agrícolas como la soja, la carne o electrodomésticos. “Nos gusta la soja, pero estamos listos para comprarla a Brasil”, apunta una fuente europea.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ayer en el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo
El contraataque europeo apunta al bourbon, las motocicletas Harley-Davidson o las embarcaciones, pero también a productos agrícolas
El Ejecutivo comunitario ha asegurado que su respuesta a esos aranceles estadounidenses del 25% a las importaciones de esos metales de todo el mundo ha sido “calibrada cuidadosamente” y se basa en un planteamiento en dos fases. La primera es reinstaurar los aranceles que se introdujeron entre 2018 y 2020, durante el primer mandato de Trump, y que cuya suspensión expira el próximo 1 de abril. Se trata de contramedidas dirigidas a una serie de productos estadounidenses que responden al perjuicio económico causado a exportaciones de acero y aluminio de la UE por valor de 8.000 millones de euros, e incluye el bourbon, las motocicletas o embarcaciones.
En segundo lugar, como la UE quería que tuviesen la misma afectación que los actuales aranceles al acero y al aluminio, añade un nuevo paquete de contramedidas que afectan a más de 18.000 millones de euros de exportaciones de la UE, que entrará en vigor a mediados de abril después de haber hecho las consultas con los Estados miembros y otras partes afectadas, como la industria.
Esta ronda de consultas asegurará que los productos elegidos sean los correctos para que el proceso sea efectivo, y de momento la propuesta incluye una mezcla de productos industriales y agrícolas: productos de acero y aluminio, textiles, artículos de cuero, electrodomésticos, herramientas domésticas, plásticos, productos de madera, aves de corral, carne de vacuno, algunos mariscos, frutos secos, huevos, productos lácteos, azúcar y hortalizas.
“Mientras EE.UU. aplica aranceles por valor de 28.000 millones de dólares, nosotros respondemos con contramedidas por valor de 26.000 millones de euros. Esto coincide con el alcance económico de los aranceles estadounidenses”, ha defendido en la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. “Empezarán el 1 de abril y entrarán plenamente en vigor el 13 de abril”, ha explicado.
Bruselas deja la puerta abierta a negociar con la Casa Blanca para alcanzar un acuerdo
La UE, sin embargo, deja la puerta abierta a negociar con la Casa Blanca para encontrar una solución negociada y asegura que las medidas de respuesta pueden anularse en cualquier momento en caso de encontrarse esta solución. “Los trastornos causados por los aranceles son evitables si la Administración estadounidense acepta nuestra mano tendida y colabora con nosotros para llegar a un acuerdo”, ha declarado el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic. “Estamos dispuestos a negociar”.
Sefcovic también viajó a la capital estadounidense con el objetivo de llegar a un acuerdo y llegó a ofrecer acuerdos de compra de gas licuado o una reducción de los aranceles a los vehículos estadounidenses de la UE, pero no se logró llegar a un acuerdo. “La administración estadounidense no parece estar comprometida para hacer un trato”, lamentó Sefkovic este mismo lunes. Los funcionarios en Bruselas tienen muchos problemas para encontrar con quién pueden hablar en la Casa Blanca. Se han encontrado con un muro porque el equipo de Trump está convencido de que la UE pretende estafarles con el déficit comercial.
Bruselas recuerda que Europa tiene tres veces más acuerdos comerciales que Estados Unidos y que esta guerra comercial iniciada por Trump no beneficia a nadie. El objetivo del contraataque es presionar para que EE.UU. dé marcha atrás, y por eso, apuntan fuentes comunitarias, la lista de productos está especialmente diseñada para golpear a sectores importantes de estados republicanos, Nebraska, Alabama o Kansas, con la esperanza de que así Trump recule en sus intenciones. “Lo que queremos hacer es tratar de asegurar que haya comprensión y presión dentro del sistema americano. Por supuesto, estamos buscando en los distritos republicanos, por lo que estamos mirando a los estados donde hay senadores republicanos”, explican estas fuentes.
Trump y su secretario de Comercio, Howard Lutnick, justifican que con la imposición de estos aranceles generalizados protegerán a la industria metalúrgica estadounidense y argumentan que son necesarios para resguardar la seguridad nacional y proporcionar una fuente fiable de metal para el ejército en tiempos de guerra, y buscan además atajar el déficit comercial que se ha ido ampliando con décadas de deslocalización de la producción.

El comisario de Comercio, Maros Sefcovic,y la vicepresidenta de Competencia, Teresa Ribera, llegan a la reunión semanal del colegio de comisarios, este martes en Estrasburgo
Los gravámenes, implantados mediante órdenes ejecutivas hace un mes, reviven y actualizan los ya impuestos en el 2018, durante el primer mandato de Trump, del 25% sobre el acero y del 10% sobre el aluminio, que luego levantó para algunos de sus principales socios comerciales, como Canadá, México y Brasil. Su sucesor, Joe Biden, extendió esas exenciones para Reino Unido, Japón y la Unión Europea. Sin embargo, ahora Trump los vuelve a imponer, de forma global y sin excepciones.
La declaración de guerra comercial es solo un movimiento más de unas semanas que han certificado un cambio de paradigma en las relaciones entre Europa y Estados Unidos. Trump, ha llegado a decir que la UE se creó para “joder” a su país, no se ha reunido todavía con Von der Leyen. Mientras, su secretario de Estado, Marco Rubio, dejó plantada a la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, cuando viajó a Washington, o su vicepresidente, J.D. Vance, causó un gran malestar durante la Conferencia de Seguridad de Munich al cuestionar el estado de la democracia en Europa y alentar a la extrema derecha en Alemania.