Alarma, nervios y misiles británicos
Guerra en Ucrania
El uso de proyectiles occidentales contra Rusia es otro peldaño en la escalada
Rusia lanza un misil balístico intercontinental contra el centro de Ucrania
La alarma cundió ayer en algunas embajadas en Kyiv después de que la estadounidense anunciara el cierre al haber recibido “información específica” de “ataque aéreo importante”. Las legaciones diplomáticas de España, Italia y Grecia cerraron al público y la de Portugal dijo que lo haría hoy, mientras que la de Francia se limitó a emitir un aviso a su personal. Horas más tarde, Washington matizaba que el cierre se debía a “amenazas en curso de ataque aéreo”.
La reacción de las embajadas sentó mal a las autoridades de Kyiv, no por nada la capital ucraniana está bien protegida. “La amenaza de un bombardeo ruso es igual de relevante que en los 1.000 días anteriores” de la guerra, comunicó el Ministerio de Exteriores. Por la noche, el presidente Volodímir Zelenski, en su mensaje cotidiano al país dijo que “ha habido hoy muchos nervios y preguntas sobre un peligro especial (...). El alarmismo que tuvo lugar solo ayuda a Rusia”.
Zelenski pidió a la gente que se cuide y no deje que jueguen con sus emociones.
El ejército ucraniano usa por primera vez los Storm Shadow contra la región rusa de Kursk
Las embajadas de EE.UU. suelen tener este tipo de reacciones rápidas en cualquier lugar. Pero, ¿de dónde procedía la información? Quién sabe. El servicio de inteligencia militar ucraniano, GUR, anunció que corría un mensaje “sobre la amenaza de un ataque con misiles y bombas ‘particularmente masivo’ sobre ciudades ucranianas”, pero, sin desestimar esa posibilidad y advirtiendo de tomar precauciones, señaló que el mensaje era falso y constituía un caso típico de “intimidación y presión psicológica”. Pero al mismo tiempo dos fuentes militares dijeron a la agencia Reuters que recibieron mensajes alertando de que Rusia lanzaría más de 300 drones y misiles desde barcos, aviones y desde tierra. Las tropas también recibieron una alerta oficial.
En muchas partes de Ucrania las alertas son algo común y cotidiano, bien sean a través de aplicaciones de teléfono móvil, bien sin aplicación alguna y como mensaje directo por parte de la administración local, además de las sirenas públicas. Sin embargo, es imposible saber a qué lugar en concreto se dirige la amenaza, ya que la alarma se refiere en general a toda una región. El problema es quién emite el mensaje. En la red social Telegram existen varios de estos servicios, uno de ellos el de las propias fuerzas aéreas de Ucrania, pero los demás tienen origen más o menos ignoto. Otro problema, más grave, es que la mayoría de ucranianos se informan a través de Telegram, y en esta red social abundan los canales que difunden intoxicación rusa.
La última escalada comenzó con el bombardeo de instalaciones energéticas de Ucrania el domingo pasado –con 120 misiles y 90 drones– y que fue seguido por la aprobación del presidente de EE.UU., Joe Biden, del uso de los misiles ATACMS contra territorio ruso y que el lunes destruyeron un arsenal en la región de Briansk. Los drones ucranianos actuaron asimismo la noche del martes contra Rusia, y los rusos contra Ucrania.
El cierre parcial de embajadas por una amenaza de ataque aéreo irrita a Kyiv porque no es nada nuevo
Para completar la escalada de tensión, el ejército ucraniano habría utilizado ayer por primera vez contra territorio de Rusia el misil británico Storm Shadow, según fuentes citadas por el diario The Times . Un portavoz del primer ministro británico, Keir Starmer, dijo que no se harían comentarios al respecto y el Gobierno ucraniano tampoco confirmó la información, mientras que varias fuentes rusas la daban por buena y hablaban de doce misiles.
De confirmarse, eso quiere decir que EE.UU. también ha dado permiso para usar el proyectil –del cual hay una versión francesa con el nombre de Scalp–, ya que el artefacto lleva componentes norteamericanos). La línea roja para Moscú es la utilización de misiles occidentales contra territorio ruso... y de hecho los Scalp/Storm Shadow se han usado ya contra territorio ocupado en Ucrania, que al menos para el Kremlin es ya oficialmente parte de Rusia. Pero esta vez habrían sido disparados al interior de Rusia, y precisamente sobre la región de Kursk, parcialmente ocupada por tropas ucranianas desde el pasado agosto.