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Hernán Cortés, ¿héroe o genocida? Claves de su biografía (I)

Los expertos responden

El papel del español Hernán Cortés en la conquista de México lleva años generando una oposición acentuada entre partidarios y detractores. ¿Qué opinan los especialistas de él?

'La matanza de Cholula', cuadro de Félix Parra de una serie sobre la conquista de México, 1877.

Terceros

Si los españoles obtuvieron grandes riquezas al conquistar el Imperio azteca, Francisco Pizarro se apoderó en Perú de cantidades de oro y plata aún más desmesuradas. Sin embargo, su figura ha quedado un tanto ensombrecida por la de Hernán Cortés. El principal motivo es que este puso por escrito su propia versión de la conquista de México en las famosas Cartas de Relación. Con ello pretendía dejarse en buen papel ante Carlos V y seducir a la posteridad.

¿Lo consiguió? Solo hasta cierto punto, porque en la actualidad un abismo separa a sus admiradores de sus críticos. El conquistador extremeño, para bien o para mal, no ha dejado de despertar interés. 

Hemos pedido a seis expertos que nos proporcionen su opinión sobre las luces y las sombras del conquistador. Todos son buenos conocedores de la época y aportan una visión plural sobre un personaje que está lejos de suscitar consenso. Sus perspectivas introducen complejidad en un debate que ha estado demasiadas veces marcado por el blanco y el negro.

Iniciamos la primera entrega de esta serie con las reflexiones de Felipe Fernández-Armesto y Bernat Hernández.

Hernán Cortés, ¿héroe o genocida?

Se puede ser ambas cosas. El heroísmo no es una virtud, sino una percepción por parte de los partidarios. El que es héroe para los de un bando será el malvado de los opuestos. Para ser el héroe de todos hay que ser un santo, algo que Cortés no logró ser. Tampoco era un genocida, no por motivos morales, sino sencillamente porque para los españoles la supervivencia de la mano de obra indígena era imprescindible.

¿Por qué venció?

No venció Cortés, sino una coalición indígena, sobre todo de tlaxcaltecas y huexotzincas. Ni fue Cortés el arquitecto de esa alianza, sino la indígena a quien los españoles llamaban doña Marina, la única que dominaba los idiomas precisos. Los españoles se aprovecharon de una victoria a la que prestaron una escasa contribución.

¿Cómo le ha tratado la posteridad?

Exagerando su importancia, para bien o para mal. Sintió la amargura de no ser suficientemente apreciado por la Corona. Pero, gracias a sus publicaciones y a la obra propagandística de su cronista, Francisco López de Gómara, alcanzó un grado de fama desproporcionado en la Europa del siglo XVI. Hoy en día, debido a prejuicios políticamente correctos e históricamente erróneos, no se reconocen debidamente los motivos por los cuales tantos indígenas le apoyaron, ni las enormes ventajas económicas que extrajeron de la presencia española en su continente.

Los españoles se aprovecharon de una victoria a la que contribuyeron poco”

Felipe Fernández-Armesto

En todo episodio letal, como el de las enfermedades introducidas en el Nuevo Mundo por migrantes europeos, a pesar de la tragedia de los muertos, los supervivientes suelen aprovechar para repartirse los recursos que quedan. Y los españoles abrieron nuevos caminos económicos –nuevas rutas, tratos, productos, mercados...–. Sin estos beneficios, desde luego, los indígenas no hubieran tolerado la presencia española, que no dispuso nunca de suficiente fuerza para imponer su predominancia.

Cortés, sus compañeros y sucesores tuvieron la suerte de encontrar culturas dispuestas a aceptar, honrar e incluso acatar al extranjero: por el rasgo cultural que yo llamo “el efecto extranjero” ( stranger-effect en inglés). Nosotros solemos menospreciar al inmigrante, pero hay culturas en el mundo que reconocen su valor como representante de un horizonte divino y lejano. Ahí fue donde los imperios europeos triunfaron en la era moderna. La indudable valentía de Cortés cuenta poco. Las culturas indígenas fueron determinantes.

Hernán Cortés, ¿héroe o genocida?

Cortés es una de tantas manzanas de la discordia de la historia hispanoamericana que ha merecido juicios extremos. “¿Héroe o asesino?” me parecería una dualidad más razonable que la propuesta, en cuanto que el concepto de genocidio, como exterminio buscado y sistemático de un grupo de población, tiene difícil aplicación en el caso mexicano.

Quizá “¿Verdugo o víctima?”, porque la conquista del Nuevo Mundo fue una época dura, extremadamente cruel para todos sus protagonistas. Tras su éxito y fortuna, la última etapa de la vida de Cortés se movió entre los destinos dispares de muchos conquistadores, que acabaron sus días envueltos en procesos judiciales, cuando no en la pobreza o el ostracismo social, en su mayoría rechazados por las nacientes oligarquías criollas.

Fue una época extremadamente cruel para todos sus protagonistas”

Bernat Hernández

¿Por qué venció?

Sin duda, Hernán Cortés acabó despuntando durante el proceso de descomposición del mundo mesoamericano que conocemos como conquista de México. Indudablemente, no fue su liderazgo militar el que explica todo este proceso, que fue muy coral, con una participación nativa indiscutible. En su haber, no obstante, cuenta con su habilidad estratégica en la batalla y en la corte, su dominio de los recursos de la opinión y su disposición al mestizaje entre pueblos y culturas.

¿Cómo le ha tratado la posteridad?

La valoración de la figura y las actuaciones de Hernán Cortés se ha movido también entre las apologías y las censuras más exacerbadas. Sin embargo, es indudable que el balance actual de biografías –como, por ejemplo, la de Juan Miralles en 2001, que lo presenta como “inventor de México”– hace justicia al personaje, mostrando tras sus luces y sombras la complejidad del Nuevo Mundo, surgido entre la destrucción y la construcción de la América del siglo XVI.

Este artículo se publicó en La Vanguardia el 19 de julio de 2023